Tecomatlán significa “lugar junto o cerca de los tecomates”. El tecomate es un árbol que produce flores en el tronco y frutos esféricos parecidos a calabazas, con una cáscara dura en forma de ollas de quince a 30 centímetros de diámetro, comúnmente utilizadas en las provincias para fabricar vasijas que conservan el agua a temperatura fresca. En efecto, en esta zona abunda este curioso árbol.
Tecomatlán fue reconocido entre los 25 finalistas de los FAD Awards en 2013, destacando entre 300 ciudades del mundo como uno de los municipios con mejor calidad de vida.
Desde los primeros años de la década de 1970, Antorcha inició sus primeros trabajos en favor de la gente y los campesinos pobres de Tecomatlán, animando al pueblo, encabezado por la organización, a tomar el poder político municipal en 1978.
En aquel entonces, además de tener un clima árido y sofocante, Tecomatlán era un sitio polvoriento y con alta marginación, donde la población vivía bajo el dominio de caciques que abusaban del poder desde los años 20.
De esta manera, Tecomatlán pasó de ser uno de los municipios con mayor marginación entre los 217 que conforman el estado de Puebla a encontrarse hoy en los primeros lugares de desarrollo social. Tal es el avance que ha sido reconocido por organismos nacionales e internacionales, como el Fomento de Artes y del Diseño (FAD) de Barcelona, España, en 2013.
En dicho certamen, donde académicos, sociólogos, antropólogos y expertos en arte y arquitectura premian proyectos urbanos adaptados a las nuevas realidades del mundo contemporáneo y la dotación de servicios públicos, Tecomatlán fue reconocido entre los 25 finalistas, destacando entre 300 ciudades del mundo como uno de los municipios con mejor calidad de vida.
Al respecto, el Arco de Bienvenida marca la entrada a Tecomatlán, cuna de Antorcha Campesina y modelo en miniatura del país que la organización aspira a construir. El municipio cuenta con todos los servicios públicos esenciales, entre ellos una cadena educativa que va desde la ludoteca hasta el Instituto Tecnológico de Tecomatlán, que dispone de una Villa Estudiantil con capacidad para mil estudiantes.
También posee un Hospital Integral, una unidad deportiva con pista de atletismo, campo de fútbol, canchas de baloncesto, voleibol y fútbol rápido; un auditorio municipal, un balneario, una casa de cultura y su iglesia dedicada a San Pedro, que preserva tradiciones barrocas.
Además, alberga una plaza de toros donde se celebra la Feria de la Unidad entre los Pueblos, conocida como “la madre de todas las ferias” en Puebla. Esta feria, que no tiene nada que envidiar a las más reconocidas del país, como la Feria del Caballo en Texcoco, la de San Marcos en Aguascalientes y la de León en Guanajuato, se distingue por ofrecer espectáculos totalmente gratuitos para todo el público.
El gran desarrollo de Tecomatlán se debe al liderazgo del ingeniero Aquiles Córdova Morán, luchador social e intelectual destacado, quien hace 50 años fundó Antorcha Campesina. Bajo su dirección, la organización se ha consolidado como la más grande, mejor estructurada y con mayor impacto en el desarrollo social de México.
Así, Tecomatlán demuestra que el modelo de nación que ahí se implementa es viable y posible. Para ello, es fundamental una clase política surgida del pueblo y comprometida con sus intereses, además de una ciudadanía organizada que exija el cumplimiento de la ley y la atención a sus necesidades.
Construir una sociedad más justa y equitativa en México no sólo es deseable, sino perfectamente realizable, y Tecomatlán es la prueba de ello.
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