La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum miente descaradamente al declarar que la pobreza en la Ciudad de México se ha reducido. Varios medios de comunicación han retomado esta afirmación de la morenista, que lanza con el claro objetivo de festejar el gran “triunfo”, pero solo trata con esto de engañar a bobos con sus falsedades. Según ella la población en situación de pobreza en la Ciudad de México bajó de 60.9% a 57.4 %.
Todos nos enteramos que en el último trimestre de 2021, la pobreza extrema creció 163% en la CDMX entre 2018 y 2020. En tan solo 2 años del gobierno de la mandataria se dio este gran aumento, al pasar de 152,100 personas en esta condición en 2018 a 400,400 en 2020, de acuerdo con el informe Medición de la Pobreza 2020 elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Esto significa que en dos años 248,300 habitantes de la capital aproximadamente pasaron a vivir en pobreza extrema.
¿Por qué miente Claudia Sheinbaum si la realidad, esa que vivimos todos los días los capitalinos nos grita que el país se está cayendo a pedazos? Y utiliza los medios de comunicación pagando fortunas para publicitar sus mentiras y que su mensaje se difunda con mayor alcance, cuando la realidad nos muestra que la recuperación económica en la Ciudad no se ha concretado y la crisis incluso se ha venido profundizando.
Aunado a esto, en los 2 años que llevamos de pandemia, en la CDMX se perdieron 233 mil empleos, pero solo en enero de este año la pérdida de empleos fue de 11 mil 425 puestos de trabajo según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
La jefa de Gobierno solo quiere echar tierra a los ojos de los capitalinos menos informados para que no vean que su gobierno ha provocado decadencia en la capital del país, que no ve la luz al final del túnel para salir de toda esta crisis de la cual Sheinbaum no es capaz de resolver los problemas más graves que nos aquejan, porque ella está más preocupada en hacer campaña para su jefe máximo el señor López Obrador, para ocultar la serie de escándalos en los que se ha visto envuelto él y su “flamante” familia, con la casa gris como el más reciente, pero también tenemos el de sus hermanos Pio y Martín, y el de su prima Felipa, etc.
Sheinbaum en su actitud sevillista a su jefe lo promociona como el mejor presidente que haya tenido nuestra patria, y como un ejemplo de nobleza e inteligencia, nada más lejano de la realidad cuando todos sabemos que López Obrador es la prepotencia encarnada.
Con todos los pendientes que Claudia tiene con el señor López, es imposible que le vayan a preocupar las tristezas que millones de capitalinos tienen que pasar para poder llevar alimento a sus familias. Claro que no, a ella esto le importa un soberano cacahuate. A Sheinbaum solo le preocupa estructurar de la mejor manera sus mentiras para engañar a los bobos y continúen empecinados en confiar en los funcionarios de la 4T, a pesar de su ineptitud probada.
Y la realidad hoy nos demuestra que el gobierno encabezado por la morenista dista mucho de todo lo que prometió en campaña, con su cacaraqueado lema de primero los pobres, y 500 mil nuevos capitalinos resentirán los estragos que este mal gobierno está causando. Ellos observan que sus niveles de vida han empeorado por la falta de empleos, la pérdida de actividades productivas y la reducción en los ingresos familiares. Estamos padeciendo con Claudia Sheinbaum un escenario crítico ante la baja en los ingresos, alta inflación y nula protección social en salud.
Todas estas malas experiencias vividas con los funcionarios de la 4T nos deben servir para daños cuenta que un verdadero cambio en nuestro país no podrá venir jamás de los gobernantes, ellos solo están preocupados por llevar agua a su molino, no, un verdadero cambio solo puede provenir del pueblo consciente y organizado que se disponga a cambiar el país, a participar activamente en la toma decisiones, porque todos los gobiernos sobre la faz de la tierra la misión que tienen es solo requerir del pueblo cuando necesitan contar con su voto, pero no le permiten participar en las decisiones importantes, esas se las guarda para discutirlas una sola élite.
Las cosas deben de cambiar, es urgente que todos los mexicanos despiertos y conscientes exijamos ser tomados en cuenta y a través de la lucha organizada despertemos a más mexicanos para formar una masa inmensa, consciente y fuerte que se decida a cambiar el rumbo de nuestro país.
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