Con miras a las elecciones de junio de 2024, consideradas como la madre de todas las elecciones por la elección de la presidenta o presidente de la república mexicana, 128 cargos de senadoras o senadores de la república, 500 cargos de diputadas o diputados, y nueve gubernaturas, a pocos meses de que termine este sexenio, vale la pena evaluarlo. Es crucial evaluar el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador y determinar si, tal como prometió en campaña y durante su gobierno, se redujo la desigualdad en México.
De acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México 46.8 millones de personas viven en pobreza, lo que equivale al 36.3 % de la población total del país. Aunque se registró una disminución de 5.1 millones de personas en situación de pobreza en comparación con los 51.9 millones que vivían en pobreza en 2018, el número de mexicanos en situación de pobreza extrema se mantuvo casi igual, con un leve aumento de 400 mil personas, pasando de un 7.0 % a un 7.1 %.
¿Está mejor distribuida la riqueza? ¿Se ha cumplido el lema y propósito gubernamental de "primero los pobres"? La respuesta a cualquiera de estas preguntas es un rotundo no.
Si bien es cierto que en el gobierno actual ha aumentado el gasto social en comparación con el sexenio anterior, con un crecimiento del 30 % en los primeros cinco años en programas sociales, no se ha logrado reducir la pobreza extrema. Por otro lado, la realidad es que los ricos hoy son más ricos.
De acuerdo con los datos de Oxfam, la confederación internacional que integran 19 organizaciones no gubernamentales, su último informe revela que la desigualdad en México sigue en aumento. Destacan que 14 ultrarricos acaparan el 8 % de la riqueza en México. Además, las 294 mil personas más ricas acumulan el 60 % de la riqueza del país, lo que significa que el 0.2 % de la población posee seis de cada diez pesos de la riqueza en el país. Son catorce ultrarricos que acaparan el 8 % de la riqueza de México; tan 2 Carlos Slim posee el 4 %.
Estos datos reflejan la urgencia de aplicar medidas destinadas, al menos, a paliar un poco esta tremenda desigualdad. Es necesario aplicar programas con cierto equilibrio que no castiguen en exceso a la clase más vulnerable a través de las instancias de Gobierno.
La desigualdad social y económica es un factor importante que contribuye a la pobreza. La riqueza y el poder están concentrados en manos de una pequeña élite, mientras que la mayoría de los habitantes viven en la pobreza.
Con base en esta información, podemos responder a las siguientes preguntas: ¿Los pobres en México hoy son menos pobres? ¿Está mejor distribuida la riqueza? ¿Se ha cumplido el lema y propósito gubernamental de "primero los pobres"? La respuesta a cualquiera de estas preguntas es un rotundo no.
México necesita urgentemente encontrar el camino hacia un crecimiento sostenido, fortalecer las instituciones reguladoras y aplicar un nuevo esquema fiscal que resulte en la reducción de la desigualdad económica en nuestro país.
El Movimiento Antorchista, a lo largo de su trayectoria, siempre ha luchado por mejores condiciones de vida para el pueblo trabajador y ha abogado por una distribución de la riqueza más justa y equitativa. Las cosas no cambiarán a favor de los más desprotegidos si no se cambia de raíz el modelo capitalista de explotación actual.
Por eso es urgente que el pueblo tome conciencia de esta situación, se organice, se eduque y luche por cambiar las condiciones de los trabajadores en México.
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