MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Pemex avanza hacia la soberanía energética?

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El 18 de marzo se conmemora la expropiación petrolera, acto por medio del cual se nacionalizó toda la industria petrolera de nuestro país, y en esta fecha es necesario preguntarnos si hemos logrado la ansiada soberanía energética, si somos potencia en la producción de petróleo y sus ganancias aportan beneficios a todos los mexicanos.

La realidad de nuestro país refleja que no, porque Petróleos Mexicanos (Pemex) es considerada como la petrolera más endeudada del mundo y con una baja calificación crediticia; “la empresa mexicana cerró el 2022 con una deuda financiera de 107 mil 700 millones de dólares, de los cuales, este mismo año, debe pagar unos 8 mil 200 millones de dólares, y para 2024, otros 9 mil millones en bonos y créditos bancarios de largo plazo” (Infobae, marzo 2023).

“Apenas en enero de 2023, Pemex colocó 2 mil millones de dólares en notas a 10 años al 10.375% para refinanciar deuda y luego que el Gobierno federal ha servido de salvavidas con unos 45 mil millones de dólares entre inyecciones de capital y beneficios fiscales en los últimos cuatro años”, así, se emplean recursos federales para mantener a flote a Pemex, empresa que continúa reportando pérdidas.

En el documento “¿Ha mejorado el desempeño del Sistema Nacional de Refinación?, Reflexiones sobre la política energética y el desempeño del sector”, el Dr. Francisco Barnes de Castro refleja la situación de Pemex, dice en sus conclusiones:

1.- Si bien Pemex ha logrado incrementar el nivel de procesamiento de crudo del Sistema Nacional de Refinación (SNR) para pasar de 592 Miles de Barriles Diarios (MBD) a 816 MBD, está todavía muy lejos de alcanzar la meta de 1,100 MBD, originalmente planteada para 2022 en el Plan de Desarrollo de Petróleos Mexicanos 2019-2023.

2.- Al incrementar la proporción de crudo pesado alimentado a las refinerías, se han deteriorado los rendimientos de los productos más valiosos (Gas LP + Gasolina + Turbosina + Diésel) de 66.9 B/100 B de crudo procesado a tan solo 56.7 B/100 B de crudo, cifra alcanzada en 2022.

3.-Por el contrario, en el caso del combustóleo, un producto que ya no tiene mercado como combustible por el alto nivel de contaminación que produce, se han incrementado los rendimientos de 24.5 B/100 B de crudo a 30.6 B/100 B.

4.- A pesar de las inversiones realizadas en la rehabilitación de las refinerías, el índice de paros no programados sigue siendo extremadamente alto, al igual que el índice de consumo de combustibles para el proceso de refinación.

5.- Se ha tenido que disponer de un alto porcentaje del crudo ligero disponible para exportar el combustóleo a las refinerías del Sur de Texas y ser usado como carga, lo que ha obligado a Pemex a incrementar el porcentaje de crudo pesado que suministra al SNR y se han tenido que castigar cada vez más, tanto los precios de exportación como los precios de venta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

6.-Todo esto ha redundado en un incremento significativo de las pérdidas netas de Pemex Transformación Industrial, que han pasado de un promedio de pérdidas de 7.89 USD/B procesado en el periodo 2015-2018 a un promedio de pérdidas de 37.75 USD/B en el periodo 2019-2022.

Podemos observar de estos datos que Pemex no avanza hacia una soberanía energética nacional, no se produce lo esperado y la inyección de recursos federales,  que de 2019 a 2023, fue de más de 62 mil mdp para la rehabilitación de refinerías, no ha logrado hacer rentables las refinerías nacionales que continúan reportando pérdidas que incluso se han incrementado. Además, se favorece la producción de combustóleo, el residuo que queda después de refinar petróleo crudo y que, por su ineficiencia, altos costos económicos, de salud, ambientales y por sus emisiones de gases efecto invernadero se recomienda ya no se use.

Así, el resultado de la política energética de la 4T es el fracaso. Las refinerías, mientras más refinan mas pierden y se les continúan inyectando recursos federales. Además, no se favorece la generación de energía con fuentes renovables. Según el reporte de Global Energy Monitor “desde 2021, las políticas partidarias de los combustibles fósiles de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador han ralentizado el crecimiento de las energías renovables”; México fue un líder para el desarrollo eólico y solar a gran escala entre 2013 y 2021, no obstante, las enmiendas de la política energética nacional de mayo de 2021 desalentaron las previsiones de estas energías renovables.

Nuestra soberanía energética no se construye enquistándose en el pasado, y los resultados de Pemex lo demuestran. Se debe invertir en fuentes de energía renovables que tienen futuro y pueden convertirse en palanca de desarrollo para el sector energético de nuestro país. 

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