La visita del Presidente de la república Andrés Manuel López Obrador el 11, 12 y 13 del presente mes a Hermosillo a revisar los avances del estadio Héctor Espino e inaugurar la academia de beisbol, reunirse con los miembros de la tribu Comcáac (Seri), donde presentó un plan integral para el desarrollo de la comunidad Seri; proyecto turístico con cabañas, creación de un safari fotográfico, para frenar la caza del borrego cimarrón, un plan hidrológico para perforar pozos de agua profundo y así evitar la desaladora que contamina el mar, visitar la tribu Yaqui y dar seguimiento al plan de justicia, revisar los avances del sistema de riego, para mayo se invertirán 692 millones de pesos para la rehabilitación y conservación del distrito de riego 18 y para el mes de junio asignarán 1,770 millones de pesos más para obras de ampliación, la recuperación de tierras, programas de acciones de vivienda, mejoramiento urbano, salud pública y seguridad, en Obregón se inauguró la academia de beisbol y el estadio Tomás Oroz. El tema general fue seguridad para el estado, que hasta ahora dicho plan no ha dado avances sino retrocesos.
Lo anterior, se puede ver como una gira más de las que acostumbra el presidente, que debería de aplaudirse, agradecerse y reconocerse por los sonorenses, pero desafortunadamente no es así y ello nos obliga a realizar algunas reflexiones. Hacer justicia para las minorías étnicas Seris y yaquis en Sonora es válido, es justo y ya era tiempo. Pero focalizar y acotar una gran suma de dinero público en inversión en infraestructura pública, servicios básicos, inversiones turísticas y apoyos de vivienda a los grupos étnicos en Sonora, donde se invertirán más de 6,500 millones de pesos, para beneficiar a una población de aproximadamente 15,000 habitantes, entre deportistas y grupos étnicos, es una desproporción en inversión social. Por un lado, el gobierno federal invierte miles de millones de pesos para beneficiar a un reducido número de habitantes; por otro, deja en el abandono y sin apoyos a más de 860 mil sonorenses que están a la espera de alguna obra o programa social, que viven en zonas marginadas de las grandes ciudades. La pregunta de a kilo es ¿dónde está la justicia para las mayorías que viven en otras zonas rurales y las extensas zonas populares en las grandes ciudades como Nogales, Obregón, Navojoa, Huatabampo, Guaymas, SLRC y Caborca, incluyendo la capital Hermosillo? Allí es donde viven las mayorías marginadas, representando el 86% de la población total del estado.
El gobierno federal debe ejercer el gasto público anual, distribuyendo con prioridad y equidad, por municipio y estado, tomando en cuenta las mayorías, sus necesidades y no por ocurrencias, que es lo que está pasando en Sonora con la aplicación de los recursos federales anunciados por AMLO en los tres años que van de su gobierno. Los recursos públicos no pueden aplicarse a capricho o antojo del presidente de la república, mientras algunas comunidades o municipios se les apoyan con miles de millones de pesos, la inmensa mayoría están abandonados y sin recursos para atender a su población. Mencionamos algunos temas pendientes y urgentes que requieren inversión de recursos: la terminación de la carretera del Choyudo, la terminación de la planta tratadora de aguas residuales en Kino, las electrificaciones en Altares, Puerto Libertad, Las Tres Reinas, El Tasajal, La Victoria, en Hermosillo; agua potable de calidad para cientos de ejidos en el sur del estado y valle de Empalme y Guaymas, las colonias Luis Donaldo Colosio, Las Torres, Flores Magón, Jardines de la Montaña, en Nogales; rehabilitación de cientos de parques, espacios deportivos y espacios culturales en todos los municipios del estado, además de pavimentos para cientos de calles de los municipios de Caborca, Nogales, Pitiquito, Hermosillo, Carbó, Empalme, Guaymas, Bácum, Obregón, Etchojoa, Navojoa, Huatabampo, Villa Juárez y Álamos. En el municipio de Nogales será prioritario reubicar las vías del tren y rehabilitar las garitas o la prioridad es dotar de servicios de agua, drenaje, pavimento, vivienda a los que menos tienen en ese municipio, claro antes tendríamos que hablar de quienes tienen el poder político y económicos en ese municipio y sus intereses. Lo anterior es sólo por mencionar algunas de las grandes necesidades básicas de otros sectores sociales sonorenses que hasta el día de hoy gracias a las ocurrencias del presidente de la república no han sido tomadas en cuenta. Los discursos dicen que la prioridad de los gobiernos de la 4T son las mayorías, pero en los hechos está sucediendo lo contrario. Seguimos esperando que las cosas cambien por el bien de los sonorenses.
Los ciudadanos con una dosis de conciencia social, no nos oponemos a que se les apoye en serio a los grupos étnicos que han sido marginados durante siglos, también creemos que ya era hora de hacerles justicia. Donde no estamos de acuerdo, ni coincidimos, ni aplaudimos como unos incondicionales, que hay muchos, es con esta política económica gubernamental de ocurrencias que no vendrá a resolver en nuestro estado ni la pobreza ni la gran desigualdad social, menos la delincuencia común y organizada. Nuestro estado necesita una política económica gubernamental distributiva que tome en cuenta a las mayorías marginadas de todas las regiones del estado e invertir en serio en los sectores marginados, con alimentos, vivienda, servicios, salud, educación, cultura, deporte y dejar a un lado los programas sociales poquiteros que aplican escasos recursos financieros que benefician a unos cuantos miles de sonorenses, cayendo en la total simulación e insuficientes programas gubernamentales que no vienen a resolver en lo más mínimo el gran rezago social.
Los sonorenses organizados, que somos hombres y mujeres de buen corazón, nunca nos opondremos a que se les apoye a las etnias de nuestro estado, pero nos queda claro que no son los únicos marginados que necesitan obras y apoyos sociales; por tanto, las mayorías olvidadas y marginadas que viven en las comunidades rurales y en las periferias populares de las grandes ciudades también pedimos que se asignen recursos federales para obra social tan necesaria y urgente en nuestras comunidades y colonias que lleva años en espera y ahí siguen pendientes hasta ahora de ejecutarse, como son: obras de agua potable, drenaje, electrificaciones, pavimentos, etc., y se nos contemple en los apoyos asistenciales gubernamentales. Por ello hago un llamado más para estar atentos a la gestoría permanente a las instancias de gobierno para seguir tocando puertas y solicitar se contemple a las comunidades donde viva uno o decenas de antorchistas, para que sean beneficiadas las mayorías con obras, servicios y apoyos gubernamentales, porque hasta ahora seguimos en espera de justicia social. Esperamos ser contemplados, como siempre es el mayor de nuestros deseos de nuestra lucha y gestión diaria.
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