El Presupuesto de Egresos de la Federación de 2025 (PEF) que recibe y aprueba la LXVI Legislatura sin cambiar una sola letra o número, profundiza las desigualdades entre la población al no garantizar derechos fundamentales como el acceso a servicios básicos. Las políticas anunciadas para disminuir las brechas entre ricos y pobres, o dicho de otra manera, para combatir la pobreza, no se reflejan en este presupuesto.
El Presupuesto de Egresos de la Federación de 2025 refleja la ambición, miopía y terquedad política de la 4T, con recortes significativos a sectores esenciales como salud, educación y medio ambiente, lo que perpetúa la pobreza.
Esta situación representa, sin duda alguna, una tremenda injusticia, una conculcación flagrante de los derechos de los mexicanos, en primer lugar, para la clase trabajadora. Por esa razón me dispongo a presentar cifras, datos, números, etc., que otorga el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), en su análisis: Paquete Económico 2025. Como es un documento muy extenso, sin más preámbulo entramos en materia.
El PEF 2025 asciende a 9.2 billones de pesos, equivalente al 25.5 % del PIB, con una reducción del 1.9 % respecto a 2024 y se divide en tres partes.
Primera. De ese monto, 6.5 billones son para gasto programable, mismo que se afectó por recortes del 3.6 %. Se trata del gasto que realiza el gobierno federal para financiar programas sociales, entregar bienes y servicios a la población y permitir el funcionamiento de las instituciones del gobierno.
Segunda. 2.7 billones para gasto no programable. Se habla del gasto que se destina a cumplir con obligaciones como el pago de deuda, transferencias a municipios y pagos pendientes de años anteriores, que fue aumentado con un 3.5 %.
Tercera. El espacio fiscal —recurso disponible para el Gobierno Federal— representa el 1.7 % del PIB, debido a gastos ineludibles como pensiones y deuda. Las prioridades incluyen: protección social (24.1 %) y costo de la deuda (15 %), en contraste con reducciones significativas en salud (-34.0 %) y educación (-1.5 %). La falta de espacio fiscal y visión a mediano plazo dificulta la instrumentación de políticas públicas esenciales y genera desigualdades persistentes.
La función de protección social, que incluye las pensiones, representa el 34.5% del gasto programable. Es decir, de los datos que vemos arriba, la aportación más grande está dirigida a los programas de transferencias monetarias.
Aquí, con una visión general, ya vimos los recortes presupuestales que presenta todo el gasto programable en el que se incluyen salud y educación. Veamos ahora a detalle la asignación de recurso a todos los servicios públicos y programas sociales. Avancemos.
En materia de salud, el panorama se ve más o menos así. Se estima un recorte de 113.6 mil millones de pesos, 11 % respecto a 2024. En términos per cápita (por cabeza), el recorte en el presupuesto para población con IMSS Bienestar se reducirá mil 400, pasamos de 5 mil 625 en 2024 a 4 mil 225 en 2025.
Este último monto es lo que recibiría cada mexicano (usuario del IMSS Bienestar) si el presupuesto se asignara de manera individual. ¿Son suficientes 4 mil 225 por persona para un año? Vean ustedes, si una mujer embarazada que no tiene seguro social y su parto se programa para los primeros 5 días de enero de 2025, ¿qué haría con cuatro mil pesos?
¿Soluciona su problema teniendo en cuenta que un parto en hospital privado se cotiza alrededor de 60 mil? ¡No! No sólo no le alcanzaría, absorbía una deuda, por lo tanto no tendría oportunidad de enfermarse durante el año.
Estas diferencias perpetuarían las brechas en la atención y en el derecho a la salud, pues una persona con acceso a IMSS Bienestar tiene menos de la mitad de los recursos de una persona con seguridad social. Criminal el asunto.
En materia educativa, este gasto ha disminuido de manera constante desde 2013 y en 2025 alcanzaría su nivel más bajo, con un presupuesto equivalente al 3.16 % del PIB. El gasto educativo disminuye en 14 mil 412 mdp, lo que representa 1.2 % menos respecto a 2024: el mayor impacto negativo hacia educación superior, cultura, ciencia y tecnología.
Persistiría una brecha desigual en este sector, se ignora la recomendación internacional de destinar entre el 4 % y 6 % del PIB. Veamos, el gasto público de México en relación con su PIB es el más bajo de todos los países de la OCDE. Y en 2022, México tuvo la peor caída en sus resultados en la prueba PISA desde que participa en ella, en el año 2000. En matemáticas y comprensión lectora, México se ubicó como el tercer país con los peores resultados de la OCDE. ¿Vemos? La estéril inversión al sector educativo tiene consecuencias graves, nuestro país destaca en los resultados más lamentables de las ciencias exactas. Español y matemáticas son el Máximo Común Divisor universal, en México reprobamos en uno. ¿Cómo ve usted?
Por otro lado, el gasto en medio ambiente tendrá una reducción del 39.4 %, siendo el sector hídrico el más afectado, con recortes de hasta el 43.2 % en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), lo que podría comprometer el acceso al agua de las comunidades más vulnerables. Esto representa un tremendo golpe para millones de familias, ¿y el agua para limpieza y consumo personal? ¿Y los campesinos que siembran? Aquí aplica la ley de la oferta y la demanda, hay recortes, escasea el acceso al agua, se disparan los precios ¿y quiénes podrán soportar la elevación de precios? Por lo menos la clase trabajadora, no; los senadores, diputados y presidentes, sí. Bonita maroma.
El gasto neto total propuesto en el PEF 2025 alcanza 9.2 billones de pesos. Sin embargo, el 80.5 % de este gasto ya se encuentra comprometido en el pago de pensiones, gasto federalizado y costo de la deuda. Sin espacio fiscal, resulta muy difícil instrumentar políticas públicas que impulsen el desarrollo y el crecimiento.
El gasto total en pensiones en el PEF 2025 asciende a 2.16 billones de pesos, un crecimiento de 4.3 % real con respecto al aprobado en 2024. Por un lado, el gasto en pensiones contributivas concentra 1.6 billones de pesos, con un crecimiento real de 4.8 %. Por otro lado, las pensiones no contributivas crecen 2.6 %, con un monto proyectado de 527 mil 388 mdp.
Aquí la contraparte, el presupuesto en pensiones no permite financiar de manera adecuada otros derechos. Las pensiones son un derecho esencial que garantiza ingresos durante la vejez, la discapacidad o ante la muerte. Sin embargo, existen otros derechos que no se financian de manera suficiente, como la salud, la educación, el medio ambiente, entre otros. Para 2025, el gobierno propone gastar 2.4 veces más en pensiones que en salud y el doble de los recursos para la atención de niñas, niños y adolescentes.
Este es el panorama que se observa para el siguiente año. Recortes a entidades federativas y a municipios, a salud, a educación y a vivienda, a la protección del medio ambiente, entre muchos otros recortes más. Problemas serios que impactan en el bolsillo de las familias. Los mexicanos tenemos la obligación de conocer el Paquete Económico que los poderes ejecutivo y legislativo aprueban sin considerar la opinión del pueblo.
He ahí el problema, he ahí a nuestros representantes populares, he ahí la terrible desigualdad. Nueva administración en todos sus niveles, la 4T a la cabeza por ser mayoría que decidirá sobre todos los problemas que se han planteado aquí. Y sus propuestas para los males de los pobres, más miseria.
El PEF es resultado de ambición, miopía y terquedad política de la 4T. Los programas de entrega monetaria tienen un sólo objetivo: la compra de voluntades, el agradecimiento del pueblo por recibir su dinerito, proyecto empezado por López Obrador y fortalecido por Sheimbaum, con el evidente resultado de la profundización de la pobreza.
El fondo del problema no está en rechazar los programas asistenciales, sino en advertir las consecuencias negativas que recibirá el pueblo; entre más voluntades agradecidas haya en México, el ala morenista seguirá en el poder, ese es el fondo.
Estamos a tiempo de corregir el rumbo de nuestra patria y es responsabilidad nuestra ayudar a enrumbar este barco. La educación y organización política es la única herramienta liberadora del pueblo. Hagámoslo ya, después será tarde.
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