—Señor presidente… la inflación está casi al 8 por ciento.
—No se diga más: ¡Peña al escenario!
Antes que nada, yo, Magali, quiero lanzar una pregunta un poco incómoda para los miles de amlovers que existen en México.
—Oye, ¿No te da vergüenza defender lo indefendible?
Respóndela, mexicano, sí, tú, quien aplaude ciegamente el proceder mercenario-político de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sus cuestionables resultados en seguridad nacional con los abrazos no balazos, con una militarización del país, prácticamente a merced del narco; por ejemplo, El Culiacanazo, los fusilados en Michoacán y el reciente asesinato de dos religiosos jesuitas…, las obras de relumbrón sin brillo, el contraataque a periodistas que se han atrevido a cuestionar a tu cabecita de algodón, a los miles de enfermos de cáncer que lo increparon, y él, en respuesta les llamo desestabilizadores de gobierno, sí, a quien vendría a meter a la cárcel a todos los corruptos del país, que, por cierto, me gustaría nombrases a uno que ya esté tras las rejas. Le podría sumar otras cositas, ¡Pero ya me cansé!
Perdón, pero también les recuerdo que acaba de inaugurar una refinería que ¡aun no refina nada!
Y lo hago con el único fin de que reflexionemos juntos sobre la dirección que esta tomando nuestro país.
A sabiendas de que este año debe ser de recuperación, de que las familias de México y el mundo vienen amortiguando un poco el golpe en salud, empleo y alimentación por el coronavirus, éste no da tregua y tenemos encima una quinta ola, que si bien esos pajarracos ataviados en traje y bata médica han dejado de contar y cantar, la ola se está tomando con ligereza y poca precaución.
En México, la esperanza de que después de la tormenta sale el sol, se esta eclipsando, pues según el INEGI, el miércoles 6 de julio reportó que la inflación cerró a junio de 2022 en 7.99 puntos porcentuales, el porcentaje más alto en 21 años. Noticia gravísima para la economía de los mexicanos, misma que debe ser tomada en consideración para buscar cómo frenar ese crecimiento inflacionario y tratar de que los más humildes del país no la tengan que pagar.
Pero esta noticia no trascendió, este mismo miércoles 6 de julio los principales diarios de la ciudad, las redes sociales y demás entes informativos destacaron que la poderosísima Unidad de inteligencia Financiera (UIF) da a conocer que tiene una exhaustiva y delicada investigación contra el expresidente Enrique Peña Nieto, proceso revelado en voz de su titular, Pablo Gómez.
El resultado que acaparó la atención de la mayoría de los medios fue que Peña recibió 26 millones de pesos, entre 2019 y 2021, de forma fraudulenta… 26 millones, para uno que es pobre es un chingo de dinero, pero para los ricos es nada. Para el presidente López Obrador vale más el escándalo por 26 millones de pesos que la economía en México que va en picada, está cayendo a un precipicio. Les diré, anda más preocupado contando los chiles de centavo y dejando que la zorra se lleve a la gallina. ¡Aplausos para el peje!
Pero tú, mexicano, verás que el aceite, el huevo, la tortilla subirán más de precio, la gasolina sigue siendo cara y aunque le dieran de nalgadas a Peña y le hicieran regresar esos 26 millones, si nos regresaran a cada uno de los mexicanos es lana no nos toca ni de 20 centavos a cada uno... ¿A poco no valdría más que el presidente dedicara su valiosísimo tiempo de las mañaneras en aplicar medidas económicas que frenen esta devastadora crisis inflacionaria? Pero ya ven la calidad de presidente que tenemos, está en el chisme y la olla de los frijoles se le está quemando.
Pregunto: a estas alturas del partido, ¿Habrá gente que le siga aplaudiendo? Lo de Peña es un distractor más, el país se esta cayendo a pedazos y ocupaba un poco de circo para mantener quieta a la sociedad, por que el pan ya lo esta repartiendo en sus bequitas que poco ayudan. Pues aunque reparte dinerito, las obras sociales dejaron de llegar a las colonias, ¿y la gente va a pavimentar las calles de su colonia con sus becas o va a poder meter el drenaje con las migajas que le dan cada bimestre? Claro que no. Pero quien recibe su beca no esta preparado para esta conversación, mucho menos quien ni recibe beca, ni tiene obras que mejoren el desarrollo de sus colonias.
Que se den de nalgadas entre ellos, los de las élites políticas. Si alguien la debe que la pague. Pero a la ciudadanía la han dejado a su suerte, con una inflación del casi 8 por ciento, una quinta ola de la covid-19 sin cuidado ni apoyo, sin obra social, en temporada de huracanes sin fondo para desastres naturales.
Nos toca sortear muchos problemas, como clase social trabajadora debemos defendernos juntos, organizarnos y, sobre todo, educarnos para que en el futuro el circo, maroma y teatro que quiera encubrir un problema mayor no logre su objetivo de distraernos. Al toro… ¡Por los cuernos!
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