Los antorchistas dimos una prueba irrefutable de nuestra fuerza política y organizativa, al realizar nuestra campaña por la presidencia municipal de Santa Clara Ocoyucan apegados totalmente a la ley, respetando los códigos electorales y, sobre todo, respetando los topes de campaña: dimos esta justa política en favor y representación de quienes han encontrado en los candidatos antorchistas las propuestas mejor estructuradas y más inteligentes que, en la realidad, se han manifestado a través de obras y servicios de diferente índole, que han marcado pauta para el crecimiento de este municipio. Esta lucha electoral es también una muestra palpable de nuestra lealtad y fidelidad a los principios que sostenemos firmemente desde el nacimiento mismo de nuestra organización, principios que, en efecto, van encaminados al bienestar y el desarrollo de la calidad de vida de los 100 millones de mexicanos que vivimos en el olvido y en condiciones muy deplorables.
Cabe aquí recalcar que esta contienda electoral no fue nada fácil; los enemigos del progreso, y quienes ven lastimados sus intereses personales y económicos se valieron de artimañas, mentiras y engaños para tratar de impugnar los resultados, además del uso de la violencia con armas de fuego (rafagueando las casas de campaña y los vehículos en que hacían la labor los compañeros), como un intento para amedrentar e inducir el miedo y de esta manera frenar el trabajo de los ocoyuquenses. Sin embargo, nada pudo detener a aquellos hombres, aguerridos y valientes, que han obrado siempre, en favor de los más desvalidos.
¿En quiénes se respaldaron y por quién fueron movidos finalmente estas atrocidades? No hay lugar a dudas de que, todos estos actos, fueron orquestados desde el mismo consejo y junta directiva del IEE, organismo que, por profesionalidad y veracidad, debería ser autónomo e imparcial. Pero eso no es todo, sabemos bien que quien lleva las riendas (o debería llevar, porque en realidad no ha hecho absolutamente nada sino obedecer las órdenes y mandatos de “ya saben quién”) del Estado, es quien tiene metido las manos y ha ordenado directamente frenar y disipar cualquier intento de formación de un nuevo partido. Tal ejemplo, y aún a pesar de haber cumplido en su totalidad, y hasta con creces, los requisitos solicitados por el mismo Instituto Electoral del Estado, fue la cancelación y negación del registro del partido “Movimiento Antorchista Poblano” (MAP), partido que sería totalmente el contrapeso de su gobierno. ¿Quiénes son los temerosos e indignos, que se valen del poder que tienen para intentar frenar a la organización de los pobres de México?
Desde este medio hacemos un llamado enérgico a las autoridades competentes para que se haga valer la democracia y la decisión de los ocoyuquenses y, además, exigimos se respete y que no se siga violentando el Estado de Derecho, de no ser así, el día de mañana estaríamos viviendo ante las formas de gobierno más primitivas y rapaces.
Adelante camaradas antorchistas, adelante compañeros de Santa Clara Ocoyucan, que no cese nuestra lucha hasta ver realizados nuestros objetivos. No hay duda, ganaremos nosotros, los más humildes.
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