El domingo 14 del mes corriente en la Cámara de Diputados se aprobó en lo particular y en lo general del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el año 2022, este fue muy bien recibido por el presidente Andrés Manuel, ya que responde a sus interese políticos y a los de su partido, pero cabe hacerse unas preguntas: ¿Se ven reflejadas en el PEF las necesidades más sentidas del pueblo mexicano? ¿Tendrá más apoyo la educación? ¿Se ha reforzado al sector salud? ¿Habrá más seguridad para el pueblo trabajador?

A las preguntas anteriores hay una respuesta breve, un rotundo “no”, el PEF del año siguiente, como los de este sexenio, obtuvo un pase directo y ninguna modificación significativa, más de mil novecientas reservas quedaron sin ser atendidas, principalmente porque eran de la oposición y porque “se debía de agilizar el dictamen”. Con esto el bloque mayoritario del partido MORENA y aliados, PVEM y PT, arrasaron en las votaciones, priorizando, antes que el poyo a la vivienda, al campo, a la educacion, a la seguridad y a las obras de infraestructura pública y educativa, los programas del actual gobierno y sus obras emblema. Y ¿por qué digo entonces que la respuesta es un rotundo “no” cuando se ha aumentado el presupuesto para los programas de entrega directa de dinero? Porque el CONEVAL y otras organizaciones han demostrado que esto no resuelve la situación de pobreza del pueblo mexicano, esta ha ido en aumento sin importar los apoyos, porque el sector salud ha sido diezmado tanto en apoyos económicos como en empleados, porque la seguridad ha ido en caída libre y, los mas sentidos de estas situaciones han sido, como siempre, los sectores mas pobres de la sociedad.

El aumento en apoyos directos significará un mayor alcance de este recurso, se verán beneficiadas de estos programas mas familias, eso es cierto, pero esto no bastará para que se mejoren abismalmente sus condiciones de vida y menos para que logren salir de la pobreza, el fin que persigue el aumento de este recurso y el alcance del mismo es claro, una compra de conciencias, un elemento electorero que garantice la victoria del bloque morenista en las elecciones venideras, eso y sus obras es lo que realmente le interesa al presidente y a su bloque, mantenerse en el poder, afianzarse en el y seguir viviendo de los impuestos de millones de contribuyentes, tragándose a brincos las ideas de que luchan contra “presupuestos neoliberales” de sexenios anteriores, que están transformando a México, que “es un honor estar Obrador”, y un sinfín de incoherencias, cuando ellos mismos saben que no es así, que están arruinando aún más a México, que su condición es de lamebotas y simulan orgullo en su partido para poder seguir mamando del erario y hacer alguna que otra tranza.

Mucho esfuerzo para mantener la cara en alto y muy poco orgullo es lo que se necesita para ser diputado de MORENA.