Estamos por concluir este año, un año sorpresivo. La pandemia que actualmente sufrimos fue parte de ello, hace más de 9 meses que se presentaron los primeros casos en México los cuales subieron alarmantemente rápido. La estrategia implementada por el gobierno fue lo que se aplicó en todo el mundo, una cuarentena, el confinamiento, el "Quédate en casa” para tratar de contener el brote del virus, lamentablemente en México fue una estrategia mal aplicada, el brote por contagios se dio como efecto. El gobierno mexicano tardó casi dos meses en comenzar una cuarentena fallida por contener el virus, y después de dos meses la abrió a la "nueva normalidad”. Al principio, fue el temor de la gente y las medidas que tomaron otras instituciones para contener la movilidad lo que indujo a contener los contagios, lo que funcionó fue no hacerle caso al presidente, quien seguía llamando a salir, darse abrazos, él mismo hacía giras y besaba a los niños.
Actualmente aún con el inducidamente relajado confinamiento los contagios no solo siguen dándose, sino que se han incrementado cruelmente, y son tales que el pico de principios de agosto ya quedó ampliamente rebasado, según los datos que la Secretaria de Salud proporciona, desde el comienzo de la pandemia hasta los primeros 4 días de diciembre se detectaron 1,156,770 infectados, 108,863 fallecidos, 71,844 casos activos, y 852,719 recuperados. El semáforo epidemiológico está en constante cambio, de los 32 estados: dos están en rojo, 14 en naranja, 14 en amarillo y 2 en color verde.
Tan solo el día 4 de diciembre hubo 12,081 nuevos casos, además de 690 nuevos fallecimientos. Hay casos que no se han detectado, personas que están aislados y que prefieren quedarse en casa por temor a ir a hospitales, persiste el miedo a que los acaben de matar, por el mal sistema de salud qué ha existido y existe a causa de los malos gobiernos antecesores, pero aún más con el actual presidente y partido que están en el poder pues vemos como los hospitales no tienen los materiales necesarios y suficientes para dar lucha a la covid-19 y que en vez de resolver ese problema de salud decidió retirar programas que beneficiaban a los mexicanos, tal es el caso del muy mencionado Seguro Popular.
Pero los criterios del semáforo epidemiológico no han funcionado, no son los que necesita la actual situación de la pandemia, o por lo menos no están enfocados con ese fin, sino con la visión política y los intereses electorales del partido en el poder. Rojo: Si la ocupación hospitalaria rebasa el 65% o si hay dos semanas continuas de incremento estable. Naranja: Si la ocupación hospitalaria está debajo del 65% y si se registran dos semanas continuas con tendencia a la baja. Amarillo: Si la ocupación hospitalaria está debajo del 50% y si hay dos semanas continuas de tendencia a la baja. Verde: Si la ocupación hospitalaria está debajo del 50% y al menos un mes con tendencia baja estable.
La situación es particularmente grave para los paisanos del presidente. Respecto a la pandemia, Tabasco desde el comienzo ha sido el estado del sureste con más casos de covid-19, en la actualidad se mantiene en el décimo lugar nacional con mayores casos, hasta el 4 de diciembre, Salud confirmó 207 contagios más con lo que el acumulado es de 38,003, mientras que en defunciones se reportan dos, de días anteriores, con lo que la suma llega a los 3,073 decesos. La estrategia del confinamiento en Tabasco, como en todo el país, no funcionó porque realmente no se aplicó como debería ser, el simple motivo fue más que visible, la falta de empleo, de recursos para la alimentación en los hogares orilló a que no se respetara la cuarentena; y sobre todo la propagación fue más rápida después de la apertura a la nueva normalidad.
Lamentablemente siendo el presidente de ese estado se ha olvidado de los pobres, al no ejecutar un plan efectivo para retener a la población en el confinamiento y no se arriesgaran al contagio, pero simplemente hubo más miedo a morir de hambre. No conforme con los estragos del coronavirus la naturaleza hizo de las suyas igual, como sabemos año con año se presenta la temporada de ciclones y huracanes, este año fue una de las más activas y por desgracia afectó a los estados del Sureste y en especial a Tabasco. Por obra misma del presidente se eliminó el presupuesto que se destinaba a las víctimas de desastres naturales, Fonden, por desgracia tal vez, uno de los estados más afectados por las lluvias e inundaciones fue precisamente Tabasco, llegando el agua a una altura de 2.4 metros, en días anteriores se pudo observar en noticieros la visita que el presidente hizo a su gente, pero solo fue por los cie en helicóptero. El gobernador de Tabasco el licenciado Adán Augusto López Hernández es militante de Morena y sólo basta recordar que los tabasqueños confiaron en esa promesa de campaña para darle el triunfo en las elecciones; los resultados son notorios, Tabasco sigue inundado y el apoyo del gobierno aún no se presenta a pesar de que su lema es "primero los pobres&rdquo, no han cumplido, ni el presidente, menos el gobernador, Morena ha abandonado al pueblo humilde.
Morena ha dejado a su merced a los damnificados que han perdido todo con el paso de la fuerza de la naturaleza, a esta no la podemos controlar, no podemos decretar la extinción los huracanes, pero sí podemos enfrentarlos con mejores armas e intenciones. El remedio es dejar de creer en "el cambio prometido” por Morena, el mismo pueblo es la solución, pero en el poder, en el que ahora está inmerecidamente Morena.
Es preciso recordar lo que nuestra organización está realizando por los tabasqueños a nivel nacional, centros de acopios en todo el país con un solo propósito, demostrarle al gobierno que el pueblo no abandona al pueblo, que es obligación del poder público hacerlo, pero ante el abandono de esa obligación el pueblo sabe tender la mano a sus hermanos. Morena está pasando a la historia como el peor partido gobernando y no es que defienda ni propongo el regreso al pasado, pero siempre hablaré de lo que hoy se vive y de lo que deberíamos hacer para el futuro, como sea el pasado ha quedado atrás y lo que hoy vemos y pasamos con Morena es un error que no debemos volver a repetir y lo podemos evitar. Morena y sus líderes no son, no sirven para representar a la gente pobre.
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