El debilitamiento del sistema educativo de nuestro país, ha estado alarmando a cientos de miles de maestros, alumnos y padres de familia. Durante el periodo de gobierno de la 4T, la educación ha sido víctima de las malas decisiones de Lopez Obrador, empezando por el nombramiento de la Secretaria de Educación Pública.
La maestra Delfina Gomez quien debería estar al pendiente de la Secretaría de Educación Pública, de velar por los intereses de la educación, de dar solución a las demandas que hay en cada una de las escuelas del país, lo único que hace es velar por sus intereses y no por los de la masa de educandos.
Los niveles de deserción escolar son verdaderamente escalofriantes; si bien la pandemia fue la que provocó parte de esta deserción, quien tuvo la mayor culpa fue el gobierno de la 4T, por no generar un plan bien estructurado para atacarla. Otro factor que ha propiciado que la educación se encuentre en las pésimas condiciones en las que esta actualmente, es la falta de presupuesto que no justificó convincentemente la secretaria, para invertir en la remodelación de las escuelas, o en la construcción de nuevas, o para proveer de los insumos necesarios a fin de mantener el buen funcionamiento de las instituciones, para que que los estudiantes pudieran tener la tranquilidad necesaria que les permitiera adquirir su educación correspondiente, con un grado aceptable de calidad.
Quienes también se vieron afectados por los recortes en el Presupuesto de Egresos de la Federación fueron los maestros, ya que la mayoría de ellos, al vencerse sus contratos fueron despedidos, dejándolos en el desamparo total en medio de la pandemia y de la crisis, sin trabajo, ni esperanza de conseguir. Pero los maestros antorchistas que sí están conscientes, que entienden la necesidad de estudiar y de enseñar; no dejaron de preparar a los jóvenes, siguieron impartiendo sus clases a distancia, haciendo su labor con mucha más dedicación y con un convencimiento mayor, a pesar de las precarias condiciones en las que tienen que sobrevivir, por que ellos bien saben, que nuestra juventud es la vanguardia para luchar por un sistema que beneficie a todos los trabajadores de este país.
Maestros y estudiantes conscientes, obligados por sus circunstancias, han tomado la decisión de hacer uso de su derecho a la protesta, para denunciar la situación que viven, y exigir que se les haga justicia, que se les paguen sus salarios, que se les recontrate, que se les de seguridad social, y se ponga a funcionar el sistema educativo que, en las actuales circunstancias, esta prácticamente inerte.
El panorama educativo desalentador que reseñamos renglones arriba, nos esta diciendo a las claras, que es necesaria, indispensable la participación de todos los maestros, estudiantes, los padres de familia, para exigir que la Secretaría de Educación Pública, tome su papel, que busque y encuentre la salida que permita reorientar la actividad educativa actualmente casi yerta. Recordemos que un ignorante vive muerto, no permitamos que dejen a nuestra juventud indefensa, sin las armas del conocimiento.
Organicémonos para luchar y protestar, por que es nuestro derecho y nuestra obligación, si no lo hacemos nosotros, no habrá quien lo haga por nosotros.
¡Apoyemos la lucha de los estudiantes y de los maestros!
¡A protestar y a luchar por una mayor justicia social
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