Ya llegó la hora. El pueblo pobre y trabajador de México debe prepararse en serio para gobernar y dirigir el rumbo que nuestra patria necesita, los frutos de 45 años de lucha y de trabajo organizado del Movimiento Antorchista Nacional son un gran ejemplo. La actual política nacional, empujada por lo que muchos llaman "la Cuarta Transformación" (4T), con aquello de "primero los pobres", es un engaño total, y en el mejor de los casos, un mero espejismo que busca confundir y alejar a los pobres de su gran meta histórica. Sin prejuicio alguno, podemos afirmar que nunca, como ahora, se había hecho tan necesaria y urgente la participación activa del pueblo trabajador para rescatar a la patria de la postración social en que se encuentra. La historia ya dio su veredicto, el pueblo con Antorcha triunfará.
El próximo domingo 25 de agosto, en la ciudad de Morelia, Michoacán, nos reuniremos más de 50 mil mexicanos antorchistas en el estadio Venustiano Carranza y sus alrededores. La misión es llevar a cabo el segundo de seis festejos, para conmemorar la fundación de la organización popular más estructurada y numerosa de todo el país: del Movimiento Antorchista Nacional. Al finalizar el año, seremos un contingente de 500 mil mexicanos los que nos habremos reunido en seis ciudades distintas, para lanzar un grito de protesta contra la pobreza, pero también de esperanza para todo el pueblo de México. ¡Aquí estamos!, le diremos a nuestros detractores; ¡gobernemos juntos!, exhortaremos a todo el pueblo pobre; ¡rescatemos la patria!, invitaremos a todos los mexicanos.
Pero para Antorcha, existir no es suficiente. "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo", sentenció Carlos Marx hace 174 años, en búsqueda de una filosofía materialista, como herramienta intelectual del proletariado, y contra la antigua filosofía clásica alemana, que contemplaba e interpretaba, pero no transformaba la realidad. Antorcha nació para organizar y educar a los pobres de México, y es con este doble trabajo que se da la transformación social de los mismos.
Hace tres décadas que los colimenses conocimos al Movimiento Antorchista Nacional. Al principio no fue fácil, pero pronto su presencia se hizo notar. La efectividad y los resultados del trabajo antorchista, medidos semana tras semana por la comisión antorchista correspondiente, nos dicen que, de acuerdo a las necesidades atendidas en más de 30 años, son cuatro los sectores más beneficiados por el antorchismo nacional: vivienda y servicios públicos; educación; vías de comunicación; y apoyo a la producción agrícola y asuntos agrarios. Pero el logro más importante, sin duda, para los miles de colimenses pobres, es haberse sumando a la organización política más numerosa, solidaria, humanista y popular de cuantas hay; 20 mil colimenses sumamos el contingente que, desde esta parte del occidente mexicano, nos declaramos ya dispuestos y alertas para defender la existencia de la organización popular, tal como lo dice nuestra Constitución Mexicana en sus artículos 8º y 9º ¡Ordenen, compañeros dirigentes!
Pero como transformar la patria es de lo que se trata, permítaseme citar unos datos. Nadie como Antorcha atiende en serio en Colima la necesidad de vivienda de los más pobres. Suman 16 las colonias populares formadas, o en formación, por los antorchistas colimenses en todo este tiempo: dos en la ciudad de Manzanillo; tres en la cabecera municipal de Minatitlán; dos más en Coquimatlán; una en la ciudad de Villa de álvarez; dos en Comala y seis más en la capital del estado; es fácil ver que son miles las familias beneficiadas con un lote o vivienda. Casos emblemáticos de esto son: las colonias Unidad Antorchista y tercera sección, ubicadas al noroeste de la capital; la colonia José Humberto Gutiérrez, ubicada en Villa de álvarez a la salida a Minatitlán; colonias Copales, Tlacaélel y Aquiles Córdova, en Minatitlán; colonias Jardines del Llano primer y tercer sector, en Coquimatlán, a un costado de las vías del ferrocarril; y finalmente, la colonia Everardo Villalobos en la ciudad de Manzanillo. Antorcha es progreso y bienestar.
Pero la educación es otro rubro social que Antorcha transforma entre los colimenses. Promovimos la construcción de cuatro imponentes edificios, bonitos y funcionales, para impulsar la educación de los más pobres del estado; me refiero a las casas del estudiante "Graciano Sánchez". Nadie como Antorcha ve tanto por la educación de los pobres. Si alguna vez, amable y paciente lector, siente usted la curiosidad de comprobar lo que presumo con tanto orgullo, lo invito en la ciudad de Colima a visitar la casa del estudiante de la colonia Unidad Antorchista, en la Avenida Leonardo Bravo esquina con calle Unión, donde los moradores de esta casa lo atenderán con mucho gusto. Y si dispone de un poco más de tiempo, haría bien en visitar también el edificio de la casa del estudiante de la colonia Los Pinos, también en la capital, que es un enorme edifico en construcción muy avanzada, ubicado sobre la avenida Tecomán y a escaso metros del campus central de la UCOL; por su tamaño y costo, se siguen acondicionando ocho de las habitaciones y su comedor. Pero el edificio de la casa del estudiante de Coquimatlán también le impresionará; es visible desde las instalaciones del campus universitario de la Universidad de Colima. No se queda atrás la casa del estudiante de Manzanillo, que también cuenta ya con un enrome edificio muy funcional; se encuentra en la colonia Vista del Mar de la ciudad porteña.
Pero los Bachilleratos rurales del estado también son prioridad para Antorcha. Promovimos la construcción de 12 edificios de los bachilleratos de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) y de Tele Bachillerato Comunitario (TBC). Quien tenga ojos para ver no lo podrá negar. Ahora cuentan con edificios propios los EMSAD: 02 de Zacualpan; 16 de Juluapan; 18 de Asmoles; 14 de Caleras; 11 de Coalatilla; 05 de V. Carranza; 17 de Los Cedros y 13 de Miramar; También tienen su edificio nuevo ahora los TBC: 09 de Chiapa; 02 de Piscila; 10 de Cofradía de Morelos y 13 de Jalipa. No hay duda, Antorcha es educación.
Por todo esto y más, muchísimo más, debemos celebrar. 5 mil colimenses antorchistas acudiremos a Morelia este 25 de agosto. Sumaremos nuestro grito de esperanza y refrendaremos nuestra lucha por una vida mejor. Llegó la hora de la verdadera transformación de México. Allá nos vemos.
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