Poco o nada se habla de la brecha laboral y mucho de las afectaciones que tienen las empresas ya sea por la baja venta o el ausentismo laboral. Desde el inicio de la pandemia, esto fue un constante en todo México y que hasta el momento poco ha hecho el Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador para remediar esta situación.
En recientes días, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Yucatán, reconoció que la Covid-19 golpea ya la productividad de las empresas yucatecas, en que los últimos días el número de contagios rebasa los 500 cada 24 horas. Asimismo, refirió que el ausentismo de la fuerza laboral yucateca en fábricas, talleres y centros laborales, ocasionará un impacto más severo a la producción que los causados en los dos años anteriores de pandemia de covid-19.
Por su parte, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco ServyTur), refirió que el ausentismo laboral en las empresas por los contagios de coronavirus en su variante Ómicron ya es de por lo menos 30 por ciento generalizado. Esto, con base a los reportes que los empresarios hacen a la cámara desde que inició el año, registrando el aumento de los contagios en la entidad.
Por otro lado, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), refirió que, en diciembre de 2021, los cinco Estados con desempleo más bajo fueron Oaxaca con 1.2 por ciento de Taza de Desempleo, Hidalgo con 1.4, Guerrero con 1.8, Nayarit y Baja California con 1.9 y Yucatán con 2.0 por ciento.
Yucatán cerró el año pasado con un promedio de desempleo de 2.5 por ciento, por debajo del año 2020 que fue de 2.8 por ciento, pero todavía no llega a las cifras del 2019, año antes de la pandemia de covid-19 en que se registró un promedio de 1.7 por ciento.
Por lo que hay una brecha laboral en Yucatán que se registra que de un 20.3 por ciento, es decir, este es el porcentaje de personas que por alguna razón no han podido trabajar; asimismo, el Bienestar Laboral ha sido estático o sin ningún cambio.
Aunque a simple vista estos últimos datos pudieran no ser alarmantes, lo son, pues sólo se habla de aquellos que son formales y poco se dice de los informales. Según en octubre del año 2020, se registró la cifra más alta de trabajadores registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán: 394 mil 110, cuando en 2019 había 388 mil 658.
No se habla de aquellas personas que perdieron su trabajo a raíz de la pandemia y que no pudieron recuperarse, orillándolos al empleo informal. Por lo que varios yucatecos vemos los cruceros llenos de vendedores ambulantes, tratando de llevar un sustento a sus hogares, dado que viven al día.
Se habla de las empresas y que han perdido por la ausencia laboral, pero no de lo que sufre o tiene que pasar el mexicano o yucateco para llegar a su centro de trabajo y con él los altos precios en la canasta básica o en el transporte. Esto no es un ganar, ganar, sino de ver a quién perjudicar y como siempre, es el pueblo desvalido el que paga los platos rotos y el que está muriendo a causa de un mal manejo de la pandemia por covid-19, el que va a tener un atraso educativo por no tener clases presenciales, dado que las virtuales poco se aprende.
Los datos que presenta Coparmex, así como el Inegi, deberíamos de verlos de fondo, que afuera hay familias que no tienen qué comer y son abandonadas por el Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ante esto es necesario que el pueblo se organice y luche para cambiar esta situación que lacera a millones de mexicanos, así como a los yucatecos.
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