Siempre denunciaremos con todo lo que esté a nuestro alcance y alzaremos la voz para gritar los abusos, atropellos e injusticia de cualquier índole que se comentan contra las mayorías sin patria y sin pan literalmente, no descansaremos hasta hacer que la riqueza social se reparta en sus formas más diversas entre todos las que la producen. No debemos aceptar ni seguir permitiendo que el pueblo siga pagando las inhumanas consecuencias económicas del sistema neoliberal que hoy impera en México y el mundo. La inflación en los productos básicos para el consumo de las grandes mayorías es un agravio que debe despertar conciencias y dejar lecciones en cada uno de los afectados, ahora no solo nos debemos de conformar con consumir alimentos de pésima calidad, sino que ahora son caros. Así está la realidad cruda y difícil realidad.
La escalada de alza de los precios en los alimentos está imparable desde hace varios meses, esto es cada vez más preocupante, porque afecta gravemente a los sectores sociales de más bajos ingresos, sumando aproximadamente a más de 100 millones de mexicanos, dándose un aceleramiento durante el mes de junio, no visto en dos décadas.
Con datos de Índice Nacional de Precios al Consumidor, creció 0.49 %, la inflación general anual se ubicó en 7.88 %, la tasa más elevada desde la primera quincena de enero del 2001. Las frutas que más han incrementados sus precios en promedio de un alza anual, están: sandía 22.92 %, naranja 20.47 %, plátano 23.08 %, manzana 16.09 %, papaya 14.06 %, piña 11.03 % y el melón 21 %.
En cuanto a las verduras, las que más han incrementado sus precios, están la papa 46.13%, ejotes 25.56%, chayote,15.05%, chile seco 13.07%, chiles verdes 21.33 %, cebolla 18.06 %, zanahoria 15.08 %, calabaza 19.02 %. En los productos cárnicos y avícolas que más han sufrido un aumento anual, son: huevo 21.13 %, pollo 17.33 %, carne de res 15.64 % y pescado 14.07 %. Las grasas y harinas: aceites 27.14 %, manteca animal 13.88 %, manteca vegetal 38.99 %, harina de maíz 14.12 %, harina de trigo 31.08 %. En el sector energético el incremento es; gas doméstico 18.66 %, electricidad 10.64 %, gasolina 7,71 %.
Esta alza de los productos básicos es un duro golpe directo a los bolsillos de los trabajadores que perciben entre uno o dos salarios mínimos y trabajan en el sector informal, ya no se diga de los desempleados. La pérdida del poder adquisitivo del salario afecta directamente a los más vulnerables, se siente cada vez que asisten semanalmente las familias a los tianguis, súper o tienda de la esquina. Se desvanece la posibilidad de que los más desposeídos puedan comer algo más sano y balanceado: carnes, lácteos, verduras, frutas, cereales, grasas, por ahora eso ni pensarlo.
Pueden ser varias causas internas o externas por las cuales se ha generado el alza de los precios en los alimentos y productos básicos. La inflación, la escasez de materias primas, los estragos de la pandemia, la reactivación de la economía internacional, las agresiones a Rusia, las políticas erróneas de los dueños del gran capital, etc. Pero de lo que no queda duda es que las acciones gubernamentales federales han sido insuficientes y erróneas para frenar la inflación. Los diferentes programas sociales, las becas para los estudiantes, las grandes obras de relumbrón, el tren transoceánico, amortiguarán o resolverán esta grave crisis que estamos padeciendo.
Basta de seguir echando culpas ajenas y a los gobiernos anteriores, que alguna culpa o muchas deben de tener, pero después de tres años y medio de gobierno, es tiempo suficiente para que el gobierno actual de la 4T muestre resultados palpables en favor de las capas sociales más desprotegidas, todo lo que hasta ahora se está haciendo son ocurrencias, caprichos, acciones electoreras, por un gobierno que no tiene claro un plan de nación y anda dando palos de ciego. Ya estaremos viendo en el corto y mediano plazo todas las malas consecuencias de esta alza de precios.
Una vez más los que nos tenemos que apretar el cinturón y consumir menos, porque el salario no alcanza para comprar completa la canasta básica, somos los que producimos la riqueza social, una absurda pero cierta contradicción, aquí queda más que claro de manera irrefutable que en este sistema económico neoliberal los platos rotos los pagamos las mayorías, los de abajo, la clase trabajadora.
No se necesita saber mucho de economía para saber que cuando los precios de las mercancías suben, el dinero que reciben los trabajadores en forma de salario alcanza para comprar menos bienes de consumo, esto va provocando un empobrecimiento en las grandes mayorías, paulatinamente. La inflación, un mal inherente al sistema de libre mercado, lastima a los más pobres, problema no sobrehumano que escape a las manos del hombre para resolverlo. Por ello, urge elevar la productividad, apoyar en serio a las ramas productivas primarias, fortalecer el mercado interno. Diseñar un modelo económico a corto, mediano y largo plazo, que establezca plazos y metas precisas, donde se cuantifiquen las inversiones y se midan resultados, mediante parámetros de evaluación rigurosos. El alza de los precios es otra forma de hacer pagar los errores económicos al pueblo trabajador, claro, porque los adinerados, lo que les sobra es dinero y pueden comprarse lo que quieran al precio que sea.
Para diseñar y construir otro México, que todos añoramos, necesitamos que las mayorías comprendan y hagan suyo el planteamiento de que los grandes cambios y transformaciones sociales las hacen los pueblos con su gran fuerza intelectual y física. Tarea nada fácil, pero no imposible, la realidad social la exige y la necesita, por ello, compañeros, a seguir estudiando y luchando juntos, seguros estamos que juntos venceremos las adversidades y saldremos adelante. Adelante, compañeros antorchistas, con paso de gigantes, que urge cambiar de raíz este mundo injusto en el que vivimos.
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