Ecuador está sufriendo la crisis de inseguridad más grave de su historia. Las imágenes y videos de violencia que circulan en los medios de comunicación son terribles. Los homicidios a mano de grupos narcodelictivos se han convertido en el pan de cada día del pueblo ecuatoriano. Y aunque no es un problema nuevo para el país, por mucho se ha recrudecido en los últimos meses. Ante este cuadro espeluznante, la pregunta que surge es ¿cómo un país que hasta hace 7 años presumía en materia de seguridad y desarrollo, hoy es el más inseguro de toda América Latina?
En 2017, último año de gobierno del ex presidente del Ecuador, Rafael Correa, la tasa de homicidio era de 5.8 por cada 100 000 habitantes, la segunda tasa más baja de Latinoamérica, solo por detrás de Chile (país que para entonces tenía más del doble de PIB per cápita que Ecuador) (Datosmacro, 2024). No obstante, al final del siguiente gobierno, el de Lenín Moreno, esta tasa llegó a 13.7 homicidios por cada 100 000 mil habitantes; luego, en el primer año de gobierno de Guillermo Lasso (2022), el porcentaje llegó a 25.9 por 100 00 mil habitantes. Aun no existen cifras oficiales de la tasa de homicidios hasta diciembre de 2023, pero desde el 1 de enero al 18 de octubre, se registraron 6 044 muertes de esta forma (“PRIMICIAS”, 2023).
De acuerdo con el portal “PRIMICIAS”, si esa media se mantenía, el 2023 habrá sido el año más sangriento con un récord de 7 607 asesinatos, o lo que es igual a 44.9 homicidios por cada 100 000 habitantes. Fue esta misma ola de violencia la causa última que orilló a Guillermo Lasso a dejar el gobierno antes de que se cumplan los cuatro años de mandato presidencial.
Hay una fuerte corriente de analistas o seudo analistas, comandada por los mismos expresidentes que en sus gobiernos la violencia se disparó (Lenín Moreno y Guillermo Lasso), que señalan que el origen de todo este problema tiene su inicio en la presidencia de Rafael Correa, y que ellos simplemente son víctimas de una herencia “maldita” con la que han tenido que lidiar. Los argumentos con los que sostienen esta tesis son que la aplicación de la “tabla para el porte y consumo de drogas” y la apertura de las fronteras para los ciudadanos venezolanos son las causas principales del estado actual del país. Estas dos ideas se han echado por delante para intentar convencer a la gente de que el problema de narcoviolencia se originó en el gobierno de Rafael Correa y no en los últimos siete años; es imposible, según ellos, que un problema de tal envergadura se pudiera generar en tan poco tiempo. Sin embargo, es importante analizar detalladamente cada una de estas ideas.
La “tabla para el porte y consumo de drogas” fue una medida impulsada en 2013 por el gobierno de Correa con el objetivo de descriminalizar las adicciones. La tabla estipulaba la cantidad máxima permitida que podía portar o consumir un ciudadano antes de que sea considerada un delito. En ese sentido, el artículo 364 de la Constitución ecuatoriana de 2008[1], estipula que “Las adicciones son un problema de salud pública. Al Estado le corresponderá desarrollar programas coordinados de información, prevención y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias estupefacientes y psicotrópicas; así como ofrecer tratamiento y rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos”. Adicionalmente, en el segundo inciso se señala que: “En ningún caso se permitirá su criminalización ni se vulnerarán sus derechos humanos” (Asamblea Constituyente, 2008).
Es importante mencionar que paralelamente a la instauración de la “tabla”, se creó el Consejo Directivo del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), luego reemplazado por la Secretaría Técnica de Drogas, que era el organismo que se encargaba de velar por la correcta implementación de la política de la “tabla para el porte y consumo de drogas”. Además, en 2015 empezó a operar el Plan Estratégico Nacional y Modelo de Atención de Salud Mental, que de manera integral incorporaba la atención a consumidores de alcohol, tabaco y otras drogas; y en 2014 se puso en marcha el plan denominado Casas de Acogida que consistía en la creación de 11 centros de rehabilitación para consumidores de drogas y alcohol (America economía, 2014). No obstante, debido al estancamiento económico del año siguiente, y el terremoto de 2016, solo se pudo construir uno de estos.
Es decir, el objetivo de la política siempre fue despenalizar y tratar una enfermedad que hasta entonces era castigada con años de cárcel, y en ningún caso tuvo como propósito promover el consumo, comercio o producción de drogas, como mencionan los “analistas” antes referidos. Podrá decirse, sin embargo, que de todas maneras lo que importa no es el objetivo o la intención del proyecto sino su funcionalidad en la aplicación social; hay que recordar que desde el 2013, año en que se puso en marcha el programa, hasta el 2017, último año de gobierno de Correa, Ecuador fue el segundo país más seguro de toda la región.
El otro punto que tiene que ver con los inmigrantes venezolanos en Ecuador no es más que el reflejo de un comportamiento xenófobo sin fundamentos. Si bien se ha registrado que entre los actos delictivos en Ecuador hay presencia de ciudadanos venezolanos y colombianos, de ninguna manera se puede generalizar que ese sea el comportamiento de esta población en Ecuador. De hecho, de acuerdo con el Ministerio de Gobierno del Ecuador, para el 2023 solo 3 % del total de presos en Ecuador son venezolanos (Ecuador verifica , 2023). Hay que tener en cuenta, además, que la descomposición social, es decir, la existencia y proliferación de ladrones, asesinos, etc., es un elemento propio del sistema capitalista. En todos los países, desarrollados y subdesarrollados, estos vicios se encuentran presentes. Un ejemplo claro son los estadounidenses que entran a las escuelas a disparar a diestra y siniestra a todo aquel que encuentran en su camino. Solo que esta gente, la mayoría de las veces, no tiene que salir de casa en busca de mejores condiciones materiales, como si lo hace el migrante latinoamericano.
No obstante, aunque generalmente no se ven visitantes de Estados Unidos (aunque puede ser de cualquier país imperialista) asaltar en las calles de los países pobres, sí que lo hacen sus empresas a través de la explotación de recursos naturales o mano de obra, e incluso a través de “sugerencias” políticas de organismos “multilaterales”. En términos prácticos, todos estos son elementos de ultraje, saqueo e incluso de violación a la soberanía de un país, pero como son practicados por los grandes conglomerados económicos, que son los que mueven los hilos del sistema capitalista, no se considera a ninguna de estas acciones como punibles, pues en caso de hacerlo se estaría yendo en contra de la misma lógica del sistema capitalista. Es por eso por lo que previamente se mencionaba que es en la misma génesis del capitalismo donde se encuentra la raíz que explica el deterioro del comportamiento y los valores del ser humano.
¿Cuál es entonces la causa que explica la violencia que ha azotado al Ecuador en los últimos siete años? Las respuestas pueden ser varias, pero todas estas se engloban dentro de una sola causa mayor que es: el neoliberalismo. Posterior a la presidencia de Correa, los gobiernos de Moreno y Lasso se caracterizaron por ser seguir a pies juntillas las políticas que caracterizan al capitalismo rancio y desenmascarado: adelgazamiento del Estado, eliminación de sus instituciones, reducción de su influencia en la economía y en las áreas de desarrollo social como son la educación, salud, seguridad y vivienda. El ejemplo más claro es el proyecto que lanzó Moreno denominado “proceso de optimización y reestructuración institucional”, que no fue otra cosa que la eliminación de al menos 68 instituciones públicas (Radio La Calle, 2023). Entre los principales organismos desaparecidos está el Ministerio del Interior en 2019, que estaba encargado de formular las políticas gubernamentales necesarias para ”garantizar el libre ejercicio de los derechos humanos, la seguridad ciudadana, la protección interna del país y el orden público” (Ministerio del Interior, s.f.). Además, se eliminó el Ministerio de Coordinación de Seguridad y el Ministerio de Justicia, mismo que se encargaba del control de las cárceles donde hoy se fragua parte del negocio de las drogas. Esto solo por mencionar a las instituciones más inmediatas con respecto al tema de la seguridad.
Paralelamente, eliminó ministerios e instituciones que estaban directamente relacionadas con el desarrollo social, como la Secretaría del Buen Vivir, Coordinador de Desarrollo Social, Secretaría Técnica de Drogas, Secretaría de Planificación y Desarrollo, Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividad, Instituto de Fomento al Talento Humano, Programa de Estrategia de Prevención de Embarazo Adolescente, etc. Aunque para este caso de análisis se ha puesto principal atención en aquellas instituciones relacionadas con la seguridad y el desarrollo, el desmantelamiento al aparato estatal fue inmenso en todas sus áreas.
En este sentido, el origen de la violencia en Ecuador de los últimos años no se encuentra en políticas aisladas, como se quiere hacer creer (que además la realidad y las estadísticas tampoco les favorece a los que de ellas se aferran), sino más bien en la conformación de un plan mayor que empezó con sentar a dos monigotes en el poder para que cumplan una agenda en función de los intereses económicos de una cúpula burguesa que vio perder el poder durante 10 años. Una vez en el poder se encargaron de suprimir todo rastro de gobierno que no vaya acorde con maximizar la ganancia de este capital oligárquico de carácter monopólico.
Hay que recordar que al capitalista no le interesa que la salud, la seguridad, la educación, ni ningún servicio básico para el desarrollo humano sean públicos; para la acumulación de capital, que le es imprescindible la realización de la mayor cantidad de mercancías posible, esos son nichos de mercado que el Estado le roba y no le deja lucrar a través de ellos. Es evidente, pues, que había un sector de la burguesía ecuatoriana, cobijado por la burguesía estadounidense, con quien comparte intereses, a la que el gobierno de Correa le había quitado el gran negocio que hacían con los servicios que garantizan los derechos fundamentales de las personas.
Como era de esperarse la burguesía ocupó todo su poder político-económico y artimañas poco legales para recuperar lo que en algún momento fue suyo. Este arremetimiento de la burguesía no es un caso propio del Ecuador, suerte parecida ha acompañado al resto de países de la primera ola progresista en Sudamérica y a los que entonces fueron sus presidentes.
Aunque haya personas a las que la hegemonía cultural los ojos ha cegado o el alma comprado, queda claro que la descomposición social que ha sufrido Ecuador es resultado de las políticas neoliberales de los últimos 7 años, y no de una “tabla” o de la inmigración de los compatriotas venezolanos o de cualquier otro pretexto infundado.
Christian Damián Jaramillo Reinoso es economista por la UNAM.
[1] La Constitución del Ecuador de 2008 fue diseñada y propuesta por el partido Alianza País, que entonces era liderado por Rafael Correa.
Referencias
America economía. (10 de noviembre de 2014). Obtenido de https://www.americaeconomia.com/politica-sociedad/sociedad/ecuador-contara-hasta-2015-con-once-centros-de-rehabilitacion-para-consum
Asamblea Constituyente. (2008). Constitución 2008. Quito: Asamblea Nacional. Obtenido de https://www.asambleanacional.gob.ec/sites/default/files/documents/old/constitucion_de_bolsillo.pdf
Datosmacro. (13 de enero de 2024). Datosmacro. Obtenido de https://datosmacro.expansion.com/demografia/homicidios/ecuador?anio=2017
Ecuador verifica . (24 de enero de 2023). Obtenido de https://ecuadorverifica.org/2023/01/24/solo-el-3-de-los-presos-del-pais-son-venezolanos-segun-el-ministerio-de-gobierno/
Ministerio del Interior. (s.f.). Obtenido de https://www.gob.ec/mdi?page=2
“PRIMICIAS”. (16 de enero de 2023). Obtenido de https://www.primicias.ec/noticias/en-exclusiva/ecuador-incremento-muertes-violentas-latinoamerica/
Radio La Calle. (23 de febrero de 2023). Obtenido de https://radiolacalle.com/el-gobierno-de-lenin-moreno-acabo-con-el-estado-que-recibio/#google_vignette
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