Muchos mexicanos humildes en el 2018 acudieron a las urnas a emitir su voto, en su mayoría por “el nuevo partido” que disputaba por primera vez una campaña electoral. Un partido que su creador e ideólogo pronunció cientos de veces en diferentes foros y eventos, que cuando ellos gobernaran, su gobierno no iba a ser al modo de los prianistas, que ellos iban a hacer diferentes las cosas. Finalmente, los mexicanos le dieron el voto de confianza a López Obrador y a su partido, que pretende, según, regenerar a México.
Estamos a la mitad del gobierno de Morena, y faltan tres años para que el pueblo mexicano tenga la oportunidad de elegir a otro mandatario, ya sea con el mismo partido político que gobierna actualmente, o con otro partido, que seguramente serán los mismos políticos, los llamados chapulines. En este tercer año, por cuarta vez consecutiva, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, otra vez deja fuera a cientos de colonias humildes, que en pleno siglo XXI, no tienen agua potable, energía eléctrica, centro de salud, red de drenaje, escuela, carreteras, etc.; como también hay miles de familias que no tiene una vivienda digna, ni los trabajadores un salario digno, y por tanto están en sumidos en una espantosa pobreza. Pero, bueno, ¿cómo fue que a los magníficos diputados y senadores de la 4T (que son mayoría en las dos cámaras) se les haya pasado esto tan importante? ¿En qué estaban pensando cuando estaban aprobando el recurso que se va a invertir en siguiente año? No sé en que estaban pensando, pero en “primero los pobres” no, ni en regenerar al país y menos en aquéllos que les dieron su voto en 2018. Más bien estaban pensando en complacer las ordenes del “zar” López Obrador, quien les pidió que el presupuesto, propuesto por el Ejecutivo no sufriera alguna modificación alguna, ni se le quitara una coma siquiera, en esto estaban pensando los morenistas dizque representantes del pueblo, en complacer al Peje antes que a los necesitados.
Pero recordemos algunas cosas que hacían los priistas y panistas cuando tuvieron la oportunidad de dirigir este gran y rico país que se llama México. En los tiempos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, cuando ellos tenían también la mayoría en las cámaras, ¿acaso no hacían lo mismo? Sí, hacían lo mismo, aprobaban lo que ellos querían o, mejor dicho, lo que a ellos les convenía. Hay un parecido entre el actuar de los morenistas y el de los priistas y panistas, y esto tiene una explicación de fondo, que sin tanto rollo, el fenómeno se explica que Morena está formado de desertores priistas, panistas, perredistas y demás, que por alguna razón abandonaron su partido para enfilarse en Morena y así poder chupar un hueso. Pero no pensaron que, al aceptar a alguien, se acepta con todas sus virtudes y errores. No crean que las mañas en automático se eliminan o se quedan en el partido que dejan.
Amigo lector, el PEF 2022, aprobado por los diputados de la 4T, vuelve a dejar fuera a las colonias que les faltan servicios básicos, y en vez de ello, se destinan grandes cantidades de recurso a caprichos del presidente como son el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el aeropuerto en Santa Lucía y programitas electorales, destinados a comprar votos para las siguientes elecciones. En Hermosillo, hay colonias que están sumidas en un verdadero atraso desde hace años, en la costa hay familias que tiene que padecer los estragos de las altas temperaturas en verano por que no cuentan con energía eléctrica ni agua potable. Aquí es donde se debería priorizar el gasto de nuestros impuestos que pagamos día a día. Con el PEF 2022, Morena no construye un mejor país, sino que lo destruye.
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