En medio de la efervescencia por las fiestas patrias y la visita del presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel a nuestro país, quizá pasó en un tercer plano el informe de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el cual se dio en medio de un “pacto político de no agresión” entre congresistas locales y alcaldes de oposición electos, con quienes días antes, había tenido conflictos que llegaron hasta los golpes.
Pues todo eso quedó olvidado en este Tercer Informe, importante para los tiempos que marca la agenda electoral, puesto que es la mitad de su periodo de gobierno y comienza la cuenta regresiva para la preparación de las elecciones 2024.
Al igual que su “líder de partido”, Andrés Manuel López Obrador, el informe estuvo plagado de “compromisos cumplidos” y uno que otro pendiente, aunque opacados por el “ahí la llevamos porque hemos logrado esto”.
Así como la insistencia en decir que las cosas van avanzando, también es válido, una vez más, destacar lo que no se ha logrado y contrario a eso, se ha agravado.
Comenzando con la pandemia, la aspirante presidencial aseguró que a pesar de la crisis sanitaria y económica la capital ha salido adelante con el “crecimiento en diversos indicadores de satisfacción en cuanto a servicios, como el rescate del Centro Histórico”. Sin embargo, esto se contrapone con lo que los mismos datos arrojan con respecto al crecimiento de la pobreza en la capital, la cual se ha incrementado en 163 por ciento, o sea 248 mil 300 mexicanos se sumaron a las filas de la pobreza extrema, de acuerdo con una nota de la revista buzos de la noticia, que se basa en el Inegi. La falta de apoyo a los pequeños comercios durante el año y medio de encierro que generó 30 mil cierres y el incremento del desempleo. Pero eso se le pasó mencionar a la morenista.
Aunque la Ciudad de México es una de las entidades que más recursos percibe del Presupuesto de Egresos, lo cierto es que no se materializan en la resolución de peticiones. El motivo es la “austeridad republicana”, la misma que mantiene a miles de capitalinos sin vivienda lo que la ubica en el último lugar de oportunidades para adquirir una (42.2%).
Añejos son los problemas de la regularización de terrenos que permitan a quienes habitan, acceder a servicios básicos, pero tampoco son desconocidos para la morenista Claudia Sheinbaum quien ha preferido mantenerlos en esas condiciones y aplicarles la Ley Garrote cuando acuden por ayuda.
Es precisamente este otro problema que se ha remarcado en los tres años de administración: cero tolerancia a quienes no coinciden con el partido en el poder. El reciente ocurrido contra los alcaldes electos de oposición cuando granaderos los detenían y golpeaban. Ahora les tocó a ellos, pero desde comienzos del sexenio y a pesar de ser una promesa de campaña la “desaparición del cuerpo de granaderos”, las protestas hechas (feministas, indígenas, policías, comerciantes ambulantes, colonos) han tenido como común denominador el factor de represión por el supuesto cuerpo extinto. Por cierto trabajo también “reconocido” durante el informe.
Otro hecho de donde se esperaba una respuesta por miles aclamada y que se limitó a darle carpetazo a una de las tragedias más lamentables en los últimos años: el desplome de la Línea 12 del metro, en donde la funcionaria únicamente mencionó que sigue la ayuda a las víctimas del y la investigación que hace la Fiscalía General de Justicia de la CDMX para “dar con los responsables”. Se le olvida que son los deudos quienes aseguran que esa “supuesta ayuda” es la que sigue pendiente. A inicios de agosto, eran los familiares quienes denunciaban la falta de atención permanente, así como claridad en las investigaciones. ¿Luego entonces?
La ex alcaldesa de Tlalpan recalcaba: “no es tiempo de futurismos ni de agendas personales”, pero en ella no aplica, puesto que semanas atrás acudía a Chiapas a una de las mañaneras a “informar de los avances en la reconstrucción de la CDMX tras el sismo de 2017”. ¿Por qué acudir hasta el sur del país cuando lo tiene de vecino en el zócalo capitalino? Aunque el presidente no ha reconocido públicamente que su favorita para la sucesión presidencial es Claudia, sí que lo ha demostrado protegiéndola de cualquier “ataque” y señalamiento, así como blindarla en el aspecto político poniendo en el gobierno capitalino a personajes con peso político dentro del partido magenta como Martí Batres. Hasta el mismo presidente de Morena Mario Delgado dice que “Claudia es carta fuerte para el movimiento”.
Siguiendo el mismo ejemplo de Andrés Manuel, Claudia también rindió un informe incompleto, con datos erróneos que no hablan de la realidad a la que se enfrentan los capitalinos, pero sí de cómo ha sido la política implementada por Morena durante varios años, ahora con otro color, que no aplica la frase “el pueblo primero”.
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