Es bien sabido que los gobiernos en turno usan toda la maquinaria del Estado para hacer cumplir sus caprichos, o como en este caso, perpetuarse en el poder, no importando si el país se endeuda o si el tejido social se deteriora aún más, al final del día, lo que menos les importa a los políticos y gobernantes es el bienestar del pueblo.
Un ejemplo de ello es lo ocurrido recientemente en las asambleas informativas promovidas por el partido en el poder, Morena, donde al principio todo era respeto, tolerancia, hermandad y parecía que el piso estaba parejo para todos, pero expertos en temas políticos anunciaban el claro favoritismo del presidente para una de las “corcholatas”, Claudia Sheinbaum Pardo, ya que ella garantiza obediencia a la política implementada por López Obrador bajo la autodenominada cuarta transformación (4T), ella representa la sumisión, la continuidad de los proyectos nacionales, la continuidad de crear un ejército electoral al servicio de Morena, de seguir su política de abrazos no balazos, ella es la única que no cuestiona, la que aplaude cada paso de su líder moral.
Por ello, más de uno de los aspirantes lanzó acusaciones de que el aparato estatal estaba al servicio de Sheinbaum, de que los recursos destinados a la Secretaría del Bienestar iban enfocados a cobijar a la favorita de Palacio Nacional. Este descaro público molestó a uno de los aspirantes a ser el candidato del partido oficial, Marcelo Ebrard, quien está a un paso de renunciar a las filas de Morena ante tal corrupción interna. Recordemos que el presidente juraba y perjuraba que él no metería las manos en dicho proceso, pero la realidad fue muy distinta.
Con una primera batalla ganada del presidente al imponer a su “corcholata” favorita como sucesora de la 4T y por ende la candidata oficial para contender por la presidencia de la república, ahora lo que seguía era asegurar un techo financiero suficiente para la compra de votos, para el manejo de las estructuras morenistas, para asegurar el triunfo de la doctora Claudia, al más viejo y descarado estilo del PRI.
Y para asegurar el triunfo de su candidata el presidente tiene un as bajo la manga, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 (PEF 2024). Bien jugado señor presidente, bien jugado.
Con una primera batalla ganada del presidente al imponer a su “corcholata” favorita como sucesora de la 4T, ahora lo que seguía era asegurar un techo financiero suficiente para la compra de votos, para el manejo de las estructuras morenistas, para asegurar el triunfo de la doctora Claudia
El presupuesto presentado por el inquilino de Palacio Nacional es el último paquete económico del sexenio; es el paquete económico que se va a ejercer el año electoral 2024. Vemos en este paquete económico un gran fracaso del gobierno: no se logró en todo el sexenio mejorar la economía de los hogares mexicanos; no se logró combatir la corrupción, no existe claridad en el uso de los recursos; no se ve el beneficio de los programas clientelares; no se ven los estímulos a las actividades productivas del país. A pesar del gran desembolso de recursos en la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Marina no tenemos seguridad en nuestro país.
Con los desfases tan enormes de hasta cinco veces lo presupuestado, no se ha logrado terminar las obras emblemáticas del presidente; no tenemos Tren Maya, no tenemos Refinería Dos Bocas, ah, pero sí tenemos Aeropuerto Santa Lucía, donde no vuela ni el presidente.
En salud un verdadero desastre, desaparecen el Seguro Popular y dejan un gran número de personas sin servicio médico, experimentan con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que ellos mismos lo cancelan, un total fracaso, no hay vacunas, ahora viene otro experimento, el IMSS Bienestar, seguro un experimento más, pero ya no les da tiempo, han destrozado todo.
A pesar de todos los fracasos de la política de la 4T y con un país que está secuestrado por la inseguridad, en el PEF 2024 destinan la cantidad de 646 mil 785 millones de pesos. Esta cifra representa una variación en términos reales de 21% anual.
Sin duda para el presidente es prioritario ganar las elecciones repartiendo dinero, endeudando el futuro de los mexicanos (que por cierto había dicho que con él México no se iba a endeudar) y todo por su ambición de seguir gobernando, ahora con su candidata obediente.
Si la política económica de México sigue en manos de políticos mentirosos y ciegos a las necesidades del pueblo, esto va a acabar muy mal. Pero el pueblo tiene la solución, no votar por Morena y formar una vanguardia sólida, educada y que luche por la conquista del poder político y enderece el rumbo de nuestra gran nación.
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