En su Tercer Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador, presumió que en su gestión se han logrado récords históricos en materia económica como envío de remesas, inversión extranjera, incremento al salario mínimo, no devaluación del peso, no incremento de deuda, aumento del índice de la Bolsa de Valores y en las reservas del Banco de México, para rematar muy a su estilo, “lo que acabo de describir es para decir a los tecnócratas neoliberales: tengan para que aprendan”.
En tono triunfalista, destacó avances en el combate a la corrupción, en la vacunación contra la covid-19 y señaló que la pandemia no desembocó en una crisis, pues se evitó la falta de alimentos, además de que “no se han registrado saqueos, ni actos de vandalismo ni desesperación por hambre. Hay paz social y gobernabilidad en el país.”
Sin embargo, el mandatario, no se refirió al aumento de la pobreza ni al trabajo pendiente en materia de seguridad; López Obrador omitió que la tasa de pobreza del país aumentó durante su presidencia, al pasar del 41.9 por ciento en 2018 al 43.9 por ciento en 2020, según informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En este contexto, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), disintió de las afirmaciones halagüeñas del jefe del Ejecutivo y en entrevista con W Radio, aseguró que “el país no ha crecido y sí ha aumentado el nivel de pobreza extrema, que era una de las únicas variables que habíamos mejorado en años anteriores”, aseguró que en los últimos tres años la Iniciativa Privada (IP) perdió oportunidades y no han podido mover las inversiones para generar empleos en el país.
El presidente del CCE resaltó que al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le ha faltado dar apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas, así como el impulso a la inversión privada, “sin inversión -dijo-, no hay crecimiento económico”. Apoyado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), aseguró que la pandemia provocó que se aumente la pobreza extrema y que ni con los programas sociales se ha logrado reducir debido al aumento del desempleo.
El ciudadano común, el que vive al día, aun cuando no sabe de grandes negocios, sí es de su conocimiento que carece de empleo o que si tiene la fortuna de contar con alguno, el pago es tan ínfimo, que apenas alcanza para mal comer y nada más; pero éste, carece de recursos para atender problemas de salud, de educación, de vivienda, de servicios y ya no se diga de otros satisfactores también indispensables para una vida digna; entonces cabe preguntar, ¿en qué benefician al pueblo trabajador los “récords históricos” informados por López Obrador, cuando lo que gana, no le alcanza ni siquiera para adquirir los productos de la casta básica?, ¿de qué sirven sus mofas en contra de los “tecnócratas neoliberales”, si esas no curan la pobreza y miseria en la que viven?
Llegamos a la mitad del sexenio del Gobierno de la 4T y la promesa llevada y traída de “primero los pobres”, solamente se materializa, además del incremento de estos, en el número de muertos ocasionados por la inseguridad y la Covid-19, pues no olvidemos que son precisamente las clases humildes quienes los ponen. Así, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la suma de muertos por asesinatos dolosos al 30 de agosto de 2021 asciende a 98 mil 431 homicidios; ni qué decir del número de defunciones resultado de la pandemia que ya suma un total de 262 mil 221 de acuerdo a los datos oficiales de la Secretaría de Salud del viernes 3 de septiembre de 2021.
Entonces, el Tercer Informe de Gobierno, no es más que humo a los ojos del pueblo, un informe que busca hacer apología del hombre que dirige los destinos de nuestro sufrido país, pero que lo hace muy mal y los datos oficiales de su propio Gobierno, que nunca reconoce, porque siempre tiene “otros datos”, así lo demuestran.
Los datos melosos y la realidad descrita por López Obrador el 1 de septiembre y que quiere hacernos tragar a todos los mexicanos, es muy parecida a la descrita en los versos de una canción infantil de José Agustín Goytisolo, juzgue usted: “Érase una vez/ un lobito bueno/ al que maltrataban/ todos los corderos. / Y había también/ un príncipe malo,/ una bruja hermosa/ y un pirata honrado./ Todas estas cosas/ había una vez. /Cuando yo soñaba/el mundo al revés”.
A los mexicanos, en particular a los más pobres, no nos conviene escuchar los cantos de sirena de la mal llamada 4T, el pueblo trabajador debe entender que la solución a los males que padece, está en sus manos, pero que para eso debe organizarse y luchar junto a sus iguales y establecer un Gobierno que responda a sus genuinos intereses; es hora de ver la cara de la dura realidad de frente, porque es claro que la actual administración no hará nada eficaz para poner remedio a todas las calamidades que asolan a los más pobres de este país, que es nuestro.
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