El Movimiento Antorchista está cerca de cumplir medio siglo de vida. Nació en 1974 y desde ese momento no ha descansado un solo día en su lucha por lograr un mejor país, con condiciones de vida dignas para el pueblo de México. A eso y solo a eso se ha dedicado durante todo este tiempo nuestra organización. Nuestra lucha está regida por un proyecto de nación con 4 líneas de acción que buscan la mejora paulatina de nuestro país, a saber: 1) crear más empleos, 2) mejorar los salarios, 3) instrumentar una ley fiscal progresiva (que se paguen impuestos de acuerdo a la capacidad adquisitiva de cada individuo, que pague más quien gana más, que pague menos quien gane menos y quien no tenga posibilidad de pagar impuestos que se le den las armas para poder hacerlo) y 4) una reorientación del gasto público (dotar a la gente de lo que le haga falta de manera equitativa obras, servicios, educación, salud, vivienda, cultura, etc.; que el recurso de todos los mexicanos no solo se invierta en favor de las clases poderosas).
Desde la toma del poder del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se ha llevado a cabo una persecución política en contra del Movimiento Antorchista, como si fuéramos delincuentes. Primero se nos acusó de intermediarios (que nos quedábamos con recursos que le pertenecían al pueblo), de vividores del erario público y se llevó a cabo la congelación de cuentas bancarias de algunos de nuestros compañeros, se armaron delitos y persecuciones a activistas de la organización, se negó con muchas arbitrariedades la formación del partido local Movimiento Antorchista Poblano entre muchas otras acciones más que por espacio y tiempo no las enumero aquí. Pues bien, después de cerca de 3 años de 4T, ni una sola de estas acusaciones se nos ha podido comprobar y, sin embargo, persiste la consigna de desaparecer a nuestro movimiento, ¿por qué? Porque está claro que la lucha del Movimiento Antorchista Nacional no es bien vista por la clase en el poder y no le conviene a sus intereses particulares.
Fue en este contexto que en la jornada electoral del pasado 6 de junio, en Huitzilan de Serdán y Ocoyucan, Puebla, la mayoría de la gente eligió como sus gobernantes a candidatos antorchistas. En Huitzilan triunfó el maestro indígena Josúe Elías Velázquez Bonilla y en Ocoyucan el licenciado Rosendo Morales Sánchez. De esta manera se logró la continuidad de los proyectos de desarrollo antorchistas que nuestra organización ha impulsado para dichas comunidades, y cuyo éxito y aprobación por parte de las poblaciones respectivas es innegable, como lo demostraron los resultados electorales.
Las pruebas ahí están, muchas obras realizadas en beneficio de la comunidad y avances palpables en la calidad de vida, mejor educación, disminución de la delincuencia, mejor urbanismo, en una palabra, una verdadera oferta para sacar del atraso a los habitantes de estos lugares. Sin embargo, una vez más, el Gobierno morenista poblano encabezado por Miguel Barbosa Huerta -quien con toda seguridad sigue la directriz que le marca el presidente de la República- encabeza una embestida en contra de los antorchistas y pobladores de estos municipios; su intención es anular los resultados vía la más arbitraria y ruin de las estrategias, haciendo válidas impugnaciones que a todas luces son falsas y que además se presentaron fuera de tiempo y lugar. La violación de la ley por parte de las autoridades que gobiernan el estado es cínica y flagrante.
Pero el cálculo de los morenistas falla al no sopesar de manera de justa el número de antorchistas y nuestra capacidad de lucha. Hemos iniciado un plan de defensa de la democracia y los habitantes de ambos municipios ya demostraron el pasado 1 de julio, con una marcha de más de 7 mil personas en la capital poblana, que están dispuestos a defender su derecho.
Esto es una muestra de que los antorchistas poblanos no toleraremos la tiranía de Barbosa y Morena y que estamos dispuestos a luchar a capa y espada para que se respeten los resultados electorales. El antorchismo nacional se ha puesto en pie de lucha y a través de este escrito, los antorchistas atlixquenses nos sumamos a la denuncia de la situación que se vive en el estado de Puebla. Defenderemos los triunfos de estos dos candidatos y, de ser necesario, en los mismos municipios no permitiremos que se nos impongan consejos de autoridades, porque la gente ya eligió a sus gobernantes. Que conste.
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