Y mientras el presidente, Andrés Manuel López Obrador sigue organizando funciones de circo con el avión presidencial que no vendió, ni rifó, y que ahora rentará para fiestas; la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, sigue solapando, y dicen que hasta alentando, el despojo de lotes, casas y predios propiedad de adultos mayores o que están a nombre de gente que perdió la batalla frente a la covid-19.
El despojo de casas y predios está tan extendido en la CDMX que parece que con la 4T está desapareciendo la sagrada figura de propiedad privada, característica de las sociedades democrático burguesas capitalistas. Pero, eso no sucede porque Sheinbaum y la 4T estén construyendo una sociedad igualitaria o socialista, como piensan los chairos. Nada más lejos de eso.
La propiedad privada está desapareciendo en la CDMX porque desde el gobierno central hay protección a delincuentes que, con violencia o mañas, despojan a la gente de sus propiedades.
En algunos casos, el gobierno capitalino aplica la fuerza pública para devolver sus propiedades a los dueños. Sin embargo, esto sucede sólo cuando se trata de simpatizantes del partido Morena, pero si la gente no le hace reverencias a López Obrador o a Sheinbaum, los corruptos funcionarios de la 4T dejan en absoluta indefensión a las víctimas de despojo: desvirtúan pruebas, alargan artificialmente los procesos legales al grado que la gente no puede seguirlos por los altos gastos que les representan y, sobre todo, les es difícil enfrentarse al gobierno capitalino que, además de las maniobras legales, también proporciona protección policial a los delincuentes.
Para demostrar lo que digo, doy dos ejemplos de cómo actúan las autoridades capitalinas: con un impresionante despliegue de fuerza pública, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) recuperó un inmueble despojado en la colonia Conjunto Habitacional Presidente Benito Juárez, ubicado en la alcaldía de Iztapalapa.
Esa misma dependencia, responsable de impartir y administrar justicia en la capital del país, no actúa de la misma manera en otros casos de despojo, aún si los denunciantes presentan la documentación original y legal que muestra que son dueños legítimos de un inmueble.
Uno de esos casos es el del adulto mayor, Rodolfo de la Cruz Meléndez, quien desde diciembre de 2018 fue despojado de su propiedad ubicada en calle Borrego 390, en la Colonia Reforma Iztaccihuatl, antes Urbana Marte, de la alcaldía Iztacalco.
De a Cruz Méndez, en calidad de víctima, entregó a las autoridades todos los documentos que prueban que el inmueble mencionado es de su propiedad; demostró que es falsa la firma con que se realizó un espurio contrato de compra-venta con el que mañosamente empezó el proceso de despojo y, mediante peritaje, también evidenció que los delincuentes cambiaron todas las cerraduras de la puerta principal. No obstante, las autoridades siguen alargando el proceso y, por tanto, protegiendo a delincuentes.
En esa delictuosa transacción aparecen como protagonistas dos personas identificadas como Laura N., y Javier N., a este último ya nadie lo encuentra por ningún lado; y resulta que ahora el inmueble está protegido por El Barzón. ¡Válgame, Dios!, ese Barzón pasó de dizque organización de lucha en la década de los 90 a delincuencia organizada del siglo XXI.
Desde el 21 de mayo de 2019, Rodolfo de la Cruz Meléndez presentó formal querella por el delito de despojo en contra de los arriba mencionados, pero, a casi tres años, las autoridades judiciales capitalinas siguen sin dar solución al adulto mayor y no ve diligencia en las autoridades para aplicar la ley.
En casos como este, es cuando uno se pregunta: ¿será que Claudia Sheinbaum, y su gobierno cuatrotero, solo aplica la ley para beneficio de sus correligionarios?, ¿para beneficio de los simpatizantes de Morena? Así parece.
La CDMX ocupa el segundo lugar en el delito de despojo inmobiliario: las autoridades capitalinas han dejado en la impunidad casi 21 mil 598 carpetas de investigación que abrió la FGJCDMX y a las que no ha dado solución por un posible pacto con grupos delincuenciales dedicados a despojar a familias de su patrimonio, las cuales no cuentan con los recursos económicos y legales para recuperarlos.
Los habitantes de la capital del país deben estar muy alertas ante la ola de despojos inmobiliarios que suceden en la Ciudad de México, ante los cuales la autoridad capitalina se hace de la vista gorda, aunque están perfectamente identificados: 1) grupos armados obligan a propietarios de casas, terrenos o departamentos a renunciar a su propiedad; 2) gente identificada como abogado se presenta en la vivienda seleccionada con orden de lanzamiento, además de otros documentos expedidos por una Junta de Conciliación y Arbitraje inexistente; 3) personal espurio del Instituto de Verificación Administrativa pide a los residentes que desalojen la vivienda por una supuesta reconstrucción; 4) un grupo de personas se apropia ilegalmente de un predio, casi siempre abandonado, con el objeto de construir casas para asociaciones civiles y 5) utilizando documentos falsos, hay personas que concretan un supuesto procedimiento legal para poseer un predio que posteriormente comercializa. Los jueces actúan conforme a la ley y luego descubren que todo fue falso.
Los habitantes de la Ciudad de México deben cuidarse de no ser despojados de las propiedades que tanto les ha costado obtener. Es indignante que de buenas a primeras lleguen vivales, incluidos funcionarios del gobierno que ha hecho del engaño su profesión, les quiten su patrimonio y, por tanto, que no tengan bienes con los cuales sortear las dificultades que se les presenten en la vejez.
Los mexicanos bien nacidos debemos repudiar esos actos delincuenciales protegidos por las autoridades de la 4T. Una oportunidad para mostrar nuestra solidaridad con las víctimas de despojo inmobiliario en la Ciudad de México, y en el país entero, es no participar en la consulta de revocación de mandato de un presidente que permite que en México se lleven a cabo estas ilegales y despreciables acciones.
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