El Secretario de Hacienda Arturo Herrera, recientemente envió el presupuesto de ingresos y egresos 2021, a la cámara de diputados para su discusión y aprobación.Por los medios de comunicación y publicaciones de especialistas en la materia, tenemos conocimiento que el presupuesto a discusión en el congreso federal, es muy alentador en cuestión de ingresos, que no refleja la realidad que estamos viviendo y en segundo lugar contempla recortes a estados y municipios y privilegia proyectos y programas de interés del presidente, estos últimos con claro tinte electoral con vista al mantener la mayoría en el Congreso de la Unión.Estos son algunos datos que se dejan ver:
En ingresos la hacienda federal pretende recabar 6 billones de pesos, en términos generales, casi la misma cantidad del presupuesto 2020, con la gran diferencia que hoy tenemos una pandemia en marcha que ha causado una mortandad enorme de empresas, que cerraron por no poder hacerle frente a los gastos que significan mantener en pie la nómina, la carga fiscal, pagos de servicios, y porque no recibieron ningún estímulos del Gobierno.Los impuestos, principal fuente de recursos han disminuido drásticamente, pues, al disminuir la actividad económica hay menos contribuyentes, y al disminuir el consumo de la población igualmente se recaba menos por el impuesto al valor agregado (IVA); los precios y la producción de petróleo van a la baja, y el turismo ha caído drásticamente por el enclaustramiento; al país solo las remesas de los emigrados lo están ayudando a mantenerse a flote (pero esto no es producto de la actividad del Gobierno, sino del esfuerzo y sufrimiento de millones de compatriotas que viven principalmente en EU).
En términos de ingresos, la realidad indica que las finanzas públicas del país no alcanzarán a recabar los 6 billones de pesos que se prevén y, seguramente en el transcurso del año se harán recortes presupuestales, mismos que ya se están volviendo costumbre por una mala planeación económica, o más bien, por ocultar la verdad al pueblo de México, al que el presidente actual le vendió la idea de mejorar sustancialmente su nivel de vida, y que lejos de ello, ha empeorado; sus ingresos cada día son menos, y con ello, su alimentación, salud y educación se deterioran.Los números de los organismos oficiales no mienten: en el segundo trimestre del año, el Banco de México y el INEGI anunciaron un decrecimiento de menos 18.7% del Producto Interno Bruto (PIB), el número de empleos formales perdidos en este periodo de la pandemia, alcanza según datos del IMSS, la cifra de 1.1 millones, a los que se suman 32 millones de empleos informales; la crisis de salud no cesa, ya alcanzamos la cifra de 70 mil muertos y para vergüenza del país, somos campeones mundiales en matar médicos, enfermeras y personal auxiliar en hospitales; de esto no se dijo nada en el reciente informe presidencial
En el presupuesto de egresos, se contemplan entre otras cosas destacables, un aumento considerable a los proyectos "emblema del presidente"(que no del pueblo) , el tren Maya incrementa un 48.5%, al pasar 24 mil millones a 36 mil millones; al aeropuerto de Santa Lucia se le destina 21,315 millones que representa un 296.8 %; la Refinería 2 Bocas paso de 41 mil millones a 45 mil millones, un 9.1 % de incremento; al tren suburbano México Toluca se le asignaron 7 mil millones, un incremento de 246%.A los programas se le asignaron de la siguiente manera: al apoyo discapacitados se le incremento un 30.2%; a becas estudiantiles de nivel básico se le incrementa un 17%; a sembrando vida 15.2%, al pasar de 25 mil 100 millones a 29 mil millones; adultos mayores 6.8% de incremento y finalmente el único programa que sufre reducción es el programa de jóvenes construyendo el futuro, al pasar de 25 mil millones a 20 mil millones.
Pero lo relevante y grave del presupuesto en cuestión, es que a estados y municipios, donde vive la mayoría de los mexicanos, nuevamente se les disminuye: las participaciones federales tienen un recorte 62 mil 700 millones, es decir un 6.37%; al ramo 23, que contempla infraestructura municipal como construcción de agua potable, drenaje sanitario, obras de electrificación, pavimento, vivienda popular entre otros rubros, sufre un recorte de 6,565 millones, un 41.71%, casi la mitad del presupuesto asignado en 2020, que de por sí ya estaba disminuido.
Llevamos ya dos años en esta situación, y uno se pregunta ¿Y los Gobernadores, Ptes municipales, diputados federales, diputados locales, que dicen? ¿Dónde está su reclamo a la cada vez más centralización de los recursos públicos y manejo discrecional del presidente? ¿Por qué callan? ¿Cuál es la moneda de cambio para su silencio? ¿Tendrán algo de vergüenza para dar la cara a los ciudadanos que "representan", mismos que sufren los estragos de esta política criminal del Gobierno federal hacia estados y municipios? Ellos tienen la palabra, o están con sus estados y municipios o serán cómplices de esta política centralista que está paralizando el desarrollo equilibrado del país.Al tiempo.
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