El pasado 6 de junio se llevaron a cabo las elecciones intermedias en todo el país, en donde se renovaron algunas gubernaturas, congresos locales, Cámara de Diputados y presidencias municipales.
Desde antes que empezaran las campañas formales se preveía que sería una elección complicada por dos factores fundamentales; primero porque desde meses atrás el presidente de la República anunció públicamente que se convertiría en “guardián de la democracia”, eufemismo que utilizó en una sus mañaneras para justificar su intromisión en las elecciones y apuntalar a los candidatos de su partido; segundo, por la intromisión del crimen organizado para controlar plazas e imponer su ley en muchos estados y municipios.
En el caso del estado de Puebla, se eligieron diputados federales, diputados locales y presidentes municipales.
También en Puebla se vivieron unas elecciones complicadas, no tanto por la participación del crimen organizado, pero sí por la intervención del partido en el poder: Morena, ya que de manera descarada y cínica operaron con recursos públicos provenientes de los programas sociales, con servidores públicos de marcado sello morenista y con amenazas y coacción hacia los ciudadanos a quienes obligaban a votar por los candidatos de Morena so pena de no recibir más los apoyos del gobierno federal. Fue así como se hicieron de municipios y distritos importantes.
En Ocoyucan se hicieron todos los intentos por descarrilar la campaña de Rosendo Morales Sánchez, quien participaba para la reelección gracias al apoyo de los ciudadanos que vieron en su gestión a un buen gobierno municipal.
Sin embargo, las fuerzas oscuras que pretenden hacerse con el poder municipal en Ocoyucan no escatimaron recursos ni medios para lograr su objetivo, pues los otros candidatos y sus respectivos equipos basaron sus campañas en agresiones verbales, insultos, calumnias, intimidaciones y atentados en contra del candidato tricolor y sus seguidores.
Especialmente agresivos fueron los ataques del candidato del PAN, Jesús Giles Carmona, quien en lugar de realizar propuestas para el municipio se dedicó a denostar, calumniar y atacar a Rosendo Morales y al Movimiento Antorchista, acusándolos de ladrones, violentos, saqueadores del municipio, cáncer social y otros calificativos propios del lenguaje florido de Giles Carmona; a estas descalificaciones siguieron los intentos de asesinatos y atentados en contra de candidato de Antorcha y sus colaboradores.
Con todo y esa serie de atropellos y agresiones, el día de la jornada electoral Morales Sánchez se alzó con la victoria demostrando así que la razón y el apoyo de la ciudadanía estaban de su lado, pues del total de la votación, el priista logro obtener 5,830 votos contra 4,188 votos del candidato del PAN Jesús Giles.
Sin embargo, el ex candidato del PAN ha tenido el cinismo y la desvergüenza de objetar el triunfo y ha interpuesto un recurso de inconformidad ante el Instituto Electoral del Estado, alegando irregularidades durante la jornada electoral, tal recurso de inconformidad está plagado de inconsistencias y más bien parece que el ex candidato está siguiendo una orden de quienes se empeñan en atentar contra la democracia y la voluntad ciudadana en Ocoyucan, pues solamente así se explica que ante tan aplastante derrota tenga ánimos de impugnar una elección limpia y democrática como lo fue en este municipio de la zona conurbada.
Por estas razones y haciendo uso de sus derechos civiles, político y electorales consagrados en la Constitución de México, el equipo de Rosendo Morales y el Movimiento Antorchista han iniciado la defensa legal, jurídica y política contra este fraude que se pretende consumar desde las esferas del poder.
Lo relevante en este caso es que el Instituto Electoral ha incurrido en actos ilegales como recibir la impugnación cuando tenía que ser presentada ante el Consejo Municipal Electoral; tan solo este hecho constituye una causal para su desechamiento.
El Instituto Electoral del Estado y el Tribunal Estatal Electoral tienen la responsabilidad de que no se violen los derechos ciudadanos y no se violente la democracia en este municipio, si estos actúan apegado a derecho el triunfo contundente de Rosendo Morales será ratificado, como debe de ser, pero si este órgano que se supone debe ser garante del voto ciudadano y de la democracia mexicana se deja presionar por los poderes del gobierno del estado y del país cometerán un error muy grave y deben asumir su responsabilidad, porque los ciudadanos consientes que hoy defienden el legítimo triunfo obtenido en este municipio se multiplicaran por muchos miles en todo el estado y el país y no permitirán que se consume una injusticia; por tanto, los responsables de lo que pase en Ocoyucan en los próximos días, tienen nombre y apellido. Que conste.
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