Basta ya. No queremos vivir en una sociedad en la que todo el año nos la pasamos desempeñando nuestras escasas pertenencias. No es el tipo de sociedad que anhelamos. Sólo quien tiene que pasar por interminables angustias todos los meses para no perder lo poco que tiene sabe lo que significa ir apresurado a las casas de empeño el día del vencimiento del pago. Los Reyes Magos tienen que empeñar hasta la corona para seguir manteniendo la falsedad de su oropel. En el rostro de quien paga su peñaranda se descubre la simulación de la demagogia burguesa.
La nota publicada este sábado 7 de enero en el diario sonorense "Expreso": “aumenta 50% cantidad de gente que acude a las casas de empeño” ilustra perfectamente las graves contradicciones del sistema capitalista: la inflación que vence al aumento irrisorio de salarios que tanto presume la 4T y la necesidad de conseguir prestado dejando en garantía una prenda son sólo formas en que se manifiesta la contradicción entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de la misma.
Los cientos de miles que acuden a las casas de empeños, más en los diciembres y eneros, son los mismos que producen la inmensa riqueza social de nuestro país, de la que se apropian unos cuantos. Los trabajadores generan el bienestar que no tienen y la 4T no ha roto este maldito círculo vicioso que no solo sigue intacto, sino que crece imparable. Carlos Slim y Germán Larrea acumulan una riqueza equivalente a la de 50% de la población de Latinoamérica: Oxfam. "sólo Slim y Larrea tienen una riqueza conjunta de 100 mil millones de dólares, por encima que los 91 mil millones de la mitad de la población latinoamericana…” ("Es Noticia Hoy").
Y no hay que olvidar que Sonora es latinoamericana, aunque a su descastada clase dirigente le pese. Pronto llegarán los informes de pobreza de 2022, pero el del Coneval relativo al 2021 fue revelador: 100 mil nuevos pobres -hasta ese momento habíamos llegado a 885 mil pobres- y Sonora contaba con 64 mil habitantes en pobreza extrema y después del año de pandemia se acumuló a 104 mil, un incremento de un 40 por ciento. El engaño morenista es evidente y tratará de maquillar sus cifras este año, por lo que habrá que buscar informes de fuentes independientes y más confiables para saber cuánto aumentó aproximadamente en el 2022. Por lo pronto, la realidad se va dibujando clara en las noticias de los sonorenses que acuden a empeñar sus posesiones, o que ofrecen venta de sangre o de sus órganos. Esto es cada vez más angustiante.
Esta desigualdad es “legal” en el sistema en el que vivimos, es la esencia del capitalismo. Legalmente no se puede combatir, aunque sea profundamente inmoral e injusta. Esta legalidad es el paraíso de los ricos burgueses y sus gobiernos no la van a cambiar por sí mismos.
Urge un cambio de modelo económico, por uno menos feroz, con una reforma fiscal progresiva por delante: que los más ricos paguen más impuestos y que los pobres paguen menos o si están en extrema pobreza que de plano no paguen: eso sería más humano, pero es lo que no hemos encontrado en las propuestas políticas y económicas de los actuales partidos y sus gobernantes. Nadie quiere tocar ese tema. Con sólo un poco de sus inmensas ganancias, sin que dejaran de ser ricos, se podría aliviar la pobreza de los sonorenses, mejorar sus condiciones de vida y catapultar el desarrollo. Pero no quieren hacerlo los políticos reciclados y los arribistas que pululan en todos esos partidos. Ellos no representan verdaderamente a los trabajadores.
No queda más opción verdadera y con posibilidades reales que desplazarlos del poder, que los humildes gobiernen haciéndose del poder político del país de manera electoral y cambien las leyes para que la lucha contra la pobreza sea legal y real. Suena irreal, pero es la opción más realista y la única que va a sacar a México de esta parálisis fatal.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario