En estos días, a lo largo del país, se han incrementado las temperaturas causando estragos en las familias, desde la ausencia de agua para todos los usos posibles en algunos lugares, enfermedades infecciosas y gastrointestinales hasta muertes por los llamados golpes de calor y por intoxicación.
Se podría culpar a la naturaleza o decir que los individuos, a lo largo de los años, hemos contribuido para que se este fenómeno se agrave cada año que pasa y que no hay conciencia por cuidar nuestro planeta, pero en un mundo capitalista en donde lo más importante son las utilidades que se generan a través de la apropiación del trabajo de otros, sólo se ve como algo inevitable, incluso necesario.
Pero ¿qué se ha instrumentado en política como país para contribuir a salvar el medio ambiente? Pues México no asistió en diciembre del 2020 al quinto aniversario del Acuerdo de París, derivado de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), en el que se estableció la meta global de estabilizar emisiones de gases de efecto invernadero para evitar un aumento de 2º C e idealmente de 1.5º C en la temperatura planetaria y luego en el Programa Especial de Cambio Climático (PECC) nuestro país no anunció nuevas metas o metas más ambiciosas, sino que “reafirmó” las metas que estableció hace 7 años, esto es, reducir 22 por ciento de gases de efecto invernadero y 51 por ciento de carbono negro.
Según los expertos, a México le falta ambición y compromiso ante la emergencia climática actual como uno de los grandes emisores de gases de efecto invernadero, también constituye un enorme retroceso en materia de cambio climático, ya que se viola el principio de progresividad estipulado en el Acuerdo de París, reconocido también en nuestro marco constitucional, además se desaparece Fondo para el Cambio Climático; se reduce el presupuesto para el Anexo Transversal en materia de mitigación y adaptación al cambio climático, todo esto demuestra la poca importancia que le dan a este asunto; hay falta de interés del gobierno mexicano en la agenda climática, incluso debería haber mayor interés ya que esto ayudaría al proyecto de la Refinería 2 Bocas.
Cualquiera podría decir que es un problema mundial y que otros países han contribuido a que el problema se agrave, pero si nos enfocamos en nuestro país hay vulnerabilidad frente al cambio climático a la que están expuestos el territorio nacional, el medio ambiente, la economía y las personas en México. Qué se les dirá a la juventud y la niñez de este país, las poblaciones vulnerables y los pueblos indígenas, quienes son los más afectados por los efectos del cambio climático y ante los cuales no ha habido una respuesta oportuna y eficaz, a aquellos que viven en una choza al que no pueden tener acceso al aire acondicionado, a aquellos que no tiene un refrigerador o una nevera para mantener un recipiente de agua fría, para mitigar la sed ante elevadas temperaturas o conservar sus alimentos para evitar su descomposición los cual lleva a inevitablemente a padecer enfermedades gastrointestinales, claro eso considerando que tienen acceso al servicio de agua.
Si hablamos del vital líquido, veremos que no todos tienen acceso a él; según el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta el año 2021, había cerca de 20 o 21 millones de mexicanos que no tienen agua potable diariamente, que tiene que estarla teniendo por tandas o acarreando o trayendo de lugares muy lejanos; según estudios realizados, para la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se requiere alrededor de 120 mil millones de pesos anuales durante los próximos 10 años de manera constante para, invertir en estas obras de infraestructura hídrica y pero en el actual gobierno se han destinado recursos a grandes obras emblemas, pero no a garantizar el acceso diario a agua potable para toda la población del país.
Es necesario que las autoridades no olviden lo que se heredará a generaciones futuras, pero también se acerca un periodo de elecciones donde debemos exigir a quienes nos gobernarán que implementen políticas que garanticen la protección del medio ambiente, ya que nada es para siempre y el dinero servirá de poco o nada cuando el mundo se quede sin agua y más contaminado de lo que ya está.
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