MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Segalmex, la maestra de todas las estafas

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Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), es un organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que tiene como objetivo la autosuficiencia alimentaria basada en el consumo del cultivo ancestral de nuestra sociedad que es el maíz, trigo, frijol y arroz, así como garantizar la demanda de leche.

También, entre algunas de sus funciones, debe fomentar el desarrollo económico y social de México. Segalmex fue creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en enero de 2019, y puso como titular, ni más ni menos, que a su exjefe, Ignacio Ovalle Fernández. Sí, el mismo que en el gobierno de Ernesto Zedillo y formando parte de la LVI legislatura de la Cámara de Diputados, votó a favor del incremento en la tan recordada sesión, en la que se subió la tasa al Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 10 al 15 por ciento.

De ese hecho, basta recordar al coordinador de la bancada priista Humberto Roque Villanueva haciendo la “roqueseñal”, ahí, atrás de Roque Villanueva, aparece festejando jubilosamente, el hoy famoso Ignacio Ovalle, quien, a sus 77 años, tiene un amplio historial en la política del país. En el sexenio de Luis Echeverría, fue titular de la Secretaría de la Presidencia. Después asumió la dirección general del Instituto Nacional Indigenista (INI) (dónde fue jefe directo de AMLO). Se desempeñó como embajador de México en Argentina y Cuba. Fue diputado federal, de 1994-97, y fue nombrado titular de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), donde los desvíos de dinero, la corrupción, así como la compra de 28 mil toneladas de leche proveniente de Irlanda, que resultó contaminada por la explosión del reactor nuclear de Chernóbil entre algunas tropelías más, hizo que se tuviera que retirar de la vida política. Y ahí en el basurero de la historia se encontraba, hasta que AMLO, lo rescató para instalarlo como el primer director de Segalmex.

El desfalco en Segalmex, rebasa, y por mucho, cualquier fraude cometido por cualquier funcionario público, de cualquier partido, en cualquier momento de la historia de México. La escandalosa cifra de más de 15 mil millones de pesos son apenas los primeros datos que se dan a conocer y, sin llevarse a cabo todas las investigaciones, ni tener mucha información del desfalco, gracias a la opacidad, en que se encuentran las mismas. Aun así, ya tenemos el veredicto de AMLO, Ignacio Ovalle Fernández es inocente.

Sí, al igual que los gritos que profería “el tuerto” en la película que estelarizó Pedro Infante “Pepe El Toro”, AMLO defiende a Ignacio Ovalle, diciendo que “Nacho” es inocente de todo pecado, delito y hasta de malos pensamientos: “yo tengo una opinión muy buena, lo considero una gente con principios, una gente honesta. Lo traicionaron, gente que venía de tiempo atrás con él, del antiguo régimen”. (todos ellos, provienen del mismo régimen).

Así, con esta sentencia, quedó limpio e impoluto, el responsable del organismo, con el atraco más grande en la historia de México. A Ovalle lo sacaron del fango letrinozo y lo limpiaron en una de las tantas mañaneras para después colocarlo como coordinador del Inafed, una oficina obsoleta de Gobernación. Ovalle ha negado todos los señalamientos en su contra diciendo que él no había autorizado nada y mucho menos sabía nada. Sin embargo, su sucesor como director, Leonel Cota Montaño, se deslindó y dio a conocer las multimillonarias desviaciones de recursos en la anterior administración. Como respuesta, Nacho aceptó, que sí, que su firma sí es la que aparece en los oficios, pero que se las dieron a firmar sin que él supiera de qué se trataba. O sea, que lo engañaron. Con esta patraña, nos quieren hacer creer el cuento de que el viejo zorro cayó en la trampa.

El daño patrimonial, es enorme, tanto Segalmex, como Diconsa y Liconsa, sufren pérdidas millonarias, poniendo en riesgo el abasto y distribución de alimentos, mercancías y leche.  Como es lógico, Ignacio Ovalle es solo la punta de la corrupción porque detrás de él están todos los directores que coludidos con empresarios han desmantelado a Segalmex, empresa que no ha servido al apoyo familiar desde su creación.

El exdirector de Administración y Finanzas de Segalmex, René Gavira Segreste, ya fue vinculado a proceso por el delito de “uso ilícito de atribuciones y facultades derivado de la compra de títulos bursátiles con recursos públicos de Segalmex”. Se han iniciado investigaciones en la Fiscalía General de la República (FGR) donde las carpetas de investigación dan cuenta, de los desvíos de dinero a través de convenios con empresas ligadas a familiares y amigos para comercializar o simular compras ficticias de leche, azúcar y diversos productos, se han rastreado los recursos y se han detectado compras hasta de departamentos de lujo en San Antonio Texas, a nombre del hijo de Gavira Segreste.

Pero pareciera ser que esta noticia no impacta en lo más mínimo a los fieles seguidores de AMLO, que lo defienden a ultranza, es más, confirman que su “mesías”, es un hombre probo y que solo ve por el beneficio de los más pobres, que ha luchado contra la corrupción del pasado, que ha terminado por decreto contra el neoliberalismo, que le da al pueblo pobre lo que antes se quedaban los ricos, que construyó un aeropuerto “que ni siquiera él lo usa”, que construye una refinería (que ya inauguró y que a la fecha no ha refinado ni un solo litro de gasolina), que construye un tren (que está devastando la selva Maya), que se puede vivir dignamente con 200 pesos en la bolsa, que con un par de zapatos y un pantalón, se puede ser feliz, porque ¿para qué más? A pesar de todo esto y más, los seguidores de AMLO le perdonan todo, le han perdonado todo y parece que, en esta ocasión, también lo harán.

Lo verdaderamente importante no es si le perdonan o no, lo importante es que una parte de la población ha perdido la capacidad de analizar de manera científica la situación por la que atraviesa la nación. La otra parte ni siquiera sabe que es eso. Y un gran sector de ella, prefiere hundirse jubiloso en el mar de desastre que navega el presidente, seguro de que son como héroes que envueltos en el lábaro patrio hacen lo correcto y que la historia los recompensará como los adalides que impulsaron el cambio y la Cuarta Transformación.

No importa que divida a los habitantes de este país. No importa que la salud sea de las peores del mundo, no importa que les haya visto la cara rifando un avión que no se podía rifar y que ahora lo haya vendido por un precio irrisorio a un país pobre y que genera severas sospechas de que se trata de otro negocio turbio cargado de corrupción. Pero de acuerdo con todo lo que hemos visto, sabido y vivido en esta administración, pareciera, repito, pareciera que López Obrador, es un lobo, que, despojado de su piel de oveja, arremete con avidez contra los bienes de la nación. Y para ello utiliza a secuaces con funciones de secretarios, directores, asesores y demás colaboradores. Algo así como Alí Babá y los cuarenta ladrones. Repito, pareciera. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.

Como es lógico y conocedores de la negación sistemática que caracteriza al presidente López Obrador, podemos deducir que hará hasta lo imposible por salir limpio de este escandaloso caso de corrupción. Sin embargo, coincidimos en su aseveración de que en este país no pasa nada, ni se hace un gran negocio sin que lo sepa el presidente. “todos los negocios jugosos que se hacen en el país, negocios de corrupción, llevan el visto bueno del Presidente de la República. El presidente de México tiene toda la información que se necesita, o es cómplice o se hace de la vista gorda”. (AMLO, 20/02/20)

Es ilógico pensar que el presidente López Obrador no sabía nada del saqueo que estaba sufriendo Segalmex; es imposible no imaginarlo, es imposible defenderlo. Él es cómplice y, tal vez, en una de esas hasta es el autor intelectual.

Y por favor, que ya nadie venga con esa cantaleta de que en el “prian” robaban más. Ahora se demuestra que, en Morena, se roba también y mucho, pero mucho más. Por eso afirmo que, en este caso, Segalmex es la maestra de todas las estafas. Y pueden citarme.

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