Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla, triste pero cierto, y es eso precisamente lo que determina en gran medida el rumbo exitoso o en el peor de los casos, los fracasos con los que alguien se encuentra en el camino al emprender algún proyecto; eso es lo que no hemos entendido los mexicanos, en la historia de las revoluciones en nuestro país, es el pueblo, en su mayoría pobre, quien harto de las injusticias cometidas en su agravio, se lanza a combatir la tiranía, arriesgando su vida principalmente, para cambiar la situación. Daré ejemplos.
En el periodo virreinal, los criol hartos de la indiferencia y el rechazo del que eran víctimas por parte de los peninsulares, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla convocó al pueblo de Dolores Hidalgo, a través del repique de las campanas de su iglesia, a levantarse en armas en contra del dominio de los españoles, dicho enfrentamiento terminó el 27 de septiembre de 1821 (11 años después) con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, a una jubilosa Ciudad de México.
Posterior a la Guerra de Independencia, se presenta la Revolución Mexicana, que fue un movimiento armado iniciado en 1910 para terminar la dictadura de Porfirio Díaz y que culminó oficialmente con la promulgación de la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, siendo ésta la primera a nivel mundial en reconocer las garantías sociales y los derechos laborales colectivos.
Estos dos ejemplos son ilustrativos en la historia de México, sobre todo porque el pueblo pobre, ese que puso su vida para que las cosas cambiaran, tuvo un importantísimo papel en el desarrollo de estos dos movimientos sociales, no así en el desenlace de estos dos movimientos, ya que la consumación de la independencia la realizó Agustín de Iturbide o Agustín I, quien fue un militar y político mexicano que durante las primeras etapas de la guerra por la independencia de Méxicoejército realista combatiendo a los insurgentestrienio liberal en EspañaVicente GuerreroSierra Madre del Sur y proclamó el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821. Más adelante, en agosto del mismo año, firmó los Tratados de Córdoba con Juan O'Donojú. De esta manera se logró consumar la independencia el 27 de septiembre de 1821 y de la Revolución Mexicana el desenlace fue más o menos igual. Se considera que la promulgación de la Constitución de 1917 puso fin a la Revolución Mexicana; sin embargo, la lucha se prolongó más tiempo, antes de que el país se estabilizara.
Dos ejemplos que sin ahondar en el importante papel de la vida del país dejan una gran lección de patriotismo nacional y valentía del pueblo pobre y trabajador, por eso es más que demostrable que sin la participación del pueblo de México el triunfo de los dos movimientos hubiese sido imposible, y es aquí donde entra la importancia de ese pueblo, en los dos sucesos históricos de México que dejan una huella importantísima de entrega nacional, el problema es que con todos los sacrificios que se hicieron en ese momento, a cientos de años ese mismo pueblo sigue sufriendo los estragos de la desigualdad y la pobreza, no hay justicia ni libertades, se cierra cada vez más las posibilidades de encontrar la salida a estos males, en los dos movimientos revolucionarios en México, el pueblo no tuvo representación y en los sectores donde estaban medianamente representados, como el sector campesino, al ser asesinados sus líderes quedaron sin dirección y prácticamente o fueron derrotados o fueron dispersados, la falta de un programa o un partido los obligó a aceptar los términos de una clase dominante emergente en México que consumó los dos movimientos sociales, con intereses muy ajenos a aquellos que dieron hasta la vida por cambiar a nuestro México.
En pleno siglo XXI el pueblo empobrecido de México, sigue creyendo en los cantos de sirenas, creen que un nuevo partido o un intento de mesías cambiará la situación que atraviesa nuestro país, intentan encontrar la solución a sus problemas en lugares equivocados y con esta democracia, los politiqueros se dan el lujo de endulzar los oídos de los desamparados para ganarse el voto popular, y si ganan, malgobiernan y se van, dejando al pueblo estancado en las mismas problemáticas sociales. Hace falta la unión y la organización del mismo pueblo y líderes que nos ayuden a generar conciencia, conciencia de clase, para entender quiénes sí están del lado y de los intereses de las mayorías necesitadas, solo así podremos tener cambios que beneficien a quienes por décadas han esperado se les haga justicia y aspirar en un México menos desigual.
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