El crecimiento en el producto per cápita debiera ser un objetivo importante de cualquier gobierno porque está asociado con la elevación de los ingresos reales en promedio y de los niveles de vida de la población.
La actividad económica en México registró su primera contracción en una década. El Producto Interno Bruto (PIB), el valor de los bienes y servicios producidos en el periodo retrocedió 0.1 por ciento respecto al nivel de 2018, confirmó el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). La desaceleración del consumo, la construcción con 17 meses en crisis y el retraso en el gasto público inhibieron el crecimiento; el único desempeño positivo fue el de las exportaciones.
Los economistas que han estudiado el crecimiento han encontrado que el motor del progreso económico debe sustentarse en cuatro pilares fundamentales. 1) Recursos humanos: oferta de trabajo, habilidades de la fuerza laboral, conocimiento científico de los procesos, factores que influyen en la productividad del trabajo. 2) Capital: los bienes tangibles como caminos, plantas de energía eléctrica, la extracción de petróleo, terrenos de cultivo, y los intangibles como patentes, marcas registradas y software de computadoras. 3) Avance tecnológico: cambios en los procesos de producción o la introducción de nuevos productos o servicios y 4) Recursos naturales.
La situación en el país respecto a estos indicadores no es para enorgullecerse. Veamos, primero, el 3.7 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) está en el desempleo y el 56.5 por ciento de la PEA trabaja en la informalidad; los empleos que se ofertan son de baja calificación. Las políticas públicas confusas han ocasionado inseguridad e incertidumbre para los inversionistas nacionales y extranjeros, además de la drástica reducción a la inversión pública, aspecto que afecta a miles de mexicanos.
En la mañanera del 30 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo que “ya se esperaba” (el dato del PIB en México): “tengo otros datos; puedo decir que hay bienestar”. Total, indiferencia ante estos resultados, pues manifestó no importarle y tener, como es costumbre, datos que rayan en la felicidad. Es sorprendente la facilidad con la que AMLO se refiere a los diferentes índices económicos, tomando en cuenta los elementos que componen el crecimiento económico, una verdadera burla para todos los mexicanos y un reflejo grave del desconocimiento de la economía ante la comunidad internacional.
No causa extrañeza que todos los gobernadores morenistas tengan como un ídolo de inteligencia y razonamiento al López Obrador, entre ellos y de los más allegados, se encuentra Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, el cual después de dos procesos electorales y cientos de señalamientos de distinta índole se logró posicionar como funcionario público estatal. Desde que inició su mandato ha dado constantes palos de ciego que afectan a los miles de ciudadanos que padecemos todos los males día con día. En términos de pobreza se sabe que 6 de cada 10 poblanos habitan en municipios y comunidades con poco desarrollo. La capital poblana se colocó como el segundo municipio del país con más mexicanos en pobreza, donde 699 mil 16 personas padecen de una o más carencias. En términos generales seis de cada 10 poblanos se encuentra en situación de pobreza al padecer una o más carencias, un 58.9 por ciento de la población que es lo mismo que cuatro millones de poblanos.
Puebla al finalizar 2019 estaba en el cuarto lugar a nivel nacional por número de tomas clandestinas en los ductos Pemex, el ataque federal y estatal al huachicol no funcionó y también es el quinto estado en robo a productos de carga. En el segundo trimestre de 2019 estaba entre los primeros 10 estados del país en secuestros, robo de vehículos y a negocios, lesiones, violación y feminicidios. Así las cosas, en Puebla.
Miguel Barbosa ha demostrado su nula capacidad para dirigir un estado con más de 6 millones de habitantes, pero no es novedad sigue la misma política que su tlatoani López Obrador y si sigue razonando de la misma manera, todos sabemos por adelantado) el rumbo que se le avecina a nuestro estado.
Entonces, ¿Qué ha hecho el flamante gobernador desde agosto de 2019? Colocar al estado en 4to lugar nacional en robo de vehículos. Su ciudad más importante convulsiona de inseguridad, el 93.4 por ciento de los habitantes consideran un riesgo vivir en la capital, mientras tanto las 400 patrullas que arrendaron el año pasado están detenidas y sin ningún uso. Quitar de todos los espacios públicos, porque aún le aterra, los logos del morenovallismo (¡como si fuera necesario!). Dejar sin medicamentos a hospitales como el del Niño Poblano, donde se han manifestado en reiteradas ocasiones. El aumento del 1000 por ciento a las cámaras de fotomultas. Dar audiencias públicas una vez a la semana donde no se resuelve nada. Cobrar el reemplacamiento. Y de las ideas más bobas, mover la estrella de Puebla a un lugar que ni siquiera cumple con las especificaciones necesarias. Todo eso ha realizado un gobernador que en lugar de gobernador parece (y es) un jumento político.
En la encuesta de Arias Consultores, que se realizó, del 27 al 31 de mayo de este año, a 12 mil 987 mexicanos que tuvieron que responder sobre economía, turismo, empleo, inseguridad y sobre la aprobación de sus gobernadores, el morenista Miguel Barbosa fue el gobernador peor evaluado pues es apoyado sólo por el 5.6 por ciento de la población de su entidad; en diciembre de 2019 tenía una aprobación de 18.1 por ciento.
A los poblanos nos debe preocupar el rumbo que se le está dando a nuestro bello estado, un gobernador de la calidad de Miguel Barbosa junto con su 4T y su ejemplo moral, sólo pueden conducirnos por un camino, el precipicio y ese camino no solamente es para los que levantamos la mano y alzamos la voz contra este gobierno de cuarta, sino que también para aquellos que se quedan en el mutismo político y por supuesto que también para los que le rinden pleitesía a los esbirros de la 4T.
Este gobierno de MORENA y su 4T en Puebla ha demostrado nula capacidad de análisis (ya lo esperábamos) para enfrentar los verdaderos problemas sociales que nos aquejan día con día a miles de poblanos, una ceguera absoluta por ver la realidad que nos atañe y duele, solamente se empeña en seguir polarizando a la sociedad con sus discursos de odio y sin contenido, demostrando que si los discursos son sin contenido es porque el que los pronuncia carece de total contenido.
Poblanos, aún no es muy tarde para corregir el rumbo, necesitamos corregir con urgencia, de lo contrario el futuro será apocalíptico para las futuras generaciones. La única forma y eso sépanlo bien, es organizarse como sociedad una sociedad que busque el desarrollo económico y social de todos, y para todos.
El Movimiento Antorchista en Puebla lo ha demostrado desde hace 45 años y así lo demuestra la forma en que se analizan los problemas y en las que se resuelven, no lo olviden, cada uno es hijo de sus obras, cada uno se da a conocer por lo que ha realizado en beneficio de los demás, Antorcha ya se conoce, pronto llegará un gobierno que demuestre que Morena y su 4T sólo era una farsa, un lobo disfrazado con piel de oveja.
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