El pasado 20 de agosto, la Secretaría de Salud y la de Educación Pública en el país emitieron la Guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas. Ciclo escolar 2021-2022, en la que se establece el uso obligatorio de cubre bocas de todos los que ingresen a las instalaciones escolares. En dicho documento se indica, además, que deberán suspenderse las ceremonias, reuniones escolares y formación de alumnos. Todo ello, según se justifica, para cuidar a la comunidad escolar. Pues bien, desde el Centro Escolar “Presidente Venustiano Carranza” del municipio de Tehuacán, Miguel Barbosa, representante del ejecutivo estatal, presidió la ceremonia de inicio del ciclo escolar 2021-2022.
El gobernador, con su acostumbrada arrogancia, sintiéndose por una parte como una deidad, libre de contagiar y de que lo contagien, y por otra, creyéndose el sabio Salomón o ya de perdido, el gran orador Demóstenes, se sintió con la facultad de pasarse por entre sus piernas la Guía, y organizó y encabezó una aburrida ceremonia de casi una hora (más la espera de su arribo), con la aglomeración de la comunidad escolar y autoridades; al hablar, no usó cubre bocas, a pesar de que una estudiante estaba cerca de él.
En su “discurso”, el gobernador del estado, sin rubor de por medio, mintió descaradamente cuando afirmó: “Desde el primer día en que se presentó el primer contagio en nuestro país, nos pusimos al frente de todo el andamiaje institucional para poder generar las condiciones en el estado para proteger la salud de su gente; y vamos obteniendo resultados…”. Pero en verdad, como lo registraron los medios de comunicación, Miguel Barbosa fue el hazmerreír en el mundo, cuando dijo: “Me dijeron que la vacuna que ya se descubrió en contra del coronavirus es un plato de mole de Guajolote”. La declaración la hizo en un evento en Ajalpan, celebrado
¿Quién, en su sano juicio, le podrá creer ahora a este indolente e irresponsable gobernador?, cuando sin empacho, en la referida ceremonia, afirma: “A los niños no les pasará nada porque los vamos a cuidar, pero es necesario salir adelante”. Y solo para quedar bien, muy bien con su jefe inmediato, López Obrador, a quien presumió, mintiéndole, que en Puebla “el sistema educativo estatal arranca completo, lo que involucra 18 mil escuelas públicas y privadas y un millón 700 mil alumnos”. Por su parte, siguiendo este lamentable show mediático a través de un enlace virtual, el presidente agradeció a su fiel discípulo, y, dijo, en tono siniestro: “…felicidades a los estudiantes de Puebla, de todo el estado, de los 217 municipios, qué bien que se abren las escuelas, felicidades a las maestras, a los maestros y a las autoridades municipales y al gobernador de Puebla”.
Y no es que esté mal, de por sí, el regreso a clases. Lo malo es que los estudiantes no están vacunados, que, por lo tanto, están más expuestos al contagio, a padecer la enfermedad y tal vez la muerte. Se expone también a sus familiares a lo mismo. Hay muchos padres de familia que se hayan angustiados y no quieren mandar sus hijos a la escuela porque temen al contagio y a los gastos que puede representar la enfermedad. ¿Por qué no esperarse a que los niños y jóvenes sean vacunados?, ¿porque no se agiliza el proceso de vacunación?
Tanta insistencia al regreso a clases y en general a la vida normal, a la reactivación de todas las actividades económicas, tanto engaño, tanto espectáculo mediático del gobierno de Morena, tienen una explicación: ser obsecuente, es decir, sumiso, dócil, obediente, a los intereses del neoliberalismo, de los grandes dueños del poder económico en México y en el mundo. Ellos son los que no pueden esperar, porque un solo segundo sin productores de bienes y servicios, un solo instante sin consumidores de mercancías, representan pérdidas millonarias, que ya no están dispuestos a sufrir. No importa que miles vayan al matadero, lo que importa es la ganancia por sobre todas las cosas, aun por sobre la vida de las personas.
Pero todavía hay quienes se atreven a protestar por tan grande injusticia, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” y Antorcha Magisterial, quienes con firmeza, inteligencia y dignidad están dando la lucha por defender a los jóvenes estudiantes y a los maestros, por un regreso a clases, sí, pero con estudiantes y maestros vacunados.
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