MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

México va de mal en peor con Morena

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Hace unos días, el presidente de México festejó sus cinco años desde que ganó las elecciones para la presidencia y en la que, dijo entonces, gobernaría primero para los pobres. El 1° de julio, con sus acólitos, realizó un evento en el zócalo de la Ciudad de México. Quiero decir dos cosas sobre ese acto morenista, organizado por Andrés Manuel López Obrador.

Se trató de un evento sumamente importante para Morena, porque reunió a la crema y nata de ese partido, para festejar los logros en la presidencia de México. Sin embargo, todos los analistas serios sostienen que Morena no logró reunir al número de gente necesario para abarrotar la plaza principal del país. Como quien dice: Morena no llenó. Más gente acudió a los conciertos realizados en esa misma plaza por las agrupaciones musicales contratadas por el gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum.

Morena quiso aprenderle a los romanos la consigna de: Al pueblo, pan y circo. Y el tiro les salió por la culata, porque ahora ese pueblo se acostumbró a ir al circo de los conciertos y aventó a la basura la invitación a un evento político de su partido en el poder. Esa baja asistencia tiene una razón fundamental: mucha gente que votó por Andrés Manuel en el 2018, ahora se ha dado cuenta de que todo el cuento del cambio fue una farsa. Que no hubo cambio para bien y que estamos más mal que antes.

En segundo lugar, veamos cuáles son los resultados del gobierno del Peje hasta ahora. En el combate a la corrpución, vamos mal. México se ha dado cuenta de que los más corruptos son los familiares de AMLO, sus hijos, sus hermanos, sus primos y cuanta familia tabasqueña que se acerque. Todos ellos viven de aviadores en el gobierno, los hemos cachado con bolsas amarillas llenas de dinero ilegal, viven en mansiones en Houston, logran contratos millonarios con Pemex o con otras empresas del gobierno. Pero
no me iré muy lejos para detallar: uno de ellos se llama Adán Augusto López, quien gracias a su cercanía con AMLO, fue gobernador de Tabasco, luego secretario de Gobernación del país y ahora, gracias a sus nulos resultados, es uno de los precandidatos de Morena para la presidencia. Y todo lo se lo debe a que sus familias son muy cercanas, tanto que ellos se llaman “hermanos” o “primos”.

Otro retroceso son los programas del Bienestar. Según “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” la Secretaría del Bienestar pagó 48 millones de pensión a 13 mil 366 muertos. Es decir, que Morena y sus funcionarios se robaron ese dinero. El sistema de Salud de México no funciona. López Obrador prometió que todos los mexicanos tendrían mejores servicios de salud, comparables a los del primer mundo y entonces creó el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y desapareció el Seguro Popular. Pero resulta que el Insabi fue tan malo que en mayo pasado lo tuvieron que desaparecer. Un solo dato para ejemplificar el pésimo sistema de salud: en la pandemia del Covid se murieron en México 626 mil personas según datos de la ONU.

Y la inseguridad es alarmante. La política de AMLO de los “abrazos, no balazos” logró que los homicidios superaran las 156 mil víctimas de homicidio doloso contabilizadas en el sexenio del priista de Enrique Peña Nieto. El sexenio de Morena ha sido el más violento, en el que más fusilamientos, masacres y asesinatos se han registrado en la historia de México.
Y en las obras, estamos peor. Todo el dinero del país se ha concentrado en construir obras faraónicas que no sirven o que nadie quiere usar, como el Aeropuerto Internacional

Felipe Ángeles (AIFA), la refinería Dos Bocas y el Tren Maya. Y las obras para las colonias y los pueblos pobres son contadas o, de plano, no existen. No se componen las carreteras, las escuelas ni las universidades. No se hacen obras para beneficiar al pueblo pobre.

Además, no hay empleo suficiente en el país y los empleos que hay tienen salarios muy bajos. En el sexenio de AMLO, que era para beneficiar “primero a los pobres”, ahora hay más pobres: AMLO generó cuatro millones más de pobres y dos millones más de
pobres extremos. Nuestro país es un buen ejemplo de cómo un gobierno puede empobrecer a la gente en la realidad, siguiendo todas las directrices de la potencia mundial del sistema capitalista, que es Estados Unidos.

¿Qué festejó, entonces, López Obrador el 1° de julio? No festejó nada. Se puso a inventar sus “otros datos”, se puso a mentirle a la gente, se puso a echar un rollo buscando engañar para que, en 2024, vuelvan a votar por Morena. Pero todos deberíamos pensar: ¿realmente nos conviene votar por un partido que nos empobrece, que deja morir afuera de sus hospitales a la gente, en el que se han incrementado los asesinatos peor que en una guerra, en el que solo los ricos han incrementado su riqueza mientras los demás sufren por no poder alimentarse bien? Yo creo que no. El pueblo mexicano debe ponerle un alto a Morena. Para eso, debe organizarse, educarse, salir a las calles a luchar por sus derechos y crear su propio partido político. No hay de otra.

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