Algo no anda bien con los que se dicen defensores de los maestros en Colima. El día de ayer, sábado 12 de agosto, circuló en las redes sociales, en lo medios escritos, en la radio y la televisión, videos, audios y notas informativas acerca de un movilización "numerosa" de maestros y directivos, inconformes por el despido de 160 maestros de inglés de las escuelas de modalidad de Tiempo Completo; lo destacable - según las notas - es que fueron encabezados por los dos máximos dirigentes sindicales, de la sección 6º y la 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Unas de las notas dijo así: "Y es que los líderes sindicales, acompañados de sus respectivos Comités Ejecutivos Seccionales [...] Indicaron que apoyarán todas las acciones que lleven a cabo los maestros que no fueron recontratados para la clase de inglés [...]" (El Noticiero 12/08/2017, p. 3). Pues no está mal, yo también estoy en contra del despido de todos lo trabajadores, incluidos los maestros de inglés; por cierto que, una de las demandas principales del Movimiento Antorchista en todo el país es, precisamente, empleo bien remunerado para todo aquel mexicano que lo necesite.
Pero en lo que ya no estoy de acuerdo, y es por eso que hoy me ocupo del tema, es en la manera tendenciosa - que cuando menos así aparece en los medios -, de cómo los dos líderes del SNTE y sus comités, abordan el tema del maltrato laboral a los maestros, en general, por parte del estado. Veamos los datos siguientes, con los que fundamento mi desacuerdo.
Resulta que el mismo día de la nota que arriba refiero - y hasta en el mismo medio -, se publicó algo que me pareció un boletín oficial; así se encabezó: "Asigna la Secretaría de Educación 223 plazas". La nota dice que fue el Secretario de Educación, Oscar Javier Hernández Rosas, quien proporcionó la información, donde mencionó que las plazas se otorgaron "[...] en cumplimiento de la ley, del protocolo y los lineamientos del Instituto Nacional para la Evaluación (INEE)" (ítem, p. 2) Más adelante, el funcionario refiere los resultados de la evaluación, y es aquí de donde empieza a nacer mi desacuerdo, veamos: "concursaron 2 mil 662 docentes mediante una convocatoria abierta y difundida en abril pasado, resultando mil 814 docentes idóneos, lo que representa el 68 por ciento de idoneidad." (ítem) Con estos datos, uno pudiera pensar que de plano les fue muy mal a los 848 maestros que no resultaron idóneos, que, como el tema de los universitarios, ahora son docentes los rechazados por el estado. Pero viéndolo bien y de cerca, mucho más mal les fue a los maestros idóneos, pues de mil 814 que aprobaron, sólo 223 tendrán plaza, y de estas, 26 son definitivas y 197 temporales. Aquí pregunto, como pregunté antes por los rechazados universitarios: ¿Qué pasará con los mil 591 maestros idóneos que no les asignaron plaza? Y además, ¿qué han dicho hasta ahora, de todo esto los máximos líderes sindicales? Nada, no han dicho nada. Casi tomaron el Palacio de Gobierno para recontratar a 160 maestros de inglés - cosa que yo y la ciudadanía les reconocemos mucho -, pero mil 591 maestros idóneos sin plaza, no les mereció ni siquiera un comentario. ¿Ahora se entiende mejor, el por qué no estoy de acuerdo en la manera de cómo los líderes abordan el problema del maltrato oficial a los maestros?
Pero, además, dado que ya estamos prácticamente en la línea de arranque del próximo proceso electoral, y que muchos de los que se sienten con ánimo de contender ya están en capilla casi velando sus armas; sería bueno que el Gobernador fijara también su posición, para despejar "sospechosismos" como dijera un político panista. Hay, en esta lucha sindicalista que referí, situaciones que no quedan muy claras. Veamos.
Primero. Si lo que buscaban los líderes sindicales, era una reunión con el Gobernador y un interlocutor superior al Secretario de Educación, ¿por qué llevaron su mitin al Palacio de Gobierno -donde los atendió un director-, pudiéndolo llevar a Casa de Gobiernos donde -como todos sabemos-, atiende el Gobernador y su secretario particular?, ¿utilizaron a los maestros de inglés para golpear o beneficiar la imagen de alguien? Pues qué triste, ojalá lo aclaren.
Segundo. Casi al mismo tiempo que terminaba el mitin de los maestros en Palacio de Gobierno, el Gobernador salió a declarar que "tomará las acciones necesarias para que no se interrumpa el programa de enseñanza de inglés en las escuelas de Tiempo Completo. [...] yo me comprometo a poner un peso por cada peso que pongan los ayuntamientos y de esa manera sustituir el recurso faltante" (Diario de Colima 13/08/2017) Muy bien por el Gobernador. Pero si la solución y cuando menos la mitad del dinero, se tenía - por aquello del peso por peso -, ¿entonces, por qué anunciar el despido de los maestros de Inglés?, ¿los despidieron para que los llevaran a manifestarse, y con eso utilizarlos como un distractor mientras se les negaba la plaza a mil 591 maestros idóneos? Pues otra vez, qué triste. Cuando menos por respeto a los despedidos, alguien debería también aclarar bien esto.
Finalmente, debo decir que si alguien del magisterio ha sufrido en serio, en carne propia el maltrato del estado, estos son los abnegados maestros antorchistas de bachilleratos, del modelo de Educación a Distancia, llamados también EMSAD y TBC. Gracias al Movimiento Antorchista, podemos decir que algo de sus necesidades, se les ha resuelto, pero no en lo esencial: su salario aun no es suficiente ni acorde al sufrimiento que implica viajar kilómetros para trabajar; les dieron la clave de su plaza, pero no les reconocen aun su antigüedad laboral, esto implica años de sacrificio tirados a la basura; se les afilió al ISSSTE, pero aun no tienen derecho a préstamos ni créditos para la vivienda, además, no se les reconoce ni se les da ningún estímulo económico como los que gozan los sindicalizados.
En pocas palabras, los maestros antorchistas siguen - en los hechos - siendo relegados por el gobierno. Pero por lo que ya dije, afirmo que la lección es clara, maestros idóneos y no idóneos, la única defensa efectiva y honesta para los verdaderos maestros, cualquiera que sea su circunstancia, es la organización del pueblo pobre y trabajador. A organizarse pues, con Antorcha Magisterial.
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