Después de lo vivido por casi dos años de pandemia, no podemos dejar de lado que el ser humano sigue agotando los recursos primordiales del planeta. Las industrias y los gigantes relacionados con la creación de fármacos para el combate de la covid-19 han ocasionado que la atmósfera sufra el deterioro de su capa que protege al planeta de los rayos del sol.
Las consecuencias actualmente se viven con climas extremos por la pérdida de flora y fauna, y por la poca capacidad de los organismos a la adaptación de su entorno.
Dentro de los recursos naturales que se están agotando de manera dramática está el agua para uso y consumo humano, como consecuencia de esto, cada vez es más la desertificacion y sequías provocadas principalmente por la sobreexplotacion de la agricultura, la industria forestal que han hecho de los fértiles una superficie infértil e incapaz de producir nuevas cosechas.
Todo esto está generando a nivel mundial graves consecuencias para la seguridad, por ejemplo: el aumento de la pobreza, la estabilidad socieconomica y el desarrollo sostenible. Datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señalan que 2.600 millones de personas dependen de la agricultura, pero debido a la sequía y la desertificacion, cada año se pierden cerca de 12 millones de hectáreas en el mundo.
En México, la sequía presente en 2020 y 2021 es la segunda más grave de su historia, según la Conagua, en comparación con la ocurrida en 2011. Esta misma fuente reporta que tres cuartas partes del país sufren la falta de lluvia, al experimentar sequía severa a extrema.
Los estados de la república mexicana más afectados por este fenómeno son Sonora, Chihuahua, Guerrero, Sinaloa y Tamaulipas. Para Tamaulipas, por ejemplo, la capital del estado vive por primera vez en su historia el sumistrar el agua a los hogares por medio del tandeo diario por horas, para que alcance para todos sus habitantes.
El factor más importante para esta sequía severa es la escasez y los bajos niveles presentes en las presas por la falta de lluvias. Esto es muy grave, considerando que estas proveen la cantidad de agua para el uso agrícola y el uso domestico.
Algunos expertos mencionan que la falta de mantenimiento y captación del agua en las presas ha ocasionado que las mismas no tengan la capacidad suficiente, además el uso desigual por causa de intereses políticos y económicos, los cuales sí pueden tener el agua en exceso y siempre les falta a aquellos que no tienen los recursos monetarios necesarios, es decir, el pueblo pobre del país.
Si bien es cierto que este fenómeno es por causa de factores que se han acumulado, año tras año, a nivel mundial por la inconsciencia y el uso no sustentable de los recursos, es importante recalcar que existe desigualdad y, sobre todo, aquellos que se aprovechan de manera arbitraria de estos recursos, dejando sin este preciado vital líquido a la mayoría de la población.
En nuestro país, el actual gobierno de la 4T ha buscado minimizar los problemas sociales, es grave el desinterés hacia la sequía y la escasez de agua, puesto que en este tema al que ya se esta enfrentando y se limita a esconder los recursos para no concretar en una solución inmediata y un proyecto a futuro para evitar el desasto de agua en la mayor parte del país.
Sin embargo, esto contrasta con otros sectores económicos; por ejemplo, el de la industria cervecera. ¿Por qué la industria cervecera o de bebidas gaseosas no deja de producir sus productos, para que se pueda distribuir el agua y evitar la escazes? La respuesta ya ha sido contestada al principio de este párrafo, por causa de un gobierno que lejos de cambiar las antiguas prácticas, se limita solo a criticar, pero no a actuar.
Por eso debemos de generar conciencia de que una problemática tan severa como la escaces de agua merece la cooperación inclusiva para tratar esta necesidad y lograr un desarrollo sustentable de los recursos naturales, y exigir como pueblo, a los gobiernos, que se puede gozar de manera equitativa y no padecer algo que puede costar más vidas que la misma pandemia.
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