El Gobierno del estado de puebla dice mantener acciones para combatir a las bandas delincuenciales, el gobernador Miguel Barbosa Huerta notificó que su administración no permitirá la intromisión de delincuentes en las elecciones del 2021, sobre todo en los municipios.
Y partiendo de lo antes dicho haremos una pequeña precisión, como delincuencia nos referimos a todo aquello relacionado con las acciones delictivas y con los individuos que las cometen, conocidos como delincuentes. La palabra, como tal, proviene del latín delinquentia (culpa en español). Los delincuentes son personas que cometen delitos, es decir, que realizan acciones contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por ellas son penados por el sistema de justicia de cada país, estado o municipio según sea el caso, lo que implica el cumplimiento de castigos o sanciones dependiendo de la gravedad de la falta.
El Estado se encarga de proteger a los ciudadanos contra el crimen, crear órganos de supervisión y control social, como la policía, y aplicar la ley a través del sistema de justicia. Las penas aplicadas a los delincuentes generalmente incluyen la prisión, y persiguen como una reintegración social de las personas que han cometido actos delictivos, para que puedan volver a ser elementos productivos del sistema vigente.
La delincuencia es una preocupación social en todos los países del mundo, ya que es un síntoma de los problemas de desigualdad y exclusión que se experimentan en las sociedades. Al involucrar el comportamiento ilegal (contrario a la ley), la delincuencia es punible según lo estipulado por la ley. Esta pena dependerá del tipo de crimen cometido.
Bien, con lo anterior expuesto, tratando de hacernos claridad y ayudar de la manera mas humilde posible, a que nuestros escasos lectores puedan comprender lo que queremos transmitir digo lo siguiente. En las recién pasadas elecciones en el estado de puebla los compañeros Antorchistas participaron en varios municipios y distritos, refiriéndome en particular a dos que se ganaron sin lugar a ninguna duda, ya que fue de manera democrática, conforme a la ley vigente y cumpliendo en tiempo y forma con todo lo legal, aquí donde el pueblo emitió su voto, convencido de los proyectos abanderados por dos antorchistas reconocidos por nuestros hermanos poblanos, estos municipios son Huitzilan de Serdán y Santa Clara Ocoyucan, donde con toda impunidad están tratando de objetar la victoria obtenida en las urnas democráticamente a varios días de pasadas las elecciones por los oponentes nacidos de morena y el pan respectivamente, inconformes con el resultado emitido por el pueblo trabajador de ambos municipios, resulta que cobijados por el máximo representante en el estado, el señor gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, estos señores campean libremente creyéndose con la razón para tal impugnación, cayendo en arbitrariedades de todo tipo sin que nadie los detenga.
Y en donde están las autoridades electorales municipales y estatales, están, pero sometidas a las decisiones del mayor delincuente, en este caso el gobernador del estado ya que se están infringiendo las leyes que definen las elecciones en ese estado.
Barbosa, pretende robarle al pueblo los contundentes triunfos electorales en Huitzilan de Serdán y Santa Clara Ocoyucan, e implantar el cacicazgo de Morena y del PAN, bajo una serie de impugnaciones electorales que están hechas con engaños y mentiras.
En semanas pasadas en videoconferencia de prensa, el titular del Ejecutivo comento también, que se aplicaría la ley en contra de aquellas autoridades municipales que estén vinculadas con grupos delictivos, pues esto es un hecho inadmisible y que no debe de suceder.
Miguel Barbosa machacó que su gobierno mantiene las acciones para desarticular bandas en toda la entidad con el objetivo de regresar la tranquilidad a las familias poblanas, muy bien, y la pregunta necesaria y: ¿a el quien lo desmantela para que no siga infringiendo las leyes electorales? Y así mantener la paz y la tranquilidad en el estado.
La violencia, la coerción desde el poder enseñoreada e imponiendo en cada espacio de la vida estatal, deja su huella también en la elección. ¿Alguien será tan ingenuo de pensar que su influencia se termina allí y su pie no seguirá a fondo encima de la política de más de municipios? Por supuesto que no, la cosa no termina ahí.
Además, el grado de polarización política de una sociedad es una variable clave, que cuantifica hasta qué punto se divide en dos extremos opuestos. El tenerlo en cuenta es relevante: a mayor polarización, más difícil resulta generar consensos amplios entre grupos con sensibilidades distintas para acometer reformas verdaderas y profundas que permitan que la sociedad se desarrolle justa y equitativamente. De este modo, una polarización elevada puede dar lugar a posiciones irreconciliables, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar avances y acuerdos, sobre todo, en beneficio de la clase trabajadora ya que es la más necesitada y olvidada por el gobierno en turno.
Está claro que la polarización política cobra su precio, sobre todo en los humildes, en la clase trabajadora que es la más afectada a falta de todo tipo de respeto, apoyos y oportunidades. Hace falta trabajar mucho más en la concientización y politización de las masas de trabajadores de todo el país y cambiar para bien de los olvidados de siempre.
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