¡Por todos los caídos nosotros estamos de pie! Por gente como Cristóbal Pilar Reyes, quien se caracterizó por ser un destacado militante, que desde muy joven se sumó a las filas del Movimiento Antorchista Nacional en su natal Michoacán, pero que desafortunadamente perdió la vida el 30 de julio aquí en Quintana Roo, en los días críticos de la pandemia por la Covid-19.
Nuestro compañero Cristóbal nació un 17 de junio de 1971, y fue en su juventud cuando sumó su fuerza, pasión y energía vital en el trabajo y lucha de la organización, desempeñándose en el área financiera, sector importante para que la lucha organizada se sostenga con independencia y autonomía del gobierno, así como libre del dominio y de los intereses de la burguesía que controla la vida política y económica del país.
En eso destacó la labor loable del camarada Cristóbal, a quien los antorchistas que lo conocimos, reconocemos que se condujo siempre con abnegación, disciplina y honestidad.
En su historial destaca el buen trabajo financiero que realizó a nivel central, en Campeche y Quintana Roo, donde puso todo su esfuerzo y tenacidad para desarrollar sanamente las finanzas de la organización.
Por tal motivo, en todo el país, reconocemos el esfuerzo que nuestro compañero realizó en vida, quien, a pesar de todas las dificultades del trabajo, permaneció firme, como todo buen antorchista, siempre con el claro objetivo de defender la lucha del pueblo humilde y trabajador.
El padecimiento que condujo a que Cristóbal perdiera la vida, no fue una enfermedad común, se trató de un fatal virus, que por las irresponsables decisiones tomadas por el gobierno de la Cuarta Transformación, no se logró controlar y erradicar, por el contrario, ya queda poco tiempo para que concluya el mandato de Andrés Manuel López Obrador y la salud en México está en situación precaria por falta de medicamentos, demanda de servicios que no son atendidos con la oportunidad debida. Ya se disipó la promesa de ofrecerle a todos los mexicanos un sistema de salud como el de Dinamarca y otros países nórdicos. Lamentablemente, estamos muy lejos de tener un sistema de salud como esos países.
Sin duda, por las malas decisiones tomadas por el presidente del república, nuestro compañero Cristóbal no murió víctima de una enfermedad común o de un accidente o de forma natural, él murió víctima de un sistema injusto y de una clase gobernante que privilegia sus intereses políticos y electorales antes que vigilar y resguardar la salud, la seguridad y la economía del pueblo.
En consecuencia, tenemos un panorama verdaderamente desolador, porque con el afán de “mejorar” el sistema se salud, López Obrador desapareció el Seguro Popular, argumentando de que “ni era seguro ni era popular”, también, según él, estaba infectado de corrupción y era un mal que había dejado el viejo régimen de los “neoliberales”.
Por eso, en reemplazo del Seguro Popular creó el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que como todos sabemos, fue un fracaso total. Seguimos con un caos, los hospitales están en malas condiciones, los niños con cáncer siguen sin medicamentos y la gente sigue muriendo porque no son atendidos oportunamente y porque tampoco hay los medicamentos que se requieren.
En ese contexto, a un año de que concluya este sexenio, mal llamado de transformación, la situación de las clases bajas empeoró, ahora los pobres son más pobres, a tal grado que los economistas afirman que el fallido “proyecto de nación” del Presidente no se debe únicamente al efecto de deterioro de la inflación o las secuelas de la pandemia, sino también al resultado de una mala dirección en la administración pública y deficiente política economía.
A pesar de que nuestro país es una de las economías más fuertes, nos ubicamos en el lugar 14 a nivel mundial, lo irónico es que somos ricos en recursos naturales, en materias primas para la producción, tenemos petróleo como una fuente de ingresos importantes, y una mano de obra de las mejor calificadas a nivel mundial, pero lamentablemente, el fruto de todo ese esfuerzo de producción no lo aprovechamos los trabajadores mexicanos, sino unos cuantos, y la inmensa mayoría está en la pobreza.
Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) recién difundidos, dan cuenta de otro sexenio más que fracasará en la lucha contra la pobreza y los demás lastres que de ésta se desprenden.
Sin duda, para los gobiernos, es más importante que sigamos ignorantes, que creamos fielmente y a ojos cerrados la palabra de los gobernantes, que no nos atrevemos a criticar en lo absoluto ninguna de las acciones y políticas que ellos implementen.
En tiempos electorales como los de ahora, los gobiernos, federal y locales, como siempre, buscan sacar raja política a los programas sociales y el primero en hacerlo es el de la 4T, que se adjudica la paternidad y su usufructo de todo lo que huela a la posible adjudicación de votos.
Ante los malos resultados, no hay duda alguna que la 4T es un mal que afecta considerablemente a los mexicanos, hay escasez de oportunidades y en las manos del pueblo trabajador está la solución para remediar este problema, pues solamente la unidad indestructible del pueblo será el escudo y la defensa eficaz contra los abusos, de la que son objeto los pobres de nuestra patria.
Finalmente, con motivo del III aniversario luctuoso de nuestro camarada Cristóbal Pilar Reyes, el Movimiento Antorcha invita al pueblo quintanarroense a conmemorar la memoria de nuestro querido compañero, que próximamente realizaremos en la colonia Mártires Antorchistas de Chetumal. ¡Cristóbal, en Antorcha sigues vivo por siempre camarada!
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