En la mañanera del pasado 27 de abril, el director general de Materiales Didácticos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Marx Arriaga, anunció, en presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, el nuevo modelo educativo del actual régimen que tiene como prioridad alinear sus objetivos a los propósitos de la Cuarta Transformación.
Se trata de un modelo que, según sus palabras, sería libertario, humanista, que terminará con el racismo de las pruebas estandarizadas que segregan la sociedad.
Agregó que los actuales libros de texto refuerzan el antiguo régimen, que continúan el modelo de educación neoliberal, al cual consideró meritocrático, elitista, patriarcal; en contraparte, celebró que el nuevo modelo educativo de la Cuarta Transformación es decolonial, libertario, humanista y que acabará con el clasismo de esta sociedad cansada de tanto abuso y atropello.
Ante este diluvio de calificativos, el doctor Gilberto Guevara Niebla, respetado especialista en el tema educativo argumentó que no hay una definición del proyecto educativo de la 4T y en su propuesta hay más ideología que pedagogía.
Si a mis escasos lectores les pareciera que aquí acaban las atrocidades de funcionarios de la 4T en cuanto a educación se refiere, lamento desilusionarlos, ya que hace un par de días empleados de la SEP expresaron que pretenden desaparecer los grados escolares y cambiarlos por fases que incluyan al preescolar hasta secundaria.
De acuerdo con lo que argumentaron, el objetivo será ayudar a dedicar mayor tiempo a los procesos cognitivos, sociales y culturales que los estudiantes requieren para el desarrollo óptimo de sus capacidades y que lo descrito se encuentra en el Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de Educación Básica Mexicana. Pretenden dejar atrás los grados escolares y que ahora se tomen en cuenta seis fases que abarcarán toda la educación básica.
Las fases de dividirían de la siguiente manera:
Fase 1, abarca educación inicial desde cero a tres años. Fase 2; abarca los tres años de preescolar. Fase 3; incluye primero y segundo año de primaria. Fase 4; sería lo que ahora es tercero y cuarto de primaria. Fase 5; se refiere a quinto y sexto de primaria. Fase 6; serían los tres años de secundaria. Cada fase tendría una jornada escolar mínima diaria. Para el caso de inicial, sería de siete horas en los Centros de Atención Infantil. En preescolar se establecen tres horas, mientras que en educación primaria cuatro horas y media. En secundaria serían siete horas. Esto representa que en educación inicial y secundaria se contará como mínimo 1,400 horas lectivas anuales; en preescolar 600 horas y en primaria 900 horas.
Las asignaturas se segmentan en cuatro grupos de campos formativos: lenguajes, saberes y pensamiento científico, ética, naturaleza y sociedad, temas de lo humano y comunitario. Además dentro de las disciplinas hay un anexo especial para el estudio del idioma inglés para las fases que comprenden primaria y secundaria.
También indicaron que los contenidos dejan de responder a una especialización progresiva por materias, ahora se harán dependiendo de las situaciones relevantes para el individuo y la comunidad a partir de puntos de conexión entre las asignaturas impartidas.
Estas propuestas del nuevo plan educativo de la 4T no señalan la forma en que aplicarán esta retórica en las aulas, así que nuevamente funcionarios educativos morenistas, sin fundamento alguno y de manera irresponsable, sueltan sus opiniones, las cuales brotan de un escritorio, pero ni idea tienen de cómo implementarlas en el diverso contexto mexicano, piensan que por decreto o simplemente por decirlo ellos se llevarán a cabo, además esta propuesta de plan es confusa, ambigua y sin una guía de rumbo.
Es triste ver que este proyecto educativo no enfrenta la situación de emergencia derivada de la pandemia y que provocó la caída de la matrícula escolar, deserción y rezago estudiantil.
El magisterio esperaba en este nuevo modelo educativo un plan para rescatar a los alumnos rezagados o que desertaron durante la pandemia, sin embargo, esto no fue tomado en cuenta, los actuales funcionarios se comportan como si no existieran altos índices de deserción y no hubiera bajado de manera alarmante la matrícula en los diferentes niveles educativos.
Las propuestas de Morena son ideologizadas en su planteamiento general que raya en lo absurdo y pareciera que todo lo anterior en cuanto a educación se refiere es pésimo y neoliberal. Aunado a lo ya expresado, la SEP deberá aclarar si ya existe un programa piloto para evaluar su implementación o avance.
Este tipo de reformas que la 4T pretende implantar en la educación la someten a ocurrencias y manipulaciones que frenarán el escaso desarrollo científico y tecnológico de nuestra nación, este tipo de medidas indudablemente sumergirán al país aún más en la dependencia económica, lo tornarán más frágil y sumiso ante cualquier nación.
Por ello, es importante que profesionistas, maestros, estudiantes, reconozcamos que los funcionarios de Morena son los verdaderos enemigos de la educación del pueblo, que debemos formar un frente común, como un solo hombre y como un solo ideal, con el objetivo de construir una mejor patria más justa y más equitativa con la que podamos todos conquistar una mejor vida para todos.
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