Fueron ocho meses de lucha, los que tuvieron que resistir los antorchistas de la capital del estado de Guanajuato, apoyados solidariamente por sus compañeros de otros municipios como Valle de Santiago, Irapuato, Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, tiempo en el que tuvieron que sobrellevar la indiferencia y hasta el desprecio de la administración municipal, que intentó de diferentes formas desanimar a los peticionarios para que abandonaran su lucha sin lograr cuando menos el compromiso de solución de añejos problemas que aquejan a sus respectivas localidades.
La batalla fue en primer lugar, para que la administración municipal se comprometiera por escrito a realizar obras y servicios de primera necesidad, que, en estricto sentido, no tenía razón de ser, porque en teoría los gobernantes tienen la obligación de atenderlas y resolverlas mediante el presupuesto que reúne con el cobro de los impuestos a todos los ciudadanos, el cual debe regresar a estos, en acciones que representen una mejoría de sus condiciones de vida. El primer paso se logró, el pasado miércoles 17 de los corrientes, se firmó la minuta de acuerdos; ahora lo que nos resta es estar pendientes de que se cumplan los compromisos establecidos en el documento.
Como lo estuvimos informando oportunamente por este medio, las peticiones son elementales como a continuación podrá juzgar el posible lector: la segunda etapa de la pavimentación del camino de acceso de la carretera nacional numero 45 a la comunidad del Zangarro, que tiene una longitud de dos kilómetros; la pavimentación de los primeros dos kilómetros de la comunidad de Molineros con dirección a la comunidad de Cuevas; el compromiso firmado en estos casos fue de que en los primeros días del mes de octubre se tendrán terminados los proyectos ejecutivos para presentarlos ante la SDAyR, dependencia estatal encargada de su validación y programación para su ejecución en el presente año; la construcción de un aula para escuela primaria Benito Juárez de la comunidad del Zangarro, necesaria para que los niños que acuden a ese centro educativo puedan recibir su educación en la comodidad de su salón y no en la biblioteca, como ahora lo hacen.
La construcción del tanque elevado y la ampliación de la red de distribución del sistema del agua potable de las comunidades de El Coyote y El Sauz, servicio que está contemplado como Derecho Humano en el artículo 4° de nuestra Máxima Ley, pero que no se cumple, en relación a las cuales el compromiso establecido es que en este año se realizaran los proyectos ejecutivos y se programarán las obras; se acordó la pavimentación de una calle y la terminación de otra que está inconclusa en la comunidad del Tejaban; la pavimentación en piedra ahogada del camino de acceso a la comunidad de San Nicolás del Chapín, programada ya para su ejecución este año; la escrituración para cerca de veinte familias de la comunidad de El Limón, así como la rehabilitación del camino de acceso, fueron otros de los compromisos en los que se marcaron las acciones a seguir para alcanzar el propósito; se comprometió la elaboración del proyecto ejecutivo de un puente vehicular que se requiere para que en épocas de lluvias no queden incomunicadas las comunidades de Santiaguillo y Nuevo Santiaguillo.
En lo que se refiere a la regularización de un asentamiento irregular ubicado en el Cerro de la Venada, visitado por el alcalde en sus dos campañas electorales en busca del voto popular que lo llevara a ocupar el cargo que hoy ostenta, en las que comprometió su regularización, que hasta el momento no ha sido posible, se acordó la realización de todos los trabajos técnicos de deslinde, elaboración del plano de lotificación y el levantamiento del censo real de las familias que en el habitan, para en seguida, buscar la desincorporación de la reserva natural protegida conocida como El Orito.
Por último, se acordó el deslinde y delimitación del polígono que comprende la comunidad de El Zangarro, para evitar las invasiones irregulares que se han realizado por parte de algunos habitantes de la comunidad. También quedaron establecidos como compromisos la rehabilitación de los campos deportivos de las comunidades de El Tejabán, El Sauz y El Zangarro.
Los Antorchistas tenemos claro, que una condición básica e indispensable, para que los compromisos suscritos tengan buen término, es decir, se materialicen en las comunidades, es mantenernos unidos y organizados, pendientes a que se cumplan en los plazos establecidos que fueron fijados de acuerdo a las posibilidades técnicas en cada uno de los asuntos.
La lucha del Antorchismo Nacional es cotidiana, todos los días utilizamos nuestra fuerza para encauzar el descontento social por vía democrática y pacífica. Queremos progreso, paz y una vida mejor para todos los mexicanos, no retroceso, violencia y destrucción. Pero nos encontramos a cada paso con la incomprensión de quienes deberían ser nuestros más firmes aliados en esta lucha por la tranquilidad social y la legalidad. Las autoridades, en vez de eso, nos echan en cara las manifestaciones públicas y el descontento de la gente, como si la falta de vivienda, de caminos, de agua potable, el desempleo, entre muchas otras calamidades que sufre el pueblo, fueran un invento nuestro y no una realidad social que exige una solución inmediata.
Los anrtorchistas somos verdaderos patriotas que, nos proponemos la educación y la concientización de los que menos tienen, para coadyuvar con su progreso social, y, por eso, los gobernantes deberían respetar escrupulosamente los convenios contraídos con nosotros que, en última instancia, son acuerdos con los más marginados. Estaremos pendientes pues, del cumplimiento de la palabra suscrita por la administración municipal de la capital del estado.
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