Las promesas se cumplen y los antorchistas lo tenemos muy claro. Por eso, como prometimos, iniciamos una campaña de denuncia contra el morenista Bartí Batres, quien no atiende ni resuelve los problemas en la Ciudad de México.
El señor, ni modo, aceptó quedar al frente de la ciudad, tolerando que Claudia Sheinbaum siguiera con su campaña electoral, así que ahora debe responder por todo lo malo que su gobierno ha hecho y por todo lo que ha dejado en el olvido.
Y hay que decirlo, Morena en la capital representa un pésimo gobierno que no ha hecho más que ir saqueando los recursos públicos para cumplir los caprichos electorales de Sheinbaum. Para esto, los legisladores de Morena en el Congreso capitalino se han hecho de la vista gorda cuando la señora incurrió en subejercicio tras subejercicio, en una clara actividad ilegal de desvío de recursos, pues nunca se informó dónde quedaron. Esos fueron los guardaditos de Sheinbaum para su larga campaña.
Mientras tanto, miles de familias de comunidades a las que se les prometieron mejoras sustanciales, que serían cumplidas cuando Morena llegara al poder, siguen padeciendo la falta de servicios básicos a lo que todo ser humano tiene derecho, como agua potable, luz eléctrica, drenaje, etcétera, tras cinco años de fallido gobierno.
Han sido muchas las ocasiones en las que hemos acudido a las oficinas del gobierno capitalino y ni siquiera somos recibidos o nos envían policías para reprimirnos.
El viernes 6 de octubre, un centenar de granaderos enviados por el jefe de Gobierno, Martí Batres, reprimió la protesta que capitalinos organizados en el Movimiento Antorchista realizamos para denunciar que el Gobierno de la ciudad, presidido por el morenista, no resuelve los problemas sociales que aquejan a los más necesitados.
En el quinto informe de gobierno de CDMX, Martí Batres hizo alarde de logros en la capital que se desmienten con los datos reales de los capitalinos que tenemos que sufrir pobreza y marginación.
La intención era llegar en una marcha pacífica al Congreso de la Ciudad de México, pero fuimos encapsulados en el cruce de las calles Motolinía y Tacuba por un centenar de policías y granaderos, quienes armados de pies a cabeza nos impidieron el paso a punta de golpes y empujones que propinaron al por mayor, sin importar que fueran mujeres, niños o jóvenes a quienes golpeaban.
Este hecho fue difundido a través de las redes sociales. Algunos medios de comunicación, muy contados, se solidarizaron con nuestra causa y denunciaron esta nueva represión, del gobierno de la ciudad en papel de verdugo. Con Morena a la cabeza, por lo visto, les encanta jugar ese papel; algo para análisis y reflexión de los mexicanos, que deberían observar cómo se comporta el gobierno en turno.
Se trata de un gobierno que no tolera que el pueblo organizado exija resultados, pues ellos quieren, por la malas, que se les rinda pleitesía y, como dijo el inquilino de palacio, quieren obediencia y lealtad a ciegas.
Esto sucedió en el marco del quinto informe de gobierno, que le tocó a Martí Batres rendir, y en el que el mandatario hizo alarde de logros en la capital del país que se desmienten con los datos reales de los capitalinos que tenemos que sufrir pobreza y marginación. O inundaciones, como la ocurrida a los habitantes del predio El Porvenir, en Tláhuac.
Los afectados perdieron todas sus pertenencias en una inundación generada por el colapso del drenaje, debido a la falta de mantenimiento del gobierno en turno. Miles de familias que no cuentan con vivienda piden apoyo, y millones de capitalinos que tenemos que viajar en un metro inseguro en donde peligra nuestra vida, también por el nulo mantenimiento del gobierno morenista, ponemos en riesgo nuestra vida al salir a las calles a ganarnos el sustento, por la ola de violencia e inseguridad que se vive en la CDMX.
El Movimiento Antorchista capitalino y de todo el país reprueba la actitud del mandatario morenista, quien no conforme con tener sumida a la capital del país en medio de la pobreza, la inseguridad y la falta de servicios básicos, continúa sin atender los problemas sociales, y ahora se atreve a atentar contra el derecho a la manifestación que reza en la Constitución.
Y que quede claro que continuaremos luchando para que a los más pobres de la ciudad se les atienda: no nos van a amedrentar sus amenazas, pues el pueblo pobre nada tiene que perder más que sus cadenas.
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