Por indicación del presidente de la República se decretó que todos los estudiantes deberían regresar a clases presenciales el día lunes 24 de mayo del presente año. Y aunque los profesores no podríamos negar que es necesaria la presencia de los alumnos y la interacción con sus profesores lo que garantiza un mejor aprovechamiento académico, nadie puede negar también que trabajar bajo las condiciones en que se tiene tanto a los centros educativos, así como la imposibilidad de cumplir con los protocolos de sanidad pone en riesgo la vida tanto de alumnos como de maestros. Las instituciones escolares que desde antes de la pandemia no contaban con los servicios elementales de drenaje y agua serán las principales víctimas y se convertirán sin que se pueda evitar en transmisores del virus arriesgando el saludo familiar y si a eso le aumentamos todas las enfermedades crónicas que caracterizan a la mayoría de las familias mexicanas, el futuro que nos aguarda con este regreso irresponsable ya se puede pronosticar.
La pandemia en nuestro país ha hecho daños catastróficos, México sufre uno de los mayores estragos a escala mundial, debido al manejo ineficiente e irresponsable que hicieron y siguen haciendo nuestras autoridades sanitarias y políticas. Y desde luego el sector educativo no podía salir inmune a esta tragedia que sacudió la endeble infraestructura social existente hasta antes esta crisis sanitaria. Nuestro país ya se encontraba muy rezagado en el sector salud, recordemos que recién tomo al poder la autoridad llamada “Cuarta Transformación” se dejó en el desamparo a millones de mexicanos que no contaban más que con el Seguro Popular para atender su endeble salud, la infraestructura en los centro médicos y hospitales se encontraba en el abandono sin equipamiento ni medicinas, en muchos de ellos incluso no se contaba ni se cuenta con los servicios de agua, luz o drenaje, misma historia con nuestras escuelas. Por ello, era lógico que una enfermedad que en otros países se domara en meses en nuestro país se agravara y cobrara los más altos costos.
El panorama se tornó más sombrío cuando a los llamados de la ciudadanía solicitando apoyo alimentario, condiciones necesarias para que los estudiantes pudieran tomar sus clases en línea con la dotación de internet gratuito, el Gobierno federal se mostró indiferente y represivo al utilizar los medios de comunicación para mostrarse como el mandatario atacado e incomprendido por los “neoliberales” quienes le atacaban sin razón alguna. Paso un año haciéndose la víctima y desviando la atención dando recomendaciones de risa en lugar de atender con la seriedad que se requería la enfermedad que hasta el momento ha cobrado la vida de más de 220 mil mexicanos.
Los maestros agremiados en Antorcha Magisterial y los jóvenes adheridos a la FNERRR llevamos meses insistiendo que la rehabilitación de los centros educativos era una necesidad, denunciando que el programa “Aprende en Casa” era un fracaso anunciado ya que millones de alumnos no contaban con acceso a internet y mucho menos con los equipos tecnológicos necesarios sin haber obtenido una sola respuesta a estas justas demandas. Hoy ante el decreto tan irresponsable del máximo mandatario de reiniciar las clases presenciales lanzamos un grito y advertimos que, aunque como funcionarios públicos estamos obligados a asistir a las escuelas y desempeñar nuestra labor, esta acción desesperada de la 4T está orillando a nuestros alumnos y los mexicanos en general barranco mortal, mientras no se inmunice al estudiantado y a todo su personal docente administrativo y manual, los centros educativos se convertirán en centros de contagio pues al no contar con los servicios como agua y drenaje las medidas de sanidad no será posible aplicarlas, la pobreza no permite que muchos mexicanos (entre ellos millones de alumnos) con lo necesarias para cumplir con el protocolo requerido por la Secretaría de Salud (cubrebocas, mascarillas, gel antibacterial, material de limpieza, etc.), por lo que los especialistas ya prevén que los contagios se incrementen en un 40% y ¿quiénes serán las victimas principales? Como siempre el pueblo quien en este momento es condenado a muerte al tener que enviar a sus hijos a las clases presenciales sin ser previamente vacunados y quienes por ende sin ser consciente de ello llevarán el virus a sus familiares. Y eso seguirá así, mientras este mismo pueblo siga desconocedor de sus derechos y no se dé cuenta de su grandeza, mientras no se dé cuenta que unido es un gigante capaz de ponerse de pie y reclamar más respeto a su derecho a la vida. Pero de eso nos encargaremos desde nuestras aulas los maestros más consientes. Que conste.
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