En el primer informe de gobierno, que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda expuso ante los ciudadanos de Guerrero, el pasado 17 de octubre, comunicó que con la inversión de 75 millones de pesos su gobierno aseguró, en este primer año de administración, la cobertura de la educación media en el estado.
Esa noticia, de ser cierta, es un logro de mucha importancia en este nivel educativo, dado que miles de jóvenes tendrán la oportunidad, relativamente, sin mucho contratiempo de cursar una carrera universitaria, y los pendientes serán seguramente atendidos y resueltos sin muchas complicaciones. Entre estos pendientes, se encuentra la necesidad de otorgar reconocimiento oficial a cinco telebachilleratos comunitarios, que se encuentran, uno en la comunidad de Zacualpan del municipio de Ometepec; otro en la colonia Plan de Ayala de la ciudad de Chilpancingo; dos en Acapulco; otro en la comunidad de Apalani; uno en la localidad de El Playón, y otros más en la comunidad de Valle del Río, en el municipio de Coyuca de Benítez.
Todos esos telebachilleratos, juntos reúnen a casi 250 jóvenes entusiastas que diariamente acuden a sus humildes instalaciones a recibir las clases que sus dedicados profesores les imparten. Estas cinco modestas instituciones educativas han brindado a sus localidades cuatro generaciones escolares con la consecuente oportunidad de que los jóvenes continúen sus estudios en el nivel superior.
Durante seis años, los padres de familia, profesores y alumnos han solicitado a las autoridades educativas del estado, regularizar los estudios en estas escuelas, sin embargo, los directivos de este nivel escolar, han encontrado siempre suficientes excusas para no hacerlo. Las gestiones, hasta ahora, solo han logrado el reconocimiento de los estudios de los alumnos a través de la autorización de algunas extensiones, pero esta situación los priva de tener instalaciones dignas, salarios de los profesores y participar en las diversas actividades del sistema.
La educación es un derecho humano para todos los ciudadanos del mundo, de todas las condiciones sociales. Este derecho, se reconoce desde 1948, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en su artículo 26 que estipula que la educación debe ser gratuita y obligatoria en lo que concierne a la educación elemental y fundamental, la instrucción técnica y profesional será generalizada y el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
En nuestro país, el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos indica que todo individuo tiene derecho a recibir educación y que el Estado mexicano, integrado por la federación, estados y municipios, impartirá la educación preescolar, primaria y secundaria, destacando que dichos niveles educativos son obligatorios. Desde el año 2012, la educación media superior también es considerada obligatoria. La educación, lo dice también la Organización de las Naciones Unidas, es el medio principal para que toda persona menor de edad o en edad adulta pueda desarrollar sus capacidades y habilidades y participar activamente en la sociedad.
El necesario reconocimiento oficial de los cinco bachilleratos, fundados por la necesidad de hacer realidad la preparación académica y cultural de muchos jóvenes, que solo mediante su iniciativa, la de sus padres y la solidaridad de sus profesores, están haciendo realidad el derecho constitucional y humano a la educación, debe ser tomado en cuenta por lo que las actuales autoridades políticas y educativas, para su solución.
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