MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, logra acuerdos con el gobierno de la capital

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Después de una semana continua de protestas y un plantón, el pueblo de San Gregorio Atlapulco, en la alcaldía de Xochimilco, levantó el plantón y bloqueo que mantenía en las importantes y principales avenidas Nuevo León y México. La lucha de la comunidad comenzó por la inconformidad sobre una obra a cargo del gobierno central de la ciudad que estaba abriendo el pavimento público y colocando tubos sin haber notificado previamente a la comunidad el propósito. 

Pronto corrió el rumor entre los pobladores del lugar, fundado en el desconocimiento y por el tamaño de la obra, que era para llevarse a otro lado el agua de la localidad. El dos de diciembre la población se agitó y empezó la movilización y el descontento. El problema se complicó con la llegada de cientos de granaderos que inmediatamente arremetieron contra los manifestantes, aislando a un grupo de ellos con golpes para someterlos. El remedio fue peor que la enfermedad porque la violencia policial motivó el levantamiento unánime de la población contra la represión que estaban sufriendo.

A pesar de la propaganda en contra de algunos medios de comunicación, como el diario La Jornada que intentó, en su edición del nueve de diciembre, poner en contra de los manifestantes a los comerciantes del centro de Xochimilco, la población no se intimidó para nada, tal cual revelaron medios como El Universal, del 06-dic-22, que anotó: Cinco días de protesta y caos en los alrededores de la alcaldía Xochimilco porque les quieren quitar el agua no molestan a los habitantes, aunque salir o entrar de la demarcación les tome hasta una hora, o el acercarse a una estación de Metro, Tren Ligero o cualquier otro medio de transporte les lleve más de media hora caminando, pues dicen, la lucha lo merece.

“No me importa caminar o si la gente de otro lado se molesta por el tráfico, ellos no son de aquí, no les interesa lo que pase, pero a nosotros sí, lo que está en riesgo es nuestro futuro, la de nuestros hijos y la herencia que podamos dejar y que lo sepan, no vamos a dejar que nos quiten el agua, que nos roben el agua”, advirtió Mariela, a quién le tomó una hora llegar a su trabajo desde la frontera con Xochimilco y Milpa Alta, por el cierre de las avenidas Nuevo León y México desde la noche del jueves. 

La entereza y gallardía, de noche y de día, de los pobladores de San Gregorio Atlapulco, al cabo de más de una semana de movimiento, tuvo sus logros importantes, al menos de esta manera lo ven y calibran por los siguientes acuerdos que sacaron en sus discusiones con las autoridades centrales de nuestra ciudad. En la Asamblea del pueblo de San Gregorio Atlapulco, celebrada la noche del nueve de diciembre, sus representantes leyeron los puntos a los que llegaron con las autoridades, para cesar su movilización:

Uno. Se cancelan los trabajos en materia de obras para el saneamiento del canal Caltongo que se venían realizando desde septiembre (que fue el motivo inicial de la protesta de la población al no estar enterada para qué era la obra). 

Dos. El gobierno debe comenzar el retiro de la tubería instalada, se levanta el plantón y se libera el tránsito de las arterias que se encuentran bloqueadas.

Tres. Se suspenden los trabajos del colector San Pedro Actopan en toda su longitud hasta que se lleven a cabo las mesas de trabajo que permitan definir de manera conjunta con la comunidad las obras de drenaje para el control de los escurrimientos de aguas negras que necesite la región. 

Cuatro. Las partes se comprometen a mantener una mesa permanente de trabajo para analizar las obras que requiere el pueblo de San Gregorio Atlapulco.

Cinco. El gobierno de la Ciudad de México se compromete al completo desistimiento de las acciones penales que existen en contra de la c. Patricia González Guzmán presidenta del Comité Pro-Panteón. 

Se cumplirán por las autoridades dos acuerdos anteriores: El gobierno reparará los daños y perjuicios que se hicieron a los campesinos por la obras en cuestión, y se protegerán las áreas de conservación de suelos en Milpa Alta y en toda la región.

A mi juicio, el resultado y aprendizaje de todo este conflicto que conmovió por más de una semana a la Ciudad de México puede resumirse de la siguiente manera:

Los planes de gobierno sobre sus obras públicas y acciones deben comunicarse con claridad y de manera amplia, que las conozca bien la comunidad afectada o beneficiada con tales decisiones. En trances difíciles como el mencionado de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, las autoridades dependen de su prontitud para resolverlos de manera satisfactoria rehuyendo inmiscuirse en dificultades como la represión que pueden crecer hasta hacerse inmanejables, afectando no solo al gobierno central o federal, sino a la población en general que lo que requiere es atención y solución a sus múltiples peticiones de obras y servicios.

Si no se actúa de esta manera, seguiremos viendo aquí, allá, y acullá, conflictos de las autoridades con el pueblo de a pie que forma la mayoría abrumadora de esta enorme y con un costal tan grande de problemas que es la Ciudad de México.

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