Para ganar las elecciones como jefa de Gobierno de la CDMX, nos presentaron a Claudia Sheinbaum con un nivel elevado de estudios, como una mujer inteligente, audaz y muy honesta. Ante esto, uno esperaría que todos sus conocimientos e inteligencia, que tanto presume, se tradujeran en hechos, aciertos y aplausos a su gobierno por su buen desempeño.

Además, esperaríamos que fuera analítica y crítica de la realidad, esa que nos grita que el país se está cayendo a pedazos por todos los problemas, que se han recrudecido desde la llegada de morena al poder.

Pero no, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se ha convertido en la más sumisa y lambiscona de los funcionarios que integran la 4T, por eso es la favorita de Andrés Manuel López Obrador para sucederlo en la presidencia de la República.

Claudia Sheinbaum se ha encargado de defender, a capa y espada, a López Obrador hasta en las denuncias de corrupción, nepotismo, tráfico de influencias, conflicto de interés y más, en los que el mandatario, junto con su familia se ha visto envuelto.

No es que la jefa de Gobierno crea que AMLO es inocente de todas las acusaciones, eso ni un niño se lo cree, no, simplemente lo ve como trampolín para brincar a la presidencia del país.

Por eso Sheinbaum se empeña en quedar bien con su jefe, y si para lograr este objetivo tuviera que empeñar su dignidad seguro lo haría porque se le hace agua la boca aspirando al cargo máximo.

Cada escándalo en el que el tabasqueño se hace viral, Sheinbaum sale como el chapulín colorado a aprovechar todos los foros para socorrer a su jefe, aunque esté defendiendo lo indefendible.

Según sus propias palabras “se ha gestado una calumnia permanente durante la administración obradorista. Descalificaciones que provienen de grupos económicos que perdieron privilegios”. No le importa hacer el ridículo con estos argumentos.

¿Acaso no sabe que los grupos económicos de siempre, ahora con López Obrador en el poder, siguen chupando la sangre al país y a los mexicanos como sanguijuelas, y continúan enriqueciéndose a costillas del trabajo que mal le pagan a los que tienen solo su fuerza de trabajo para vender?

Y con tal cinismo, para salirse con la suya y con la clara intención de influir en la decisión de los ciudadanos, a pesar de la veda electoral, que impide que gobernantes difundan información o promuevan la consulta para mantener imparcialidad, viola la ley de manera sistemática al promocionar la revocación de mandato a la que se someterá el tabasqueño el próximo 10 de abril.

 Por lo visto, Sheinbaum aprendió muy bien de Morena y de López obrador, a los que no les gusta cumplir la ley. Ellos buscan debilitar las instituciones para tener pretexto para perseguirlas.

Vergüenza le debería de dar a Sheinbaum andar como perrito faldero atrás de Obrador, si aquí en la ciudad tiene innumerables problemas que resolver. Vivimos en la administración del terror, se le cae el metro asesinando a 26 personas, hay violencia en albergues públicos, experimenta con los capitalinos al suministrarles ivermectina, medicamento prohibido, hay una ola de inseguridad, caída del empleo y cientos de familias padecen su indiferencia o hasta la represión cuando le solicitan agua, luz, drenaje, servicios esenciales con los que deberían de contar con la difusión de los “logros” del Gobierno federal y promocionar la consulta de revocación de mandato, Sheinbaum viola la ley.

El Instituto Nacional Electoral (INE), ha tenido que intervenir en varias ocasiones para ordenar a la jefa de Gobierno bajar información de sus redes sociales porque transgrede la restricción constitucional al difundir propaganda gubernamental en periodo de veda, pero Sheinbaum no acata las indicaciones y aplica una política con la que se burla de la legalidad. Por ejemplo, el 16 de febrero el INE le ordenó retirar de sus redes sociales la carta en apoyo a Obrador que firmaron gobernadores de Morena.

Claudia Sheinbaum incurre en actos desesperados porque bien conoce toda la corrupción que brota de Morena, y con todos los anuncios que hace invitando a todos a participar en eso que le prohíben hablar, no es más que una cortina de humo para ocultar la lluvia de escándalos de los gobiernos local y federal como el uso faccioso de las instituciones públicas del Estado, operando a su favor para perseguir a todo aquel que se atreva a cuestionar a la 4T.

Y vaya que Sheinbaum tiene mucha cola que le pisen, pues ¿Acaso no se acordará de los niños que murieron en el Colegio Rébsamen, de la corrupción de la familia de López Obrador, de la casa gris, de la línea 12 del Metro? Ha sido reiterada y sistemática la operación de la jefa de Gobierno a favor de la investidura presidencial.

Los mexicanos debemos levantar la voz y exigir que la mandataria morenista no malgaste los recursos que con tanto esfuerzo aportamos a las arcas de la tesorería capitalina en promocionar su imagen y la del presidente de la República.

Exijamos resultados y que se ponga en su lugar a estos remedos de políticos que tanto daño le están causando a México.