Considero importante hablar sobre la pasada justa mundial de fútbol que se realizó en Qatar, a pesar de ya haber transcurrido unos cuantos meses, lo cierto es que cuando la razón impera la verdad se vuelve más duradera, pues bajo el cimiento de mi análisis destaca primero la actividad deportiva como promotora del esparcimiento y salud de los individuos, segundo el enriquecimiento a costa de figuras deportivas y clubes.
El fútbol es uno de los deportes más practicados en el mundo, lo que ha reproducido una serie de vicios de quienes lo promueven, tal es su impacto en la sociedad, que ha repercutido en conflictos y enfrentamientos entre aficionados, pero los conflictos económicos también se hacen presentes, aunque de manera más mesurada. Las televisoras y canales deportivos buscan siempre tener la exclusiva de los equipos de fútbol más importantes de México, a la selección mexicana y jugadores; como también la transmisión de partidos de las principales ligas del mundo. En esa carrera y casi en el mismo orden están también las marcas, quienes no están dispuestas a quedarse sin patrocinar a las figuras.
Explico esto para dar a entender que el fútbol más que un deporte que contribuye al esparcimiento es un negocio del capital, deporte al que, por cierto, muy pocos pueden acceder. Entrando en temas del mundial de Qatar, quiero afirmar, que este costó vidas humanas, vidas de más de tres mil obreros migrantes de Bangladesh, India y Nepal, obreros que fueron engañados, pues la compañías que se encargaban de contratar a los obreros migrantes, prometían buen salario y condiciones laborales buenas, pero lamentablemente esto no fue así, mientras que en Nepal se les decía a los obreros que el pago por semana sería de 300 dólares en realidad estando en Qatar los contratistas solo les pagaban cerca de 190 dólares, con el argumento de que les tenía que descontar los gastos del traslado migratorio y el hospedaje que les brindaban. Miles de trabajadores se vieron obligados a quedarse a trabajar bajo esas condiciones, pues muchos estaban sujetos a un contrato, además de ser migrantes.
Qatar ha sido catalogado como el mundial de la vergüenza, el mundial del capricho de los imperialistas del mundo árabe, pues desde que la FIFA eligió a ese país como sede del mundial, muchos expertos del tema se manifestaron al respecto, por ejemplo, David Faitelson, famoso comentarista de la cadena de ESPN, dijo que como la FIFA puede ser tan cínica, al aprobar un mundial en un país donde nadie juega al fútbol. Es cierto en Qatar casi nadie practica el fútbol, una de las razones son las altas temperaturas, pero eso que importa, para los imperialistas árabes eso no era problema, armar una selección de fútbol que les representara era lo de menos, al fin ganar no era lo más importante, el reto estaba en construir la infraestructura deportiva, y el tiempo les comía porque tenían que construir ocho gigantescos estadios en tan solo 10 años y sí lo lograron, pero acosta de la vida de miles de obreros. El fútbol se manchó de sangre.
No fue lo único del mundial de la vergüenza, el campeón del trofeo mundialista estaba decidido desde el día uno, Argentina, la selección que perdió contra Arabia Saudita, casi todos los partidos los ganaron en rondas de penales, con un gran margen de ayuda de los árbitros. Bueno, ustedes dirán y Argentina qué tiene que ver con los intereses del imperialismo, bueno, en ese país juega una de las máximas figuras del fútbol contemporáneo, para algunos el mejor del mundo, pero no para todos, ¿qué le hacía falta?, ser mejor que Cristiano Ronaldo y eso solo se conseguía ganado la copa del mundo.
El gran interés de los capitalistas en hacer campeón del mundo a Argentina radica entre la disputa de estos dos personajes, el capitalismo necesitaba una cara que vendiera y claro esa no podía ser la del portugués. En 2021 en una rueda de prensa el deportista conocido como Cristiano Ronaldo, apartó de su lado un refresco de la marca Coca Cola, con la frase, prefiero agua, este gesto insignificante le causó al día siguiente una caída al Grupo Coca Cola de casi cuatro mil millones de dólares en la bolsa de valores. Desde aquel momento nadie quiere a este jugador, pues esa acción le costó millones a un grupo muy importante de empresarios. Tampoco Francia era la elegida para ganar el mundial, precisamente porque la figura del equipo francés está en contra del patrocinio, kilan Mbbape, tampoco era la cara que se necesitaba, futbolísticamente Francia fue el mejor equipo del mundial, económicamente Argentina era lo que el capitalismo impuso para ganar.
El fútbol y muchos deportes han sido privados de las manos del pueblo, los clubes deportivos no están formando fuerzas básicas y mucho menos están promoviendo la formación de jugadores locales. Tenemos que revivir al deporte en México pues, así como el ejemplo del mundial hay muchos y en nuestro país pasa, si tienes las condiciones económicas trascenderán como deportista, si no las tiene, que la suerte te acompañe.
Antorcha cada dos años trata de romper con el fallido esquema deportista mexicano, sistema que excluye a jugadores y deportistas locales. Con la realización de la Espartaqueada Deportiva estamos dando acceso a deportistas del pueblo, para que vaya destacando y tenga la posibilidad de enfrentarse con deportistas de otros estados del país. Tal justa deportiva se llevará a cabo en el municipio de Tecomatlán, Puebla, del 6 al 14 de mayo del presente año.
No me queda más que hacer la reflexión a las autoridades locales, a que metan el hombro e impulsen el deporte en Quintana Roo, que apoyen al selectivo de jugadores que representará al estado en la próxima Espartaqueada Deportiva que promueve el Movimiento Antorchista Nacional.
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