La Jornada de Oriente vuelve al ataque contra el Movimiento Antorchista en Puebla, como parte de una campaña de odio iniciada hace muchos años, pero que se ha incrementado debido a su alianza monetaria con Morena en el estado y con la protección y publicidad que ofrece (también gracias a sus convenios) con asesinos de la Sierra Nororiental del estado, como el señor Alonso Aco, que es la cabeza más visible del cacicazgo en Huitzilan de Serdán.
A Martín Hernández y a Aurelio Fernández no les importa en absoluto la muerte del niño y la usan (que bajeza) porque atacando a nuestra organización logran mejores convenios dinerarios con Morena. Ese es el periodismo asqueroso, vil y estúpido de Martín Hernández
El 16 de julio pasado, su reportero Martín Hernández Alcántara publicó una nota en la portada del medio cuyo título dice así: “Desde el camposanto de Huitzilan denuncian encubrimiento a antorchista que asesinó a niño indígena”. Como se lee, aquí hay dos acusaciones graves. La primera de ellas es que sostienen que un “antorchista asesinó a un niño indígena” y la segunda es que el supuesto criminal está protegido por la policía municipal. Dice el primer párrafo de la nota: “Madres, padres, abuelos y niños de Huitzilan de Serdán marcharon este martes por las calles principales de este bastión antorchista hasta el camposanto, que se convirtió en el ágora para clamar justicia por el asesinato de Christian Gobierno Silverio, el niño de 15 años que el pasado 1 de junio fue hallado desnudo, con signos de tortura y abuso sexual en la ribera del río Ateno, junto a un instructor de gimnasia que milita en Antorcha Campesina y fue protegido por la policía de dicho municipio serrano para que pudiera escapar”. Y dice adelante: “Los elementos de la Policía Municipal de Huitzilan de Serdán acechaban a los movilizados grabándolos con sus teléfonos celulares y echando miradas de pocos amigos a los periodistas y visitadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que acudieron a dar cobertura al acto”.
Antes de dar respuesta a cada una de las acusaciones de La Jornada de Oriente sobre el fallecimiento del niño, le pregunto a Martín Hernández Alcántara: Si Antorcha Campesina “ha dominado a Huitzilan con una política férrea y represiva”, ¿cómo es posible la realización de una marcha en su contra en Huitzilan? Lo más fácil hubiera sido impedirla o reprimirla, ¿no es cierto? Si Antorcha Campesina impide la “disidencia abierta y la protesta colectiva”, ¿cómo fue posible que a la protesta acudieran con toda libertad los periodistas amigos de la disidencia? Lo más fácil habría sido impedirles su ingreso al municipio. Si Antorcha Campesina “encubrió el asesinato de un niño”, ¿por qué habría de permitir que los representantes de los derechos humanos, quienes se movieron con toda la libertad que ellos quisieron, pudieran entrar a Huitzilan? Espero que Martín Hernández responda a estas preguntas, nacidas bajo el análisis de su texto acusatorio.
El derecho de protesta en Huitzilan se respeta a tal grado que la marcha fue encabezada por Alonso Aco Cortés, viejo explotador del trabajo de los indígenas, aliado de la Unión Campesina Independiente que asesinó a más de 150 indígenas en la década de los 70, representante de Morena en el municipio (ahora que así conviene a sus intereses dinerarios) y una gente acusada de ser uno de los autores intelectuales del asesinato del expresidente municipal y líder antorchista en Huitzilan de Serdán, Manuel Hernández Pasión. Y la prueba que avala la acusación del crimen la dan, imagínese usted, ¡Alonso Aco y Martín Hernández en La Jornada de Oriente! Lea usted las palabras de Alonso Aco en una entrevista realizada y publicada por Martín Hernández, un 12 de enero de 2016: “Cuídense mucho, no vaya a ser que alguien de ustedes aparezca por ahí muerto o malherido para inculpar a otros”. El 10 de octubre de 2017, Manuel Hernández Pasión fue asesinado por dos sicarios cuando salía de Zacapoaxtla en su camioneta. Ese es Alonso Aco. Ese es Martín Hernández y esa es La Jornada de Oriente, que dirige Aurelio Fernández, misma que se ha convertido en vocera de asesinos y explotadores.
¿Y sobre la muerte del niño Christian Gobierno Silverio? Para La Jornada de Oriente es una bandera más para calumniar al Movimiento Antorchista en Puebla. A Martín Hernández y a Aurelio Fernández no les importa en absoluto la muerte del niño y la usan (qué bajeza) porque atacando a nuestra organización logran mejores convenios dinerarios con Morena. Ese es el periodismo asqueroso, vil y estúpido de Martín Hernández y de quienes se lo permiten.
El Movimiento Antorchista en Puebla, especialmente el de Huitzilan de Serdán, así como el ayuntamiento municipal, lamentamos profundamente el fallecimiento de Christian Gobierno Silverio, sean cuales fueran las causas de su muerte. Y estamos en contra de que los enemigos del progreso, los caciques y la prensa vendida quieran sacar tajada de un hecho tan lamentable. Respondamos, pues, a las acusaciones.
¿El niño fue asesinado? La información con la que cuenta la justicia hasta el momento no puede determinar si se trató de un homicidio o murió por alguna otra razón. No lo puede determinar por una razón, que no depende de la justicia, porque el día de la muerte de Christian, “personas perversas mal aconsejaron a la madre y la orillaron a tomar la decisión de llevarse el cuerpo sin antes realizar la autopsia necesaria para determinar las causas precisas del fallecimiento del menor (…). No permitieron que se trasladara el cuerpo al anfiteatro para la necropsia de ley, sino que se lo llevaron a su domicilio”, se dice en un desplegado publicado en El Sol de Puebla el jueves 13 de junio. Sin embargo, en el mismo desplegado el H. Ayuntamiento de Huitzilan sostiene: “estamos totalmente de acuerdo con que se abra la carpeta de investigación y se esclarezcan los hechos, así como la disposición de brindar el apoyo para la investigación de los hechos y de resultar algún culpable que se castigue”. Antorcha también está de acuerdo con que se investigue a fondo y, si hubiera culpables, sean castigados.
¿El presunto culpable es antorchista? No, no es antorchista. No tiene militancia en Antorcha y no trabaja de ninguna manera para nuestra organización. El ahora acusado “fue enviado al municipio por parte de la Secretaría de Salud del Estado de Puebla para realizar su servicio social en la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR), por lo que con el Ayuntamiento sólo había una relación meramente institucional por su colaboración como entrenador del gimnasio”.
¿La policía municipal protege al presunto asesino? Tampoco. Como ese día la familia no permitió que se hicieran las pruebas para determinar si hubo un asesinato, entonces no se podía detener a nadie, porque no había crimen qué investigar y pagar. La policía municipal actuó conforme a derecho y, también, conforme lo permitió el deseo de la madre de Christian, que decidió llevarse el cuerpo a su casa, acción que violó la ley porque impidió en el momento la acción de la justicia que ahora reclaman.
En su “denuncia”, La Jornada de Oriente comete errores que rayan en la estupidez. Escribe Martín Hernández al final de la nota: <<“¡Vamos a hacerle como le hicieron en Zapotitlán (dicen los denunciantes), vamos a llevarle esto a la mañanera al señor presidente!”, exclamó uno de los oradores (en el panteón) y todos asintieron, recordando que el alcalde de ese municipio serrano, el también antorchista, Emiliano Vázquez Bonilla, asesinó a un militante del PT>>. Quedé anonadado por el descubrimiento que hizo Martín Hernández. Quedé asombrado por su gran capacidad para investigar, porque no sabía yo que Emiliano Vázquez fuera “también antorchista”. Se me hace que al ahora expresidente de Zapotitlán esta militancia lo tomó por sorpresa… ¡ni él se sabía antorchista! Válgame, Dios, qué cosas tan tontas se lee uno en La Jornada de Oriente de Aurelio Fernández.
Exigimos que la Fiscalía General del Estado de Puebla investigue la muerte de Christian Gobierno Silverio y que, si hay crimen, se castigue al culpable o, si no hay, se deje descansar en paz el cuerpo y alma del niño. Exigimos que no se le use para calumniar, porque demuestra la bajeza de quienes lo usan como bandera. Y le exigimos a Martín Hernández Alcántara que piense antes de escribir y que deje de inventar historias que solo su director le cree y son por las que le paga. Exigimos justicia y alto a las calumnias.
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