MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Superar la contingencia por el Covid-19 sin que sufra tanto el pueblo

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Los pobres han sufrido toda la vida, pero en esta etapa de contingencia, las carencias y el sufrimiento están llevando a la gente a la desesperación. Solamente los pobres lo entendemos; uno puede sufrir en carne propia muchas cosas y se vuelve uno cuerudo y fuerte. Pero eso no quiere decir que esté uno dispuesto a ver sufrir a los seres queridos, y menos a los hijos; eso sí que fragmenta la mejor voluntad y paciencia del más apostado y condescendiente. Hoy los mexicanos más acostumbrados al dolor y el sufrimiento se están resquebrajando azarosamente, ¿qué pueden y qué deben hacer los mexicanos ante esta prueba que les presenta la vida?

No, no voy a decir frivolidades como esa de que "México es más grande que sus problemas", que solamente sirven para engañar a los simples bienintencionados, y dejan con la "consciencia tranquila" a los culpables del mal manejo de la tragedia.

La pandemia del Covid-19 no es culpa de Andrés Manuel López Obrador y la 4T, ni del neoliberalismo, ni, tal vez, de alguna mente perversa que goce con el sufrimiento de la gente o que vaya a obtener algún beneficio material con el mismo. Esta última opción la dejo en duda porque la historia ya ha demostrado que los grandes poderosos del mundo son expertos y prolijos en crear situaciones de caos para beneficiarse económicamente de ellas y muy poco les ha importado el sufrimiento o la muerte de gente inocente.

De lo que si son culpables quienes dirigen actualmente el rumbo del país, entre ellos no solo el presidente, sus achichincles y lambiscones, los Diputados y Senadores, sino buena parte de los conservadores, de los liberales y de los neoliberales, mescolanza que se puede apreciar de manera proporcional en la mismísima composición del Frankenstein Morena, todos ellos sí son culpables de no tomar las medidas adecuadas, ni antes ni durante, para enfrentar esta situación pensando en el bien de todos y en esa grandiosa idea, que hoy tenemos que erigir en norte que guíe nuestros pasos y en fuerza que nos levante del suelo, que es la salvación de la gran Patria Mexicana, con su pueblo de carne y hueso por delante.

Los hombres ya han enfrentado contingencias y han salido adelante. Usted debe saber, amable lector, que los grupos humanos desde sus inicios y antes de dividirse en ricos y pobres, fueron siempre fraternos y enfrentaban los peligros y las "contingencias" como un gran colectivo, tan colectivo como el mismo hecho, que nunca ha cambiado, de que es ese mismo conjunto el que, con su trabajo, ha creado todos los bienes que sirven para satisfacer las necesidades humanas, por delante la alimentación y manutención de todos.

Cuando había escasez, las vacas flacas se comían a las gordas, es decir, lo que ya había creado y acumulado el conjunto, antes de la "contingencia", servía para que todos sobrevivieran y superaran la crisis, hasta la aparición de mejores condiciones para seguir adelante con el desarrollo social.

Hoy eso no es posible, ya que lo creado por todos los trabajadores se ha acumulado, sí, pero en las arcas de unos cuantos ricachones que no solo no trabajan, sino que viven y acumulan esas ofensivas riquezas precisamente a costa del trabajo, el sufrimiento y el hambre de la gran mayoría; ricachones que, por supuesto, solamente son culpables de "haberse colocado en el lado correcto de la ecuación" y NO están dispuestos a poner sus riquezas a disposición del colectivo para superar la contingencia, Más bien todo lo contrario, harán todo lo posible para "socializar las pérdidas y privatizar las ganancias". En lo personal me parecen insultantes sus hipocresías, cuando pretenden soltar algo, a manera de caridad, presumiendo una bondad que están muy lejos de sentir, para taparle el ojo al macho, y pensando que esta misma situación de caos les sirva, del modo que sea, para acumular más y más riquezas.

Excluyo de tan ignominiosa calidad a las empresas medianas y pequeñas que sí realmente están en peligro de desaparecer ante la actual crisis económica y que también merecen algún tipo de apoyo (por lo menos la tregua en algunos pagos que no pueden realizar actualmente, por ejemplo). Pero a aquellos y a estas también es necesario recordarles que el verdadero Atlas que sostiene al mundo NO son las empresas sino los trabajadores, y que sus empresas por pequeñas y nobles que parezcan NO DAN trabajo, sino que TOMAN el trabajo de los obreros y empleados, a quienes explotan a cambio de un salario que apenas les alcanza para malreponer sus exiguas fuerzas.

La sociedad en su conjunto debe salvar al pueblo trabajador que es su verdadero sustentador y el que está ahora en peligro real de hambruna. Y mire usted, que lo que se debería hacer no es sino repartir alimentos para que los que no tienen ingresos ni ahorros no tengan que recurrir a medidas desesperadas para que sus hijos no se mueran de hambre. Y si no lo va a hacer la empresa privada, ¡ah, la IP que hoy se tira al suelo y gimotea!, tratando de ocultar el hecho de que ellos tienen en sus corrales a las vacas gordas, entonces lo debe hacer el Gobierno, el que administra los recursos del pueblo, que capta en forma de impuestos. El gobierno también tiene vacas gordas, por ejemplo, en el fondo de contingencia que hasta antes de tomar el poder la 4T había acumulado más de 300 mil millones de pesos. Se dice que los paladines de la anticorrupción ya se gastaron más de la mitad (¡en un año se comieron más de la mitad de los ahorros de 12 años de "gobiernos mafiosos y corruptos"). Y además de vacas gordas, hay para elefantes blancos: el tren maya, la refinería de dos bocas, los estadios de béisbol, el aeropuerto de Santa Lucía, etc. suficientes recursos para que el pueblo no se muera de hambre durante la contingencia.

Y si López Obrador se aferra a sus megaobras, alguien le tiene que dar un par de bofetadas para que reaccione y se deje de tonterías. Es el dinero del pueblo, no es de la 4T y solamente el pueblo organizado y en lucha puede hacer que el gobierno salve a los más pobres de la hambruna, le aseguro, amable lector, eso será mil veces mejor que promover asonadas para asaltar supermercados. No necesitamos recurrir a la violencia, debemos luchar por este Plan Nacional de Distribución de Alimentos en el modo en que la contingencia nos lo permita, pero se debe hacer, antes de que la situación lleva a la gente a respuestas desesperadas.

Todo esto mientras. La verdadera solución sigue pendiente y también será obra del pueblo trabajador. Lo que ha hecho falta, y sigue haciendo falta, es un proyecto de gobierno que piense realmente primero en los pobres. No nos engañemos, Obrador y su 4T no lo tienen ni lo tendrán; ni lo tuvieron por años (ni lo tienen ahora tampoco) los "fifís" o conservadores; pero tampoco los liberales herederos de la Revolución, que han vuelto la espalda al pueblo y a la deuda que tienen con él. Será el pueblo organizado, educado y convertido en poder público el que lleve al país por el rumbo del progreso con justicia social, capaz de crear una sociedad que pueda responder a esta y peores contingencias y salir adelante.

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