El Movimiento Antorchista de la Ciudad de México, siempre respetuoso de la ciudadanía suspendimos la movilización programada para el pasado 11 de abril. Con esta acción nos sumamos de manera positiva a las preocupaciones ciudadanas acerca de la contaminación, y demostramos que somos muy conscientes de la gravedad que reviste esta situación en la ciudad y de los peligrosos males que a la salud de sus habitantes viene ocasionando.
Sin embargo, este hecho no quita ni un ápice a nuestra exigencia al gobierno de Miguel ángel Mancera para que resuelva las demandas que se le plantearon desde el inicio de su gestión y más que el pasado 5 de febrero el gobierno mancerista mandó a demoler más de 300 casas en el predio La Ciénega, ubicado en la delegación Tláhuac, para favorecer a la transnacional Walmart; desde ese día todas esas familias viven debajo de una lona en un campamento improvisado, teniendo que soportar las inclemencias del tiempo, como las lluvias que se presentan constantemente.
Como parte de nuestra lucha, realizamos una intensa propaganda con miles de volantes, cientos de pintas y todo lo que nuestras posibilidades y el cariño que tenemos por las causas nobles se nos permite, para que todo el país se enterara que el gobierno perredista que despacha en la Ciudad de México, dirigido por Mancera, es un gobierno antipopular al que sólo le importa quedar bien con los poderosos y con los de su partido, y se sacude a los pobres con todo tipo de violencias, además, de que dista mucho de ser la izquierda prometida y el gobierno que los mexicanos merecemos.
Sin embargo, con desagrado vimos que al gobierno de Mancera no le gusta que se diga la verdad y mandó a borrar todas nuestras pintas de protesta por la política de no solución a nuestras demandas, y de represión, porque el martes 5 de abril, un millar de antorchistas fuimos desalojados violentamente por policías de un mitin pacífico que realizábamos frente a las oficinas de Miguel ángel Mancera en el Zócalo; pedíamos solución a peticiones solicitadas en tiempo y forma y sólo recibimos golpes e improperios que dejaron una treintena de heridos graves en nuestras filas.
El gobierno de Miguel ángel Mancera ha demostrado ser incapaz de solucionar las demandas de los que menos tienen en la ciudad; muchos son los que se arrepienten de haberlo elegido como jefe de gobierno, prueba de ello, es la baja en puntaje que ha tenido en aceptación hacia los ciudadanos por ejemplo:
En abril de 2013 Miguel ángel Mancera tenía un nivel de aceptación de 53%. En diciembre de ese mismo año bajó a 42%. En una escala del 0 al 10, los capitalinos lo reprobaron con 5.7.
En otra encuesta difundida, la calificación de Mancera Espinosa es aún peor entre líderes de opinión: 69% lo reprobaron; sólo 31% calificó como positiva su gestión. En resumen, los ciudadanos lo calificaron con 5.6 y los líderes con 4.8. Para ambos está reprobado.
La encuesta mencionada se aplicó del 28 al 30 de marzo pasados a 855 capitalinos de las 16 delegaciones de la Ciudad de México, así como a 287 líderes de opinión de la ciudad. Respecto a sus antecesores en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Mancera apenas está por encima del ex jefe de Gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas.
Mancera ha demostrado que le interesan poco o nada las demandas ciudadanas y ha recurrido a imponer una serie de medidas antipopulares como el aumento a la tarifa del Metro de tres a cinco pesos que ha afectado la economía de las familias capitalinas, ya de por sí difícil, la censura a la libertad de expresión, así como mandar a los granaderos a disolver mítines pacíficos, incluso a golpear y encarcelar a quien se atreve a exigirle que cumpla con su deber; con estas acciones se violan las garantías individuales de los ciudadanos.
En el 2013, la Dirección General de Comunicación Social del gobierno de la ciudad gastó alrededor de 180 millones de pesos en contratos de publicidad, en televisoras de renombre, para promocionar al gobierno de la ciudad, pero en especial a Miguel ángel Mancera. Sin embargo, al parecer esa inversión no ayudó a mejorar las cifras de aprobación.
Y todo esto se debe a la política errónea instaurada por el jefe de gobierno, los ciudadanos que habitan esta gran urbe le están cobrando la factura reprobándolo en sus calificación, ya que el pueblo no perdona cuando le hacen daño y el gobierno de Mancera es un gobierno fallido y abusivo que ha tratado de desviar la atención de sus desaciertos utilizando todos los medios propagandísticos posibles, pero en nada le ha servido. No podemos dejar de alzar la voz para exigir solución a nuestras demandas.
Preguntamos: aparte de las marchas ¿Qué otros recursos son válidos para los ciudadanos con necesidades de obras y servicios que por ley toca a las autoridades resolver cuando éstas se niegan y los violentan por pedir su derecho? Si ya probamos con acudir a las oficinas de Mancera de manera pacífica para pedir soluciones concretas a las demandas planteadas en tiempo y forma y sólo recibimos represión.
Siguen firmes y sin solución nuestras siguientes demandas, ya bien conocidas por el gobierno de la Capital: 1) Restituirles sus casas a 300 familias muy humildes, demolidas por la administración mancerista para beneficiar a la transnacional Walmart en el predio La Ciénega, de Tláhuac. 2) Construcción de 878 viviendas para precaristas, comprometidas desde el año antepasado. 3) Conexión de la electrificación de la comunidad de Tiziclipa, en Xochimilco, obra gestionada por Antorcha al costo de 7 millones de pesos y terminada desde hace un año. 4) Construcción de la esc. Secundaria Wenceslao Victoria de la delegación Gustavo A. Madero, de la cual desde hace 4 años el gobierno de la ciudad retiene 6 millones de pesos. 5) Regularización de colonias en las delegaciones de Tláhuac, Xochimilco, Tlalpan y Milpa Alta, muchas de ellas con dictamen positivo y a las cuales desde hace 15 y más años se les niegan criminalmente los servicios más elementales.
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