La madrugada del 5 de mayo, un derrumbe ocasionó que 10 familias fueran evacuadas de sus casas construidas en los márgenes de la barranca La Lobera, en la colonia Primero de Mayo y llevadas, ese mismo día, a un albergue temporal habilitado por el Ayuntamiento, ubicado en las canchas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Sin embargo, el 11 de junio, se les impidió la entrada al refugio y regresaron a dormir a sus viviendas, pese al peligro al que se exponen.
Los afectados acudían a dormir al refugio y en el día trabajaban o realizaban guardias en la colonia para evitar que sus viviendas fueran saqueadas; lamentaron que la presidenta municipal Norma Otilia Hernández Martínez, de Morena, determinara retirarles el apoyo -albergue- sin previo aviso.
“No se vale lo que nos hizo, nos hubiera avisado”, expuso uno de ellos.
En la noche, cuando llegaron al albergue, les impidieron la entrada y tuvieron que regresar caminando a sus hogares.
Entre las viviendas afectadas está la de doña Petra, que se encuentra sobre un socavón formado por los derrumbes, la mitad de su casa fue desmantelada y la otra mitad está suspendida en el aire; ahí duerme porque no tiene otra opción. Tiene temor constante porque se escucha cómo truena la tierra.
Algunas familias que ocuparon el albergue se fueron con un familiar, otras buscaron un espacio para rentar y otras más regresaron a su casa, su único patrimonio; además de las 10 familias en el censo de afectadas, están otros casos no contabilizados, como la vivienda de doña Sofía, que quedó a unos metros del agrietamiento más visible que dejó el deslave de la barranca.
La temporada de lluvias agrava la situación y la zozobra de los colonos que regresaron a sus casas a pesar del grave peligro, en tanto, la alcaldesa Norma Otilia Hernández señala que, a través de un acuerdo, ambas partes decidieron a cerrar el albergue y que las denuncias en su contra por no apoyar a los afectados son para polarizar a la ciudadanía.
Asimismo, planteó la posibilidad de reubicar a los afectados junto con las más de 100 familias de la colonia Casas Geo afectadas por una falla geológica y la posibilidad de embovedar la barranca denominada La Lobera. No hay respuestas concretas porque a las autoridades municipales, al parecer, lo único que les interesa es continuar gobernando el municipio y disfrutando del poder.
En tanto, la incertidumbre por el riesgo de más derrumbes en esta temporada de lluvias aumenta y mantiene en zozobra a más de 10 familias, que solicitan la solidaridad de los gobiernos federal, estatal y municipal, los tres de Morena, para ser reubicados y se reconstruyan sus casas.
Este problema se suma a las 275 familias de 16 colonias ubicadas en el norponiente de Chilpancingo, acechadas por la tragedia debido a una falla geológica que daña estructuras, techos, paredes y pisos de sus casas y calles, completamente inclinadas, que también siguen en espera de atención real por parte de los tres niveles de gobierno.
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