Esta semana se llevaron a cabo dos manifestaciones protagonizadas por estudiantes, maestros y padres de familia que tuvieron una peculiaridad; la exigencia de ambas fue seguridad y el combate a las adicciones, sí, estudiantes luchando porque se acaben las adicciones y que el Estado dé seguridad a sus instituciones que han sido constantemente violentadas.
Las movilizaciones fueron en la zona este de Tijuana y frente al gran almacén de Amazon. Todos ellos, vestidos de playera blanca y algunos con globos blancos en mano, exigieron a las autoridades se destinen recursos suficientes y políticas encaminadas al combate de la inseguridad y programas reales que prevengan las adicciones. Estos son dos problemas que se hacen cada vez mayores en nuestra ciudad, pues el consumo de estupefacientes va en crecimiento y aunque no dependen la una de la otra, la inseguridad se encuentra, desde hace tres años en sus números más altos.
Urge establecer una política de seguridad real porque los reportes de todos los días muestran que en Tijuana se concentran ocho de cada 10 delitos cometidos de forma diaria en el estado. Pero además, se sabe que hay un motivo muy claro del incremento de esta violencia en esa ciudad fronteriza y es el consumo y tráfico de fentanilo. Tijuana es fundamental para los grupos criminales para el tráfico de drogas.
Hoy, los criminales se pelean desde una calle, hasta el mercado de las drogas de manera masiva. Cifras oficiales muestran cómo han escalado los asesinatos, mientras que en el 2020 hubo dos mil 026 víctimas, para 2021 fueron mil 974 y en 2022 hubo más de dos mil 050 asesinatos.
A esto, le hemos de agregar que los tijuanenses se las tienen que ver por sí solos, pues la misma presidenta municipal ha decidido encuartelarse para resguardar su seguridad, valga semejante situación, cualquiera que tuviera un poco de sentido común, se pondría a la cabeza de sus gobernados y respondería a la grave situación que vivimos. Nosotros no tenemos la posibilidad de irnos a resguardar a un cuartel, pero sí la oportunidad de organizarnos y luchar por seguridad y por una vida más justa y equitativa.
Antorcha ha propuesto cuatro ejes para sacar de este bache al país, ejes que hemos venido impulsado desde hace ya varios años y que, a nuestra experiencia, tendrán muy buenos resultados si se ponen en marcha, empleo para todos, salarios dignos que alcancen no solo para poder sobrevivir, sino para una vida plena, impuestos progresivos y una distribución equitativa de la riqueza, con todo esto, Antorcha está segura que las condiciones del pueblo trabajador mejorarán.
Estamos viviendo en un mundo de película, donde solo existe seguridad para los que pueden y los que no, que se aguanten, esto no debe de ser así y no estamos de acuerdo con ello, por eso es hoy más necesario que la lucha de Antorcha se intensifique, que seamos más y más conscientes a dónde debemos de ir, tenemos que ser la vanguardia que guíe a esta nación que, como dijeron en su momento los que eran adversarios, vamos para el despeñadero.
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