Tenemos un modelo de país trazado, un camino bien definido que, con el transcurrir de los años, en él se ha ido fortaleciendo y perfeccionando la superestructura actual, y cada día se afina su funcionamiento, pero siempre, en la senda del modelo económico capitalista marcado por los dueños del dinero. Y como dice Calderón de la Barca, en su poesía: “Poderoso Caballero, don Dinero”. Pero ¿es éste el mejor modelo económico para el obrero?
La acumulación de riqueza es el objetivo inmediato del capital, y no hay obstáculo que no pueda superarse con el poder del dinero. Todo es mercancía, y, como tal, todo tiene un precio por la cual se vende y se compra. Y el Estado es el garante de que todo funcione conforme al interés del gran capital; la fuerza estatal que se materializa en la seguridad pública presta, siempre, a resguardar la propiedad privada que le dio origen, que le da vida y funcionamiento para su interés inmediato.
Son pues, las fuerzas armadas, quienes abren la brecha de los mercados en países huraños, cuando los tratados de libre tránsito de mercancía no prosperan; aparecen las bayonetas, prestas a imponer el interés de quienes las ordenan. Todo aquello que impida desarrollar el modelo económico capitalista, es enemigo jurado a vencer. El ansia de dominio, la obsesión del poder absoluto, para imponer la bota americana en el mundo a toda costa; y el precio es la sangre, el sufrimiento y la destrucción total, de ser necesario. Y que nadie se atreva a practicar un pensamiento diferente.
Es necesario desarrollar una política económica más humanista, en la que los trabajadores tengan mejores condiciones de vida, que disfruten del producto del trabajo diario y no sean máquinas productoras de mercancías que se desechan al final de su vida productiva, dejándolos en el abandono y olvido.
Los tambores de guerra que suenan en Ucrania y Rusia, los que atizan el fuego bélico, son los mismos productores de armas que ven la oportunidad de limpiar sus bodegas de mercancías que están caducando. Y que se cuentan por millones de dólares.
“En la guerra actual ha recibido [Ucrania] 77,000 mil millones de dólares en casi 80 días en equipamiento militar, y 37,000 mil sistemas antitanques; 17,000 mil MANPADS, cientos de pieza de artillería, cientos de drones de combate, 26.000 mil mercenarios”. Según la página Guerras del Siglo 20, 13 mayo 2022.
¿Qué intereses tan grandes mueven a los países que invierten grandes cantidades de dinero en esta guerra? ¿Amor al pueblo pobre de Ucrania?
Estados Unidos (EE. UU.), es el más interesado en esta guerra. Es el afán de dominio mundial, los ojos están puestos en China y Rusia, y es el pasó inmediato a las puertas del país oriental, es el sometimiento a los pueblos que practican ideas contrarias al modelo económico capitalista. Somos testigos de las imágenes que se comparten en las redes sociales donde pueblos enteros destruidos, humillados, saqueados de sus recursos naturales, y los vencedores que se ufanan de sus vergonzosos e inhumanos logros. Ahí tenemos a Irán, Afganistán, Irak, Somalia, Yugoslavia, Libia, Siria, Cuba y Venezuela, solo por mencionar algunos. Dónde la muerte y destrucción es un negocio de los amos del dinero; las grandes corporaciones armamentistas, como Alemania, Francia, Inglaterra, la república Checa, y el principal productor de armas bélicos, EE. UU.
Los pueblos de México deben de saber qué es lo que sucede en el mundo entero, deben saber cómo afecta todo esto a nuestra economía local, con una guerra que se libra al otro lado del planeta.
¿cuál es la relación comercial de México con Rusia? Es cierto que no tenemos una relación comercial significativa, nuestro mayor consumo de este país es la importación de abonos nitrogenados, que son necesarios para nuestra producción agrícola y ganadera, que al escasearse elevan los costos de la canasta básica para nuestra alimentación; con el salario no se cubren los gastos del hogar y se genera una crisis social.
Desde nuestros pueblos y colonias, tenemos que seguir luchando, exigiendo que se resuelvan nuestras demandas ante las autoridades correspondientes. Como dije líneas arriba, vivimos en un país con políticas públicas capitalistas, y, es por eso, que este gobierno miente con sus palabras al decir, que es un gobierno del pueblo, cuando, no hay solución de sus demandas, como los que padecen los solicitantes de lotes para la vivienda de Tecomán, que llevan meses buscando la respuesta de la Gobernadora Indira Vizcaíno. Continuaremos con nuestra lucha porque es justa y necesaria.
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