Los mexicanos medianamente informados sabemos que no es nuevo el problema para
La realidad es totalmente diferente a como informa y como nos quiere hacer ver con sus discursos el mandatario. En días recientes, investigadores de la Universidad de Guadalajara, dieron a conocer a través de diferentes medios de comunicación que los jaliscienses que ganan un salario mínimo han dejado de consumir algunos productos de la canasta básica. La inflación y el incremento de precios de algunos productos básicos, que en varios casos fue exponencial, hacen que los salarios de muchos trabajadores sean insuficientes para poder
En Jalisco los precios de las cosas son más altos que a nivel nacional. De acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), en el mes de junio la inflación estatal en alimentos alcanzó 7.21%, porcentaje mayor al 5.89% del país. Expertos aseguran que para cubrir los productos de la canasta básica, los jaliscienses tienen que endeudarse debido a que el salario de una persona está por debajo de los incrementos registrados en los 121 artículos, como la tortilla que pasó de 15 a 20 pesos, el huevo de 31 a 36 pesos, la carne de res de 152 a 168. Con base a los registros del Banco Mundial de México y del INEGI, la inflación supera el 6 por ciento imposibilitando cubrir las necesidades alimenticias y con ello salir de la pobreza.
La pobreza laboral en la entidad es lamentable. De acuerdo con el IIEG, de los más de 8 millones de habitantes, 3 millones 576 mil 228 son personas activas económicamente, de ellos el 18 por ciento gana un salario mínimo, lo que significa un ingreso menor a los cinco mil pesos al mes, siendo que se requiere hasta 11 mil 400 pesos aproximadamente para cubrir la canasta básica, sin considerar el pago de los servicios como la luz, el agua, el internet. En 2020 el salario mínimo fue de 123 pesos y para este año es de 141 pesos, sin embargo, la cifra está alejada del incremento que han tenido los productos de la canasta básica, de tal manera que los jaliscienses necesitan 2.7 salarios mínimos para acceder a ella.
La salida ante el obscuro panorama no está en las ayudas en dinero como presume el presidente López Obrador. De acuerdo con el INEGI, los Programas Sociales de AMLO llegan solo a uno de cada 10 jaliscienses y por medio de la prensa local, se dio a conocer que Jalisco alcanza a 240 mil personas más en pensiones del Gobierno federal, sin embargo, los interesados deberán esperar a que las reglas de operación sean publicadas en el Diario Oficial de la Federación, lo que podría ocurrir incluso hasta finales de año, según personal de la Delegación Jalisco de la Secretaría del Bienestar. O sea, es una promesa más.
La solución tampoco puede estar en las ocurrencias del gobierno de la Cuarta Transformación. En una de sus habituales conferencias matutinas, el presidente López Obrador amagó con permitir la importación de maíz para evitar aumentos en el precio de la tortilla en México. Asimismo, mencionó que se reunirá con integrantes de su equipo para determinar medidas que impidan incrementos al precio del gas LP.
Estoy de acuerdo con los analistas serios quienes aseguran que el aumento generalizado de los precios, que en el caso de los productos de la canasta básica representa un golpe brutal y directo para los trabajadores se deben, entre otros factores, a las malas decisiones del Gobierno morenista, que contribuyó a la pérdida de millones de empleos, entre formales e informales, y colocaron a los trabajadores en peores condiciones que en sexenios anteriores. Uno de los factores fundamentales de la inflación es la política pública del gobierno ya que, influye en la confianza de los grandes capitales que, en cualquier momento, pueden huir de México porque desconfían de él. Éste es el caso del Gobierno morenista, que ha tomado decisiones que lejos de beneficiar a nuestra patria, la han perjudicado.
No queda otra alternativa. Sigue imponiéndose la necesidad de que el pueblo mexicano tome conciencia de clase para que sea capaz de distinguir quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos. En plena “Cuarta Transformación”, se le sigue oprimiendo, se le engaña y manipula. Los que ostentan el poder político y económico, siguen haciendo fraudes electorales y la gente no se indigna, pues se le vuelve cómplice con un poco de dinero que le entregan a cambio de su voto.
Por lo que hoy más que antes, es necesario seguir organizando y educando a los trabajadores del campo y la ciudad para que algún día, sea el pueblo organizado y educado el que gobierne en México. Con ello, no solo se podrá evitar que se sigan agudizando sino acabar de raíz con todos los graves y dolorosos problemas que viene afrontando nuestro país, entre ellos el problema para
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