Campesinos pobres, humildes colonos, pequeños comerciantes, trabajadores, estudiantes de escasos recursos económicos, profesionistas y artistas, el pueblo trabajador, para decirlo de una vez, ha sido el principal protagonista de las Espartaqueadas Culturales, llevadas a cabo con gran éxito por el Movimiento Antorchista Nacional, desde hace 35 años.
Ha sido el pueblo humilde y trabajador, y sobre todo el pueblo organizado, el pueblo antorchista, el principal protagonista porque ha sido el que ha proporcionado a sus hijos, a los bailarines, cantantes, declamadores, danzantes, oradores, muchos de ellos amateurs, aunque también ha habido semiprofesionales y profesionales, provenientes de todos los estados de la República, para participar en las diferentes artes en esta justa cultural. El pueblo humilde y trabajador ha sido el principal protagonista porque, además, fue el público que presenció nuestras Espartaqueadas Antorchistas, en Tecomatlán, Puebla, cuna de nuestra organización. Según cifras estimadas de la Comisión Nacional Cultural del Movimiento Antorchista, presidida por el ingeniero Juan Manuel Celis Aguirre y la doctora Soraya Córdova Morán, en la última Espartaqueada Cultural transitaron por los escenarios, durante toda una semana más de 20 mil artistas y más de 100 mil espectadores.
En las Espartaqueadas, a través de las diversas actividades, los participantes, al poner en juego sus grandes dotes artísticas, conmueven al público asistente, lo hacen sentir el placer estético y lo hacen pensar críticamente, desatan en ellos mismos y en el público diversos sentimientos y crean el ambiente propicio para la liberación de las ideas más caras y sublimes con las que se identifica el pueblo humilde. Ideas como las de libertad y justicia, o la de la necesidad de luchar contra los tiranos, o la de la solidaridad universal entre los pueblos, entre otras, son ideas que se adquieren después de practicar o presenciar las bellas artes en este hermoso evento cultural.
De los diferentes concursos, artistas y público salen siendo diferentes personas, aunque haya sido en un grado mínimo según sea el caso, pero efectivamente, siendo otras personas, porque la contemplación de lo bello en las artes, que es contemplar en forma de arte las realidades sociales que padecemos, hace comprender mejor esas realidades y hace que, por tanto, se encuentren soluciones de fondo a los males sociales; los que dirigieron, actuaron o contemplaron las artes en las Espartaqueadas son ahora más sensibles ante los problemas propios y ajenos, los comprenden mejor, son más solidarios y tolerantes con sus semejantes, son más inteligentes y más cultos y por lo tanto, más libres.
Desde hace más de 47 años, Antorcha se ha propuesto organizar y concientizar al pueblo trabajador como una condición indispensable para luchar contra la injusticia y la explotación; contra la irracional concentración de la riqueza en unas cuantas manos; contra la consecuencia de esto que es la inmensa y cruel pobreza en la que se debate la mayoría de los seres humanos; para conquistar su emancipación definitiva. Y para eso formamos grupos organizados con sus comités representativos que son a los que llamamos plenos antorchistas, detectamos junto con los pobladores las necesidades más apremiantes de pueblos y colonias, enarbolamos pliegos petitorios, nos movilizamos ante la autoridad, ante los que por ley tienen la obligación de resolver las demandas sociales; luchamos en comisiones, en mítines, marchas, cadenas humanas y plantones. Pero también nos concientizamos, leemos propaganda, escuchamos conferencias; y también hacemos y contemplamos arte, porque el arte educa, organiza y transforma al ser humano y en particular al pueblo humilde de donde ha brotado ese arte desde el comienzo de la humanidad.
Por eso, al realizar las Espartaqueadas los antorchistas del país declaramos que estamos contribuyendo a una de las tareas más difíciles, pero más grandes y gloriosas que pueda realizar un ser humano: organizar y concientizar a los pobres, a los trabajadores, a los creadores de la riqueza social.
Ahora, en este 2021, con la terrible pandemia a cuestas, la Espartaqueada Cultural se está llevando a cabo en forma virtual. Con todo y lo limitado que ello implica, la Comisión Nacional Cultural y nuestros artistas, a través de la página de Facebook del Movimiento Antorchista Nacional, está presentando hermosas expresiones artísticas, canto, baile, danza, poesía, etc., ya no solo a partir de la sede tradicional que ha sido Tecomatlán, sino en diversos escenarios de nuestro territorio nacional. Ojalá podamos darnos tiempo de verlas todos los días a las 8 de la noche hasta el 27 de marzo. Vale mucho la pena.
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